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Fue el transporte público. Una noche, subí a un vagón de autobús articulado y quedé de pie frente a un sujeto. Estaba muy lleno el lugar y el tipo empezó a rozar su mano en mi verga, mi primer pensamiento fue que sucedió por error, por lo apretado del viaje, pero continuó, el roce se convirtió en apretones y talladas, me desconcerté mucho, por que el hombre era viejo y también prefiero las mujeres. Hasta la fecha no me siento atraído por hombres, ni para un beso, pero la sensación morbosa, la emoción con adrenalina y el sutil exhibicionismo que implica un anónimo y muchas veces invisible manoseo me prendieron cada vez más, así que tras la inocentada inicial, en otros viajes yo mismo me acomodaba y por intuición veía qué hacer. Mi pensar es que, me gusta ser masturbado, no importa de quien sea las manos y la boca, y eso me ha dado algunas aventuras, varias corridas públicas bajo los pantalones, acompañar a un chico a un baño para que me terminara sin el estorbo de las prendas o incluso la última, un cínico que me sacó la verga y me la jaló enfrente de todos, en la puerta del último vagón, yo solo miré hacia arriba y lo demás dejó de importar.
Alguno conoce la App Cruising? Tiene como logo la silueta amarilla de un alce en un fondo café. La he descargado un par de veces, pero no es muy usada, tiene potencial.
Para hacer uso de los espacios se requiere membresía, creo. Pero una vez fui por un evento que se hizo en su auditorio y a lado están unos baños, entré para tomar toalla de papel y secarme la cara antes de entrar al auditorio y por lo que percibí, también estaban los lockers y regaderas, había varios sujetos ahí. Cuando todo terminó pasé de nuevo para orinar, mientras me lavaba las manos vi por el espejo un hombre en toalla acercarse, me vio por el reflejo y se quitó la toalla, pero era como ver a Ghandi en cueros, nada agradable. Aunque me hizo pensar en que quizá haya acción. ¿Conocen el lugar?
Una vez me quedé en un hostal en la colonia Roma, mi habitación estaba en el segundo piso del edificio, pero en relación a la calle, era solo «medio» piso y la ventana daba a la esquina, tiene un balcón. Aquella noche me desnudé y abrí las ventanas, de vez en cuando me masturbaba, en especial mientras pasaban chicas y chicos que volvían de la juerga. En algún momento un auto pasó y el chavo que iba atrás me vio todo lo que pudo mientras cruzaban. Los mosquitos fueron un martirio, pero fue una sensación chingona. A veces mientras camino por la noche de vuelta a casa, me la saco y sigo andando con la verga rebotando. También me gusta masturbarme con otras personas por chats de video aleatorio.
Por horarios de ese entonces, (hace dos años) pasaba algunos ratos a la semana sentado en los jardines del Forum, los que están entre el Museo y la Biblioteca, era un lujo ver varias de las chicas y de los chicos que estudian ahí, en el campus de la Universidad de Guanajuato (¿Hay alguno aquí? Seguro te observé). Varias personas, más hombres, pasan el tiempo también en las bancas o el pasto, pero ni idea de cómo averiguar quién jalaría en un lugar tan amplio (¿ustedes?). También pasaba a los baños de arriba del Stadium, pero a esas horas que iba (11 am) estaba muy solitario, pero bien checado por guardias y gente de aseo, recuerdo leer en otro foro que alguien no recomendaba el lugar, dejé de ir no solo por la pandemia, también porque ahí me encontré un conocido y fue incómodo jaja.
Logan_bisex, bicuriosoleon Pasé hace unos días y no hay baños en la segunda planta.
Santiafoqe34, da click en Conoce el lugar.No sé que tan útiles sean los baños de ahí. Una vez que fui una guardia entró tras de mí, supongo que se fue, yo solo iba a orinar. Pasé un par de veces más a ver qué pasa, pero es muy solitario.
En el parque puede ser difícil, porque hay guardias o policías en moto. Pero la vez que fui pasé al baño y el cuate que limpiaba me saludó y sonrió, pero se salió. El mignitorio es de los largos sin separación y ahí me la jalé, dispuesto a que si volvía se la iba a ofrecer, pero llegaron unos niños y me metí a un cubículo a terminar lo mío.
Esos baños de Paseo Morelos están perfectos, pero entre enero y marzo fui unas cuatro veces a medio día y siempre estaba un guardia adentro de un cubículo, lo descubres porque apesta el baño a cigarro y se escucha su radio. No se si es una coincidencia bien cabrona o ese bato ahí se la vive.
