Smart Fit Zentralia Churubusco

Otoño de 2019, antes dE la pandemia. Tenía una vida sumamente sedentaria, trabajaba más de 9 horas sentado, me dolían las piernas y las nalgas de estar todo el día en una silla trabajando. Decidí meterme al gimnasio.

Al salir de la oficina tomaba el expreso dirección Aeropuerto, y me bajaba frente a la plaza alrededor de las 5-6 de la tarde, solía entrenar más de 2 horas pues no tenía nada que hacer al llegar a casa.

No tengo duda que los músculos de hombres y mujeres me excitan, mis ojos volteaban a todos lados todo el tiempo, de forma discreta veía sus bíceps, pectorales, pantorrillas y nalgas. Me llegaba a masturbar dentro de las regaderas.

En esa época era novato en el gimnasio, estaba bofo y me esforzaba en el cardio dejando de lado la fuerza.

Mientras hacía las repeticiones en un aparato siento una mirada de un joven, quizá un poco más grande que yo, el tendría 28 y yo 23. No era el hombre más marcado del gimnasio pero reconozco que tenía unos brazos y hombres fuertes, piernas grandes y glúteos en su lugar.

Me serví agua y me seguía la mirada. Sentí un poco de vergüenza porque me seguía viendo constantemente. Yo no me considero guapo, y la barba regularmente la tengo desarreglada, pensé que su mirada era para juzgarme.

Decidí terminar, estiré y me dirigí al vestidor para después meterme a bañar. Veo que terminó al mismo tiempo y entró a los lo lockers después de mi.

Recuerdo que a esa hora empezaba a llenarse el gimnasio, empezaban a llegar pero las regaderas estaban vacías.

Abro la regadera y escucho que se meten al Cubículo de enfrente, no le tomé importancia, no vi que me siguiera el chico que me tiraba las miradas.

No tardaron 40 segundos, cuando me tocan la puerta, tardé más en abrir que en cuanto se mete el chico y me tira un beso, cierra la puerta y mi corazón empezó a bombear bien machín, peor que los burpees.

El Cabron estaba desnudo, pectorales duros, venas marcadas en los brazoz, “V” en el abdomen y unas nalgas peludas y duras, todo un macho.

Al terminarse el agua, apretó de nuevo para hacer ruido y me puso el dedo en la boca para que no hiciera ruido. Se arrodilló y mi chupó la verga, me revolotee porque me encanta que me mamen el pito.

Lo levante y le empecé a mamar las tetas, las axilas y muestras lo hacía, apretaba su espalda, dura y tonificada.

Me empezó a masturbar y me pidió hacerle lo mismo, una verga clara, venuda y un poco grande, linda y cabezona.

Estábamos súper excitados.

No cogimos, seguimos mamando y chupando como 5 minutos hasta que me pidió venirme, se agachó y me pidió echarlos sobre su cara.

Estuvimos a punto de que nos cacharan cuando salió a los 5 segundos entró alguien a las regaderas.

Quedé en Shock, no podía creer lo qué pasó, repito, no me considero guapo ni de buen cuerpo pero el Cabron me hizo sentir como si fuera todo un adonis, me sentí deseado. Nunca me imaginé que una persona de tan buen cuerpo y buen ver me tratara como tal.

Me limpié sus mecos echados en mi pierna y traté de salirme rápido, para no levantar sospechas y verle cambiarse.

Pantalón de mezclilla pegado, botas cafés, playera manga corta “v” y olgada, se pone encima una chamarra de piel y casco.

No mames lo que me acababa de pasar.

Salí tras él y bajó las escaleras rapido, se dirigía al estacionamiento, quería buscarle y pedirle su contacto para repetir o no sé.

Me dio otra vez vergüenza y dejé de seguirle pensando que no quería repetir conmigo.

A partir de ese día empecé a ver mi cuerpo de forma distinta, empecé a apreciarme y darme cuenta que mi cuerpo era similar a cuerpos como los que admiro.

Jajaja pero llegó la pandemia y mucho de mi progreso quedó atrás. Hoy cargo más que en esas épocas, tengo mejor técnica pero las dudas y las inseguridades me persiguen