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Buscando en internet supe que era normal en cabinas, el problema es que solo he ido como 2 veces y siempre termina por darme miedo o luego no hay nadie.
Tenía 15, casi 16 cuando entré a la prepa y me tuve que empezar a ir sólo en metro. Tempranito en la mañana iba súper lleno y sentía que me arrimaban la verga pero pensaba que era accidental porque íbamos muy aplastados a esa hora.
Pero un día, casi de mis primeros viajes, me empezó a tocar más descaradamente alguien; obvio me espanté pero no tenía a dónde moverme ni podía hacer nada y así pasaba a veces hasta que una vez un chavo rubio más alto que yo me veía fijamente desde que estábamos esperando el metro pero aunque no le di mucha importancia, vi que se metió justo atrás de mi y desde que me iba empujando para entrar, me empezó a tocar pero no sólo las nalgas, me acariciaba la espalda por abado de mi playera y movía la mano como para abrazarme por el abdómen y me tocaba también los muslos. Yo estaba sintiendo muy rico y moví mi mano libra para acariciarlo también y sentí su pene largo, súper duro y ya estaba húmedo de la punta y me dejó los dedos oliendo a su fluido preseminal.
Luego de eso, ya le entraba yo también a los manoseos y, como el uniforme de mi prepa era un pants, era fácil que me metieran la mano.
Y hubo incluso un chico que también siempre viajaba a la misma hora y nos tocábamos diario hasta que como al quinto día se vino en mi mano. Me encantó porque estaba calientito y por unos instantes el vagón se llenó con el olor de su semen.
Y siempre que puedo metreo aunque ahora ya son más descarados y siempre me lo quieren sacar del pantalón y eso ya no me late tanto porque también ya es más sabido que existe el metreo.En mi caso fue por pura casualidad, paso cuando estudiaba en el turno vespertino del CCH Oriente, un día el RTP se descompuso a unas cuadras del metro Constitución así que se me hizo fácil no esperar al siguiente RTP y mejor caminar al metro para tomar una combi directo a mi casa, pero para llegar al metro tenía que pasar el puente de Ermita Iztapalapa dónde en aquellos años se armaba el cruising por las noches,pase por debajo del puente y vi cómo un tipo se la mamaba a otro y en lugar de seguir con mi camino ahí me quedé todo excitado viendo, y para mí sorpresa los dos tipos me invitaron a unirme, fue excitante saber que existía la posibilidad de que alguien pudiera atraparnos y bueno también el hecho de que en aquellos años yo era un postpuberto caliente, así que al otro día me baje a propósito dos cuadras antes del puente para ver si de nuevo encontraba a la pareja del día anterior y aunque no los tope si encontré a otro tipo que también buscaba acción y con él sí platique después de que me lo coji y él fue el que me explico que era el cruising, lugares dónde practicarlo y desde ahí hasta la fecha ando de atascado.
Soy tan de leer relatos hot, y en varios mencionaban que en ciertos lugares hacían cosas muy ricas. Poco poco fui explorando en baños y vapores para pasarla bien y así fue como inicie en este rollo del cruising
En una ocasión iba pasando cerca del palacio municipal de Guadalupe Nuevo León y me estaba orinando, te juro que por poco se me sale en plena plaza, afortunadamente había un policía y le pregunte si sabía dónde había unos baños públicos y me señaló un lugar en el sótano del palacio.
Fui corriendo entré y ahí estaban, me la saqué y me puse a orinar en una pileta. Al otro lado de la pileta estaba un morro medio gordito también «orinando» (notese que lo puse entre comillas).
Total ya hice lo que tenía que hacer (para esto ni siquiera tenía la más remota idea de que era el cruising, obvio jamás lo había hecho) y se me acerca el gordito del otro lado y me la agarra y me empieza a masturbar.
Yo super sacado de onda, no tenía idea de por qué lo estaba haciendo el gordito y menos aún de por qué me estaba dejando y hasta gustando.
Me la siguió jalando y luego se bajó a mamarmela, UUUUFFFF, mega rico, no le aguanté mucho, si acaso unos dos minutos y me vine en su boca, nunca me había pasado algo parecido y mucho menos en un baño público.
Me vine, me la dejó bien limpiecita y me dijo «cuando quieras aquí estoy tales días de tal a tal hora.
Tiempo después regresé pero no estaba el gordito, me puse a orinar y de pronto oí ruidos no normales en los cubículos. Cabe mencionar que los cubículos estaban divididos solamente por plexiglas semi transparente, así que se alcanzaba a ver casi todo. un vato en el cubículo de enmedio estaba empinado recibiendo una buena cojida por el GH así que yo saqué la verga por el otro GH y me la estubo mamando delicioso, chingonsísimo hasta que me vine en su boca.
Después seguí llendo a ver que rollo y SIEMPRE había acción, cojí, me cojieron, mamé me mamaron y siempre fue algo delicioso hasta que los cerraron.
Ni modo
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