Les platico una de las aventuras que me tocó hacer en este cine, al entrar siempre la parte de abajo la utilizo para acostumbrarme a la oscuridad, una vez hecho volteo hacía arriba y veo que estaba una pareja, hombre-trasveti, cogiendo rico subiendo las escaleras pegadas a la pared y pues como la calentura es grande fui acercándome pero veo que se dejan de estar cogiendo y pensé que no iba a ser bien recibido pero al contrario la «chica» volteo a hacia su pareja a mamársela y ofreciondeme sus ricas nalgas, que todavía con reservas me acerque hasta que vi que me hace señas para que me acercara y que me la cogiera.
Ni tardo ni perezoso me acerqué a darle verga, duramos rico dándole mientras gemía y algunos sólo veían cómo que estábamos disfrutando, una vez terminado sólo nos despedimos y cada quien por su lado, ya nos me tocó volverlos a encontrar pero si tuve otros encuentros que después se los contare.