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- Este debate tiene 13 respuestas, 12 mensajes y ha sido actualizado por última vez el hace 1 año, 8 meses por MtyCaliente.
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AutorEntradas
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4 junio 2020 a las 02:55 #15373
LUGAR: Cabinas Erotic
Conoce el lugar: Cabinas Erotic
Tema del Lugar: Experiencias, Consultas, etc
Cabinas EroticTema de Encuentros del Lugar:
[Encuentros] Cabinas Erotic4 junio 2020 a las 06:41 #15466Alguien sabe si ya se Stan abiertas las cabinas porque solo estaba abierta la tienda pero a las cabinas no funcionaban
4 junio 2020 a las 08:51 #15512Siguen cerradas
10 julio 2020 a las 17:19 #36871Hola
Estoy de paso por Monterrey uiza solo esta noche estoy en busca de un amigo con verga grande y lechuza que quiera cojerme hoy por la noche estoy hospedado en San Pedro garza por si les interesa ????11 julio 2020 a las 13:06 #37286ha de ser una urgencia divamoniqui, veo tu mensaje en cada foro que entro
17 julio 2020 a las 15:14 #40129hola ya estaran abiertas las cabinas, he pasado y veo que hay coches estacionados
17 julio 2020 a las 20:11 #40220El sábado pasado pase por ahí como a las 3:00 pm y estaba totalmente cerrado, es decir el portón del estacionamiento estaba cerrado
29 julio 2020 a las 10:37 #44538yo he pasado y no esta cerrado el porton y veo carros estacionados
29 julio 2020 a las 23:13 #44758Donde estan estas cabina, para ver si me doy la vuelta
30 julio 2020 a las 15:52 #45000Alguien se ha dado la vuelta… ya estaran abiertas?
30 julio 2020 a las 17:45 #45042Es la que esta al lado del cine aracely?
2 agosto 2020 a las 17:23 #46335Saben si si ya están abiertas las cabinas tambn o solo la lo de la tienda ? Tengo ya dos años sin ir …quiero volver
13 febrero 2021 a las 18:38 #90804AnónimoInactivoPuntos: 0Que tal se pone en estas cabinas? Como es la dinámica?
8 marzo 2023 a las 03:07 #127348Un día como cualquiera, era sábado, verano, cerca de las 3 pm, decidí ir a las cabinas Eros, en el centro de Monterrey. Ahí lo de siempre, pasillos oscuros, cabinas con gloryholes, porno reproduciéndose y vatos buscando divertirse. Tuve un par de encuentros rápidos que no me dejaron terminar y el lugar se fue vaciando. Ya eran cerca de las 4, tal vez. Quedábamos como 4 pelados y obviamente ninguno de los presentes era de mi agrado. Estaban muy lejos del tipo de hombre que me gusta. Uno era un señor flaquito, de lentes, poco pelo, arriba de los 60 años, tal vez y para mi gusto no tenía nada atractivo, el otro, un señor gordito, bajito, como de 1.60m. y despedía un olor a que había estado trabajando mucho ese día, quisiera pensar. Por último, había un señor, delgado, con poco pelo y una cola de caballo para disimular la falta de pelo con un bigote que me recordaba a Cantinflas. Estando ahí los 4 pues alguno de ellos intento meter mano pero pues amablemente les dije que no, gracias. Ya estaba por irme, cuando fui al baño a lavarme las manos y cuando volvía a meterme a la cabina, escuché la puerta de aluminio abrirse y volteé a ver con algo de sorpresa pero también con ganas de saber quien sería la víctima. En mi cabeza, si llegaba alguien, yo tenía más posibilidades de “ganar”. En fin, entrando, iba un pelado cono de 1.85m. con ropa formal, camisa blanca, pantalón de tela gris y zapatos negros, tenía entre 35 y 40, yo habré teñido unos 25. Además de ser alto se veía bastante peludo, con barba abundante y cerrada y básicamente un hombre muy masculino. El “macho” como lo bauticé en mi cabeza, entro a las cabinas y se fue a la cabina más grande, la del fondo. Ya había algo de porno puesta y yo me apresuré a regresar a la oscuridad de los pasillos. Cuando me volví a acostumbrar a la oscuridad, los tres señores que estaban adentro, ya estaban en fila viendo que hacía “el macho”. En el pasillo aún había rastro del perfume que llevaba esta persona, olía muy rico, amanerado. Total que con tanta gente viéndolo, nosotros 4, “el macho” cerró la puerta, cosa que abrumó a todos pero sabíamos que la batalla apenas comenzaba. Volví a darme una vuelta a ver si sucedía algo, no me iba a ir sin intentarlo. Cuando regresé al pasillo desde donde se veía la cabina de “el macho”, me di cuenta que se había desabrochado la camisa y llevaba una camisa interior blanca sin mangas, cosa que dejaba ver los vellos de su pecho, oscuros y rizados. También se podía ver, porque tenía la puerta completamente abierta, que se estaba masturbando, se veía una verga gruesa, curva hacia arriba, circuncidada y cabezona, la cual se asomaba por el orificio del zíper de su pantalón. Antes de cualquier cosa, vi que el señor maduro de lentes, ya estaba más cerca que yo y note como se acercó lo más que pudo sin interrumpir a “él macho” y cuando esté noto su presencia, no dijo nada y siguió viendo la película y masturbándose y muy diestro, el señor de lentes acercó lentamente su mano a la verga de “él macho” y no hubo reacción, entonces con todos los nervios, la tomo con su mano y la reacción de “el macho” fue quitar su mano y dejar que el viejito de lentes lo masturbara, estoy seguro que algún aleluya sonó por algún lado. El viejito de lentes rápidamente tomó confianza y en menos de un abrir y cerrar de ojos, ya estaba de rodillas frente aquel pedazo de semental. “El macho” claramente no se inmutaba, el solo se dejaba complacer porque aparentemente era lo que iba buscando, placer. Después de unos minutos donde yo me quedaba boquiabierto y verde de la envidia, el macho cerrro la puerta, lo bueno era que de la cabina de a lado se podía ver algo a través del hoyo. En la cabina grande, donde estaban ellos, había una silla plegable, “el macho” indicó al viejito de lentes subirse a la silla de rodillas y bajarse los pantalones, luego saco un codón, de cómodo y comenzó la batalla. Como yo solo veía de espaldas, podía imaginarme lo que estaba pasando de frente, se escuchaba gemir a alguien, el pasivo, con bastante intensidad, a sabiendas que el lugar estaba casi vacío, desde la cabina de a lado se escuchaba el golpeteo de un cuerpo contra el otro, no se escuchaba el sonido de un cinto, tampoco se veía que el pantalón se haya desacomodado, lo que indicaba que “el macho” ni siquiera se había abierto el pantalón, solo se la había sacado para usar un culo. Así estuvieron unos minutos hasta que el ajetreo y los gemidos se escuchaban más fuertes y más rápidos y de pronto cesaron, “el macho” de había detenido y todo se había calmado. Se reincorporaron, el viejito se bajo de la silla, se limpió con un papel y el macho hizo lo propio con el condón y los fluidos que acababa de eyacular. Se abrió la puerta y el viejito iba mas que sonriente, aunque caminaba raro. “El macho” se había quitado la camisa blanca de vestir que levaba y se había quedado en camiseta interior sin mangas, sus vello corporal lo adornaba muy bien, sus axilas, su pecho y su tono de piel se complementaban a la perfección, además un ligero brillo del sudor que emanaba de su cuero. Yo lo observaba sin interrumpir mientras él se sacudía la camiseta, tratando de generar algo de aire y poder refrescarse con mayor rapidez. En lo que se calmaba y reincorporaba, salí de la cabina de a lado y los otros dos visitantes también habían estado pendientes de la acción a través de la rendija de la puerta, parados en el pasillo. Yo decidí dar una vuelta por el lugar, viendo porno y con la posibilidad de que llegara alguien más. Me intrigaba saber qué pasaría con “el macho”, tal vez había posibilidad de que recobrara fuerzas y me pudiera acercar, aunque honestamente yo seguía incrédulo y con bastante envidia empañando de mi. Pasaron unos minutos y escuché ruido. Regresé al pasillo y vi la puerta cerrada, entonces corrí a ver por el agujero y esta vez era el señor gordito bajito quien estaba por probar las mieles de los dioses. Esta vez, “el macho”, lo tenía de rodillas frente a él, solo tomándolo de la cabeza e intoxicando lo y ahogándolo con su poderoso pene circuncidado. Los sonidos que hacía al tragar semejante tronco me excitaban mucho, especialmente cuando veía como “el macho” hacía la cabeza para atrás mientras seguía cociéndose al gordito por la boca, se escuchaban algunas arcadas, pero lo que resonaba era el placer que los dos estaban viviendo, las manos del señor gordito solo se limitaban a acariciar los testículos de “el macho” y así estuvieron, metiendo y sacando, ahogándose hasta que unos segundos todo se congeló y “el macho” hizo la cabeza hacia atrás y el señor gordito tragaba y tragaba y trabaja todo lo que podía sin hacer ningún gesto ni arcada. La escena era bastante caliente pero a la vez, para mi, irritante. Aunque mi eyección y lo húmedo de mi glande no hacían sentido con mi irritación. Se abrió la puerta y el señor gordito salió a lavarse y acomodarse al baño. Yo me volví a ir, pensé qué tal vez existía una remota posibilidad, si ellos podían…. Después de unos minutos regresé y otra vez estaba “el macho” viendo la película porno que se proyectaba en su cabina y esta vez nadie nos limitaba, aunque los otros tres personajes, seguían en la cabina, igual que yo, esperando algo. Esta vez me acerqué a hice el intento de tocar su bulto que obviamente era ya mi objeto de deseo, mientras “el macho solo estaba recargado sobre la pared a un lado de la puerta de la cabina y revisaba su celular. Quise utilizar la técnica del primer señor que lo abordó, pero lamentablemente, no funcionó, “el macho” con amabilidad movió mi mano para que no siguiera tocando y yo me quede FRÍO, HELADO! No era posible que a mi se me negara la oportunidad y a los demás no 😰! Pensé qué tal vez ya había terminado y solo esperaba calmarse por completo e irse. Así que solo me quedaba irme a mi cabina a ver la película que estaba viendo originalmente y en eso estaba hasta que escuché que una puerta se cerró y corrí a ver qué pasaba esta vez y era “el macho” que se había inclinado por aquel hombre de poco pelo y mala postura, que ya estaba e dentro de su cabina, comiéndose aquel bocado de verga, que yo deseaba tanto. Así estuvieron unos minutos hasta que el hombre de poco pelo, se recargó contra la pared y el macho volvió a sacar otro codón de su bolsillo y se lo acomodo en su majestuoso pene, esa vez un escupitajo fue todo el lubricante que utilizaron mientras el pasivo se lo repartía con los dedos dentro de su ano. “El macho” está vez bajo sus pantalones, estaba casi desnudo si no fuera por la camiseta interior sin mangas que llevaba. Comenzó la faena y esta vez sonaba el cinto golpearse contra sí mismo por los movimientos de cadera. El cuerpo delgado del pasivo, hacía lucir aún más imponente a “el macho”. La respiración era agitada los gemidos levaban ritmo, la penetración sonaba fuerte, los testículos estrellándose con las indisponerse nalgas del pasivo, llevaban también ritmo, la velocidad aumentaban y disminuía, los gemidos a la par, hasta que de pronto la velocidad incremento para finalmente detenerse. El pasivo estaba agotado pero a la vez satisfecho. Finalmente , el macho salió de la cabina, lo miré, me miró, me cerró un ojo y se fue al baño con su camisa en el hombro y considero que satisfecho. Finalmente salió por la puerta de aluminio y todo quedó en silencio, solo los gemidos de las películas que se reproducían. La experiencia fue extraña, algo frustrante, pero ver la forma en que uso a todos ahí con el solo objetivo de vaciarse, me producía excitación y hasta el día de hoy, es una de las memorias que me cachondean mucho
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