Todos los lugares de Cruising Gay en México

Antonio1975

Respuestas de foro creadas

Viendo 16 entradas - de la 21 a la 36 (de un total de 36)
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  • en respuesta a: Maduros Vs Jovenes #95889
    Antonio1975
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    Puntos: 225

    Yo soy maduro de 45 años. Mis mejores experiencias han sido con jóvenes, tanto como activo como pasivo. Muy jóvenes no tanto por que creen que por tener pito pueden cobrar, para mí la edad ideal es entre 20 y 35.
    Durante tres años tuve novio de 19 con un fierrote igual (de 20 cm). Las cogidas eran deliciosas él a mi o yo a él y nos llevábamos muy bien, lástima que terminó. No niego que tengo fantasías de tener un chavito de 15 o 16 en la cama pero lo seguro es que se mantenga como fantasía siempre.
    Y curiosamente, los jóvenes que gustan de maduros se ponen super cachondos y me encanta que me cojan en todas las posiciones y que aguanten un buen rato antes de llenarme de leche.

    en respuesta a: Primera vez #95674
    Antonio1975
    Participante
    Puntos: 225

    Pues tuve dos primeras veces. Con un amigo de mi hermano que se quedaba a dormir en la casa los sábados.

    Un sábado que mis papás salieron de viaje yo me quedé en su cama viendo la TV hasta tarde. A media noche me despertó sentir que me acariciaban las nalgas por encima del short. Luego de un rato me di la vuelta y me acariciaba la erección. Tomó mi mano y la llevó hasta su verga. Estaba enorme para mi, supongo unos 18 centímetros pero bastante gruesa y cabezona.

    Me puso a mamársela e hice lo que pude. Difícilmente podía meterme la cabeza en la boca, pero hacía lo que podía y le pasaba la lengua por toda la cabeza mientras trataba de masturbarlo. Me dijo «me voy a venir» y justo cuando me hice un poco hacia atrás me llegó el primer chorro contra la cara. Me sorprendió y abrí la boca. Terminé con la boca y la cara llenas de leche, me tragué todo y le lamí la cabeza para limpiarlo todo.
    Así que durante un año, cada sábado me tocaba mamar y tomarme mi leche.

    Unos meses después de haber iniciado con las mamadas me inicié con mis compañeros. Primero Paco, luego Marcelo y al final Sergio. Paco fue el primero que me la metió y me encantó tenerla adentro, así que Marcelo y su hermano, Sergio y su primo, así como otros compañeros de la escuela me usaron como su putita durante 6 años

    en respuesta a: Hiperespermia | hombres que eyaculan mucho #95666
    Antonio1975
    Participante
    Puntos: 225

    En prepa tenía un amigo (Mario) chaparrito con un vergón impresionante, unos 20 centímetros, gruesa y cabezona.

    La primera vez que me cogió me sorprendió la cantidad de semen que me salió del culo, pero la verdadera sorpresa fue la primera vez que se vino en mi boca. No me pude tragar todo, me llenó la boca y se me salía por los lados aunque le di varios tragos para comerme todo.

    En otra ocasión se vino cobre mi cara jalándosela y me llenó no solo la boca sino la cara de semen, una cantidad impresionante de leche. Delicioso coger con él y mamársela.

    en respuesta a: Relatos de estudiantes o en la escuela #95665
    Antonio1975
    Participante
    Puntos: 225

    En el último año de preparatoria, al final del curso, hicimos un viaje un grupo de amigos y amigas. Éramos 4 hombres y 8 mujeres. Dos de los hombres íbamos acompañados por nuestras novias y las mamás de las novias.
    Visitamos Acapulco por una semana completa, rentamos una casa que tenía dos pequeños departamentos. Los hombres tomamos el pequeño que tenía dos pequeñas recámaras con dos camas individuales cada uno; y las mujeres tomaron el grande con tres recámaras y sofá cama en la sala. Todo el intercambio social era en el depa grande con las mamás como «testigos» y el depa pequeño era solo para «dormir».
    Yo era el conductor designado y no bebía hasta regresar a la casa a descansar. Llegamos el domingo y la salida era el siguiente domingo. Cabe aclarar que mi mejor amigo Oscar y yo, ambos con novia, teníamos sexo muy seguido. Como las chicas no soltaban prenda había que bajarse la calentura de alguna manera. De los otros dos amigos a uno ya se la había mamado un par de veces y el otro no se había dado la oportunidad.
    Yo estaba encantado con el acomodo de cuartos, la hora del baño y de dormir era mi preferida. Como era baño compartido tenía oportunidad de ver nalgas peludas y vergas semi-erectas a la hora del baño, sin faltar el apretón de nalgas cuando te rasurabas o lavabas los dientes en calzoncillos. Yo, sin pudor, me mostraba desnudo frente a todos y hasta con la erección, el resto trataba de ocultar su erección bajo el diminuto calzón.
    Lo primero que instituimos fue el dominó antes de dormir, la apuesta era de cigarrillos. Cada 10 puntos era un cigarro que había que pagarle al ganador. Como yo no ponía atención al juego por andar viendo paquetes y nalgas en calzoncillos perdía cada juego. Al terminar el juego nos íbamos a dormir y aprovechando la oscuridad me cambiaba de cama para darle una buena mamada a Oscar antes de dormir.
    El jueves fue día de antro y regresamos pasadas las dos de la mañana. Y como era de esperarse se armó la jugada antes de dormir, dos o tres juegos para recargar cigarros para el día siguiente. Mis tres compañeros venían bastante pasados de copas, le siguieron con cerveza en el juego. Fueron solo tres juegos y aunque tomé cerveza no alcance a los borrachos.
    Terminando el juego nos fuimos a la cama. No me sorprendió la prisa que tenía Oscar para apagar la luz pues andaba muy cachondo y le urgía darme leche. No espero a que yo fuera a su cama, se acostó en la mía después de quitarse la trusa y tan pronto tocó su cabeza la almohada, me tomó de la cabeza para bajarme a mamar.
    Su verga era un poco curva hacia abajo de unos 17 centímetros, sin circuncisión y con mucho precum. Desde primero de prepa que nos conocimos se hizo costumbre mamársela una o dos veces por semana. De cajón en su casa regresando del antro y de vez en cuando en la escuela cuando andaba cachondo. Otras veces me invitaba a comer a su casa y mientras su hermano nos dejaba solos para ir a recoger a la hermana menor a la escuela, nosotros aprovechábamos para intercambiar mamadas. Así que ya como buena costumbre me bajé a mamársela y saborear todo el precum que traía bajo el prepucio.
    La cosa fue que luego de venirse en mi boca y comerme toda la leche le dieron ganas de usar mi culo. Así que me puso en cuatro, me lamió el culito unos momentos y luego me la dejó ir hasta el fondo. Yo le decía que no hiciera ruido pero era imposible, medio pedo y cachondo me daba duro y hasta el fondo.
    Me dio la vuelta, puso mis piernas en sus hombros y me dejó caer todo el peso y su verga hasta el fondo. Mientras me cogía despacio me metía la lengua en la boca y también me escupía en la boca, no sé que por que eso le calentaba. Luego de un rato de cogerme despacio me puso nuevamente en cuatro para darme mas duro y terminar en mi culo. Me tomó de la cadera y me la empujaba hasta el fondo mientras pujaba y me llenaba de leche el culo. Yo con el culo al aire pero la cara clavada en la almohada gemía quedamente disfrutando la cogida.
    Se sentó en la cama mientras me acariciaba las nalgas y metía su dedo en mi culo cuando nos sorprendió Héctor, un chico flaco, alto, y bastante guapo de barbilla afilada y ojos penetrantes. “Hasta que acabas wey, nos ves que hacemos fila?”
    Yo saqué la cabeza de la almohada y volteé a mirar la puerta en la oscuridad. Héctor y Mario estaban parados en la puerta viendo lo que hacíamos Oscar y yo mientras se jalaban la verga. No lo dudo ni un segundo, Héctor se dejó venir hacia mí y me tomó de la cara jalándome para meterme le verga a la boca. La suya era de unos 17 centímetros y un poco curva hacia arriba, bastante gruesa en la base y no tanto en la punta.
    Mamársela a Héctor era un reto pues no podía hacer garganta profunda tan fácilmente con la curva hacia arriba y lo dura que se le ponía. Eso no lo detenía, me la empujaba hasta el fondo hasta que sus huevos rebotaran en mi barbilla. Me tuvo así un par de minutos hasta que Mario se animó a acercarse. Vaya sorpresa que me llevé, siendo el mas bajito de todos (medía como 1.68) tenía la verga mas grande de todas. Unos 19 o 20 centímetros yo calculo y bastante gorda, cabezona y con dos enormes huevos que colgaban por debajo.
    Me costó un poco, pero al final terminé haciéndole garganta profunda y disfrutando cada centímetro de esa hermosa verga. Cuando Héctor se dio cuenta que me había engolosinado con la verga de Mario se fue al otro lado de la cama y se acomodó detrás mío, me pasó la mano ensalivada por el culo y me la dejó ir hasta el fondo. Me dolió un poco, pero con semejante trozo en la garganta no pude ni quejarme.
    Héctor no duró mucho, andaba tan cachondo que en un par de minutos me estaba llenando de leche el culo. Pero como seguía caliente no me la sacó y me siguió cogiendo mientras yo mamaba. Al final se vino dos veces dentro y luego se despidió para irse a su cuarto. Mario me la sacó de la boca para cogerme. Me pidió que me acostara en la cama boca abajo y él se subió encima. Mientras tanto Oscar ya roncaba desnudo en su cama.
    Le pedí que lo hiciera despacio y así lo hizo, sentado en mis piernas puso la cabeza contra mi culo y poco a poco empujó hasta que estuvo dentro. Luego empujó despacio pero de manera continua hasta que la tuve toda adentro. Comenzó a moverse y al cabo de un par de minutos se recostó encima de mí y comenzó a besarme la espalda y la nuca mientras me cogía despacio y sin prisas.
    Un par de minutos después me dijo “me voy a venir” y yo solo gemí afirmativamente. Me la metió hasta el fondo y sentí como temblaba del orgasmo. Se quedó quieto un minuto y luego dijo “que rico culo tienes, todo calientito” y comenzó a moverse de nuevo. Al cabo de un rato me pidió darme la vuelta y me cogió con las piernas en sus hombros y el hincado. En esa posición el masaje a la próstata fue demasiado y casi sin tocarme me vine sobre mi abdomen mientras el me agarraba de los muslos y me la metía hasta el fondo. Al final se volvió a venir dentro y cuando terminó me la sacó, bajo mis piernas y se echó encima para besarme en la boca.
    Yo me levanté al baño y me sorprendió la cantidad de semen que salía de mi culo. Terminé de lavarme en la regadera y luego regresé a mi cama que ya estaba sola. Me acosté así desnudo y me quedé dormido, eran pasadas las 4 de la mañana.
    No sé que hora era por la mañana pero me despertó una presión fuerte contra mi culo, cuando voltee a ver quien era mi culo cedió a la presión y la verga de Mario entro y de a poco se fue hasta el fondo. Intenté moverme pero terminé de lado con la verga de Mario bien adentro. Al cabo de varios minutos finalmente terminó, me besó y se fue a bañar. Pude ver que eran pasadas las 10am. Sin ir al baño intenté dormirme nuevamente pero llegó Héctor y subiéndose encima de mi me la metió hasta el fondo. Cuando terminó me levante al baño y mientras me lavaba en la regadera entró Oscar y se metió al baño conmigo. Me cogió contra la pared hasta venirse.
    No tengo que aclarar que el resto de los días me la pasé feliz cogido y lleno de leche en boca y culo. Mario resultó ser lechero, una cantidad enorme de leche en cada orgasmo, sin importar si era la primera, segunda o tercera vez siempre soltaba enormes chorros de leche.
    Cuando regresamos a casa pensé que se había acabado pero fueron tres meses que al menos dos o tres veces por semana nos juntábamos en casa de Héctor o de Mario a “jugar dominó”, una feliz despedida de fin de cursos y fin de prepa.

    en respuesta a: CASADOS #42099
    Antonio1975
    Participante
    Puntos: 225

    Ahora ya casado sigo con el gusto por la verga. Hace unos días comencé una remodelación en la casa. Le hablé al contratista de confianza y él trajo a su equipo. Venía un muchacho de unos 24 años no muy alto, robusto con algo de pancita y sonrisa de niño, nada feo el muchacho. De cabello casi rapado, trompudillo y casi lampiño por lo poco que dejaba ver. Usa unos shorts hasta la rodilla pero están rotos en ambas piernas, los agujeros continúan hasta unos centímetros arriba de donde comienza la bolsa del pantalón, así que trae las bolsas de fuera.
    Desde el primer día noté unas miradas coquetonas y una sonrisa pícara del werco, mas cuando me cachaba viéndole las piernas o la panza en algunos momentos en que se sube la camisa para limpiarse el sudor. Un camino delgado de vello que inicia en el ombligo y se pierde en el borde del pantalón que deja ver el hueso de sus caderas.
    Enyesaron un closet que tengo en la planta alta y como estaban trabajando arriba les dije que podían usarlo para cambiarse. En varias ocasiones me ha tocado verlo en sus boxers cuando se cambia, con el pretexto de revisar el trabajo en la planta alta me voy antes de que suban a cambiarse para irse y siempre sube el primero. Se cambia la ropa sin cerrar las puertas del closet dándome chance de verlo en puros boxers, se ve muy rico. Se sonríe por que sabe me gusta y se toma su tiempo para enseñarme el paquetote que se carga. Yo trabajo en la planta baja y cuando bajan por la escalera tienen chance de ver mi pantalla de la computadora en la que a veces tengo porno gay. Cuando él baja o sube dejo lo que esté viendo y cuando algún otro baja o sube cambio la pantalla a otra cosa. Con mi esposa en la misma habitación que yo difícilmente se puede hacer algo mas que una mirada rápida y listo.
    Afortunadamente esta semana mi esposa tuvo que hacer algunas vueltas de su negocio y me quedé solo en la casa supervisando los trabajos. Ese día solo eran tres los que trabajaban, el pintor y sus dos ayudantes, Oscar el guapito era uno de ellos. Mientras pintaban arriba, Oscar bajó y se quedó parado en el descanso de la escalera viendo mis videos porno gays, yo sin verlo directamente sabía que ahí estaba viendo. De reojo veía como se acomodaba el paquete, así que voltee, le sonreí y le hice señas para que se acercara. Se paró a un lado mío y comenzé a tocarle las piernas, primero debajo del short, luego a través del agujero del short y fui subiendo la mano hasta que desapareción detrás de la tela de bolsa y comencé a sentir el boxer. Le acaricié el paquete por encima del boxer y se notaba de muy buen tamaño y casi completamente duro. Se la apreté varias veces y empujaba la cadera entrecerrando los ojos, así que le metí la mano por debajo del boxer y me encontré con sus bolas sudadas y grandes, colgando muy abajo por el calor. Luego me enfoqué en su erección y pude notar que no era circuncidado y tenía muy mojada la cabeza. Le bajé el cierre del pantalón y le saqué la verga que me metí a la boca de inmediato. El olor y sabor a sudor y restos de orina era intenso, delicioso. Me tomó de la cabeza y comenzó a cogerme la boca y su verga se iba fácilmente hasta mi garganta, unos 18 centímetros de verga gruesa.
    Lo estaba saboreando y disfrutando su verga en mi garganta, hubiera querido mamarle los huevos pero no podía, así que me enfoque en mamarsela y acariciarle las piernas. No duró mucho, en manos de 3 minutos me tomo la cabeza con las dos manos y me la empujó hasta el fondo con una respiración agitada y tratando de no hacer mas ruido. Toda su leche en mi garganta, solo saboree las últimas gotas cuando me la sacaba y le exprimía la verga en mi lengua. Unos momentos después se escuchó el grito de «Oscar!» del pintor. Se acomodó la verga semierecta y se fue a trabajar.
    Transcurrió el día y ya para la hora de salida me fui para arriba y me metí al baño, me senté en la taza con todo y ropa y esperé. Un par de minutos después, que se me hicieron eternos, escuché los pasos y luego se asomó por la puerta. Me hizo la seña con la cabeza y le señalé que entrara. Se trajo su ropa, cerró la puerta y se quitó los pantalones. Me sorprendió ver que tenía una erección como la de la mañana. Se acercó a mi y le bajé los boxers, mi hinqué frente a él y metí la cara debajo de sus bolas. El olor era intoxicante, sus bolas todavía húmedas del sudor y yo aproveché para saborearlo todo. Sus boxers esaban en el piso y sacó la pierna levantando el pie y poniéndolo sobre la taza. Eso me dió acceso completo a su entrepierna, le lenguetee todo desde poco antes de culo hasta las bolas. Me las metí a la boca con dififultad y luego comencé a lamer su verga hasta llegar a la punta y metermela toda a la boca.
    Mis manos acariciaban y abrazaban sus piernas que me fascinan, musculosas y marcadas con vellos hasta la rodilla y luego lampiñas, sus nalgas totalmente libres de vello, redondas y musculosas. Le levanté la camisa y se la quitó así que pude lamerle y besarle el abdomen, las tetillas y al final plantarle un beso de lengua en la boca. Comenzó a desabrocharme el short y yo solo lo empujé con todo y boxers al piso. Se hincó y me chupó las bolas y luego se metió mi verga en la boca, que rico la mama el chamaco.
    Luego me dió vuelta y me empujó para que me inclinara un poco asi que puse las manos contra la pared y pare el culito. Sus manos abrieron mis nalgas y su lengua se metió en mi culo y comenzó a hurgar muy adentro. Eso me prende cañon y lo único que podía hacer era empujar mi culo contra su cara y con una mano abirme mas una nalga para sentir su lengua entrar y salir de mi culo.
    Se paró, se ensalivó la verga y sin decir nada la puso contra mi culo y yo comencé a empujar hacia atrás sintiendo como se metía su cabeza y luego de un empujón me la dejó ir hasta adentro. Como si no hubiera mañana me tomó de la cadera y me dió verga con cogidas fuertes y hasta el fondo. Yo me sostenía con una mano y con la otra me la jalaba despacio, no quería terminar rápido para poder disfrutar la rica cogida que me estaban poniendo. Me la sacó, me levantó la pierna para poner el pie sobre la taza y se hincó para mamarme el culito otra vez. Me la jalaba con la mano y sentía su lengua recorrer la parte de atrás de mis bolas.
    Luego se puso de pie y me la volvió a meter. En esa posición sentía que se iba mas adentro. Ahora me cogía despación pero hasta el fondo. Luego me dijo «¿dónde los quieres?» y le dije lo único que se puede decir en esa posición «adentro» y aceleró el paso con metidas duras y firmes hasta que me lleno el culo con su leche. Me abrazó todavía con la verga adentro y me dijo «estás bien rico apa». Luego me la sacó, me dió la vuelta y se hincó para mamarmela. La sensación fue tan intensa y rica que me vine muy rápido y como buen chico se tragó toda la leche. Luego se puso de pie y me dió un beso de lengua largo y delicioso mientras su mano jugaba con mi culo y removía algo de la leche que me había dejado.
    Luego lo vi vestirse mientras sonreía nerviosamente, me dijo que ya se iba y me despedí de él con un beso de lengua. «Nos vemos mañana de nuevo» le dije y le apreté el paquete. Eso fue el martes, hoy es sábado y me ha dado a mamar y me ha cogido todos los días, parece tarea y me encanta. Va a ser un fin de semana muy largo esperando que regrese el siguiente lunes.

    en respuesta a: Campamentos juveniles #40085
    Antonio1975
    Participante
    Puntos: 225

    Antes de iniciar el último año de prepa, yo tenía 16 años recién cumplidos y nos fuimos un grupo de amigos de campamento. Héctor, Oscar y yo compartimos casa de campaña y había otras dos casas de campaña. Nos fuimos un jueves por la mañana y regresamos el domingo en la noche. Era un lugar por la Marquesa pero no recuerdo bien donde exactamente, solo me acuerdo que hacía un pinche frio del demonio.
    Tanto era el frio que juntamos dos bolsas de dormir y las hicimos una bolsa grande, y la tercer bolsa de dormir la pusimos encima con unas cobijas debajo de la bolsa de dormir por que el piso estaba helado.
    Con Oscar ya había tenido una experiencia muy rica que luego contare en otro foro, y de la que no había pasado mucho tiempo, unas dos o tres semanas. Con Hector nunca nada pero me encantaba que tenía un cuerpo así flaquito, era alto y unas manotas enormes.
    Todo el día fue de caminar, juntar madera, preparar las casas de campaña, hacer una caminata y comer. Ya como a las 11 de la noche Hector se fue a dormir por que tenia mucho frio y una media hora después Oscar y Yo nos fuimos a dormir. Yo solo me quité los pantalones y la sudadera y me metí en medio de los dos. Hacía frio asi que Oscar y yo hicimos cucharita, me abrazó desde atrás y me arrimo todo, me acariciaba y empujaba su verga dura contra mis nalgas. Me encantaba aunque lo tratabamos de hacer sin ruido y despacio para no despertar a Hector pero no sabiamos que él estaba despierto. Luego de un ratito nos dijo «pues que chingados hacen que se mueven tanto?» y le dijimos que nos juntamos por el frio «y no invitan culeros!» nos dijo. Así que le dije que se arrimara conmigo y listo. Quedamos de frente y lo jalé hacia mi pero lo agarré de las nalgas. Para mi sorpresa estaba en trusa y camiseta.
    «Por atrás se pide pero por delante se despacha» me dijo y me agrarró la mano y se la puso encima del paquete. Que para mi sorpresa era un paquetote. «Bueno, si tú dices» y sin dudarlo lo acaricié y le apreté la erección que ya tenía. «Alguien está contento» le dije y me reí.
    Yo no me esperaba que fuera asi tan abierto como para dejarse manosear, mucho menos para lo que pasaría después. Me dijo que siguiera, que ya se estaba calentando. Y yo seguía medio masturbandolo por encima de la trusa. El comenzó a acariciarme la verga igual que yo a él pero se topó con la mano de Oscar así que se movió a mi trasero entre que me agarraba las nalgas y le apretaba la verga a Oscar. Luego de un rato así le jalé la trusa y metí la mano para sentirlo bien y wow, que rica vergota. Completamente recta, cabezona, gruesa y de unos 17 o 18 centímetros. El no se quedo solo y me jaló el boxer para abajo dejando mis nalgas al descubierto y luego le bajo la trusa a Oscar y sentí su erección contra mi trasero.
    Afuera de la tienda de campaña solo se oía a los tres papás que nos acompañaban, todo el resto de amigos estaba ya en su bolsa de dormir.
    Hector tenía su cara frente a mi y comenzó a besarme metiendo su lengua en mi boca. Luego me tomó de la cabeza y me jaló hacia abajo, yo no opuse resistencia y me bajé a mamar. Que verga tan deliciosa tenía Hector. El se puso boca arriba disfrutando la mamada de campeonato que le di. Mientras Oscar me empujaba con su verga que no entraba pero hacia el intento. Me puso saliva con la mano y por fin comenzó a entrar.
    Así me cogieron la primera vez, Oscar con movimientos despacio pero hasta el fondo y yo atragantandome hasta la garganta con la verga de Hector. Finalmente Hector se vino en mi boca y vaya que se vino, buena parte de la leche se salió de mi boca, no me dio tiempo a tragarme todo pero luego de terminar de tragar le lamí hasta la última gota que sentí.
    Me levanté por que tenia calor y Hector comenzó a besarme y masturbarme mientras Oscar aceleraba un poco el paso y terminó llenandome el culito de leche. Hector quería hacerme venir pero le dije que no, que me esperaba al segundo tiempo.
    Así nos quedamos dormidos, yo boca arriba y cada uno a mi lado con sus piernas encima de mis piernas.
    No sé que hora era, pero fue poco antes de amanecer, todavía muy oscuro. No se oían voces pero el viento y una ligera lluvia llenaban el ambiente en el exterior.
    Me despertó algo que se empujaba entre mis nalgas, era Hector que empujaba su erección sin atinar a mi culo. Yo estaba sobre mi lado abrazando el pecho de Oscar. Me ensalivé la mano, le mojé la cabeza a la verga de Hector y la acomode justo a la entrada. El solo comenzó a empujar y no se si estaba abierto o traía la leche de Oscar pero entró sin problema, despacio pero hasta el fondo. Que delicia de verga, dura como roca y recta entraba hasta el fondo.
    Me estuvo cogiendo despacio un buen rato mientras yo acariciaba a Oscar, le agarraba la verga y los huevos que colgaban. Finalmente desperto y tardo un poco en entender pero al final se dio cuenta que Hector me cogia. Su verga reaccionó muy rápido y se puso dura. Me baje y me puse a mamar. Asi me cogieron la segunda vez, Hector llenandome el culo de leche y Oscar llenandome la boca de leche. En algún momento de la cogida de Hector, el golpeteo contra mi prostata fue demasiado y me vine sin tocarme.
    Antes de volver a dormir nos acomodamos la ropa interior y yo me dormí boca abajo.
    En la mañana desperté y estaba solo. Me vesti, tome mi cambio de ropa y me fui a las regaderas a bañarme.
    La noche del viernes no fue diferente. Lo único que cambió es que el que se fue a dormir primero fui yo y pensando en facilitar las cosas me dormí desnudo de la cintura para abajo y boca abajo. Hector me despertó lengueteandome el culo y luego subiéndose encima para metermela. Esta vez fue mas rápido, yo abriendo las piernas y ellos dos cogiéndome hasta venirse dentro. Luego a dormir, al menos un rato pues igual que la noche anterior, antes de amanecer me dieron la segunda cogida. Esta vez Oscar me cogió de lado y Hector me puso las piernas en los hombros y luego se echó encima de mi hasta dejar mis rodillas en mis hombros. Su verga se fue super adentro y asi me llenó de leche.
    El sábado todo normal, ir a nadar al rio, excursión en grupo y al final la cena alrededor de la fogata. Ya en la tienda de campaña iniciamos con besos y faje entre los tres, luego me bajé a mamarsela a Hector y después a Oscar. El que me encantaba mamar era Oscar. Lo que mas me gustaba de él eran sus piernas, marcadas y musculosas con un par de nalgas redondas y grandes. Mientras me abrazaba a las piernas de Oscar para mamársela Hector me chupaba el culito y me dedeaba. Que grandes eran sus manos, y sus dedos largos. Me metía 2 dedos y se sentía delicioso, luego pasaba su lengua y luego regresaba a los dedos.
    Esta vez se hincaron uno a cada lado y así me pusieron a mamar y a cogerme en cuatro. Cuando se vino Oscar en mi culo cambiaron y se la mame hasta dejarlo limpio mientras Hector me cogia y me llenaba de leche. Ya nos íbamos a dormir y decidí ir al baño antes. Demasiado masaje a la prostata y tuve que ir a orinar.
    Los baños eran una hilera de mingitorios con una hilera de excusados, 4 de cada lado. Al otro lado de la pared 8 regaderas y al otro lado de otra pared al frente los vestidores y lavamanos.
    Me senté en el segundo privado, ninguno tenía seguro. Sin hacer esfuerzo comenzó a escurrir la leche de mi culo y comencé a orinar sentado. Estaba terminando de orinar y escuché pasos y luego se abrió mi puerta. Era un amigo del salón, Mario. Abrió mi puerta y me enseño la verga dura. «Hasta que te encuentro solo putito» me dijo y se metió. Sin darme tiempo a nada me puso a mamar.
    Ya en alguna ocasión se la había mamado durante el año anterior. No era la gran cosa su verga pero estaba rica, así que no le dije que no. Se la mamé y en poco tiempo me llenó la boca de leche.
    De vuelta a la tienda de campaña me dormí para despertar antes del amanecer con la verga de Oscar entrando en mi culo. El mismo me hizo que me agachara y se la mamara a Hector quien me dio la leche en la boca y Oscar en el culo.
    Cuando regresamos del viaje me quedé una noche mas en la casa de Oscar. Su cama hacía mucho ruido, así que bajamos el colchón y nos acostamos sin ropa. Esa noche me beso, me acarició y me hizo el amor, no solo me cogió. Se tomo su tiempo para hacerme todo y al final me dejó metérsela yo a él. En la mañana nos bañamos juntos pues estabamos solos y luego del baño volvimos a hacer el amor de nuevo. Eso marco ese último año de preparatoria, en poco tiempo me enamoré de Oscar y de su manera de hacerme el amor.
    Con Hector volvimos a compartir la cama y entre los dos me daban tremendas cogidas. Era uno de nuestros mejores amigos y a Oscar le encantaba ver como me cogían. De hecho, alguna vez me compartió con su primo, pero eso es otra historia.

    en respuesta a: CASADOS #39697
    Antonio1975
    Participante
    Puntos: 225

    Mi primera vez con un casado yo tenía 17 años recién cumplidos, acababa de llegar a Monterrey y estaba conociendo la ciudad. Era un martes o miércoles, una tarde cálida de verano como a las 5pm que paseaba por el centro de la ciudad. Pasé por unos cines gemelos que no recuerdo el nombre y en una de las salas estaban pasando Emmanuelle alrededor del mundo, una perlicula de softcore sexual muy famosa en esa época.

    Decidí probar suerte y como soy alto y fornido no tuve problemas para entrar. Habíamos no mas de 5 personas en el cine, grande y oscuro. Me senté en una orilla por que ahí se sentía mejor el aire acondicionado.

    En la misma hilera pero unas filas a mi izquierda estaba un señor de unos 35 años años, yo no sabía que era casado. En algún momento coincidimos la mirada y me sonrió amablemente y yo respondí de igual manera.

    Comenzó la película y aunque tenía pocas escenas sexuales yo me calenté de inmediato. A esa edad cualquier cosa te calienta. Así que disimuladamente me abrí el pantalón y lo baje a media pierna con todo y calzón. Usaba unos calzoncitos tipo tanga apretados pero cómodos. Me estaba pajeando levemente prestando atención a la pantalla y disfrutando mi mando en mi propia verga.

    Tan concentrado estaba que no me di cuenta que el señor se había movido y ahora estaba sentado a dos lugares de distancia. Mi primera reacción fue de cubrirme pero me di cuenta que también él traía la verga de fuera y hacía lo mismo. Así que con el morbo y la calentura a todo lo que da me volví a bajar el pantalón y calzón para seguirme pajeando. Lo único fue que ya no veía la pantalla, no podía dejar de ver al señor y su verga que se veía enorme y deliciosa. Solo traía la bragueta abierta y por ahí salía su verga.

    Unos minutos después me hizo la seña preguntando si podía moverse a mi lado y le dije que sí. Se sentó al lado y mi corazón latía a mil por hora. Me tomó la mano izquierda y la llevó hasta su verga, sin pensarlo ni una vez comencé a jalarsela y sentir su verga caliente en mi mano. Voltee a ver si alguien mas nos veía pero solo había una pareja en pleno faje mas adelante y al centro del cine y otras dos personas pero al otro lado de la sala.

    Se inclinó un poco y me preguntó si quería mamarsela y asentí con la cabeza. Se abrió el pantalón completamente y se lo bajó con todo y trusa hasta las rodillas, se recostó un poco y con su mano derecha me tomo del hombro y comenzó a moverme. Yo me bajé a mamar. El olor y el sabor de entre restos de orina y sudor me volvía loco. No era circuncidado y eso me gusta mucho. Comencé a mamarle la cabeza y en poco tiempo ya le hacía garganta profunda. Tenía cerca de un mes sin tener nada de sexo y tener una verga tan deliciosa en mi boca se sentía increíble. El me acariciaba la espalda con una mano y con la otra me tomaba del pelo y sin ejercer mucha presión me empujaba contra su verga, yo estaba literalmente en éxtasis.

    Su mano fue bajando por mi espalda hasta que comenzó a acariciarme el trasero, apretarme las nalgas y pasar sus dedos por mi raya. Sus manos eran grandes y se sentían calientes sobre mi piel. Eso me prendió muchísimo y sin pensarlo me acomodé para darle mas acceso. En poco tiempo ya tenía un dedo dentro de mi culo y eso me hacía mamar con mas ganas. No sé cuanto duró pero estuve un buen rato saboreando, mamando y dándole garganta profunda hasta que en medio de empujones de su cadera me lleno la boca de leche. No me quite hasta que me tragué todo y le dejé la verga limpia.

    Nos acomodamos la ropa por que vimos que alguien del cine hablaba con la pareja que estaba en pleno faje y luego de discutir algo los sacaron del cine. Me dijo que si no quería ir a un lugar mas cómodo y acepté. Cuando salimos de la sala se presentó, se llamaba Alfonso y por el dedo en su mano era casado. Luego me platicó que era casado pero que siempre le habían atraído otros hombres y ahora estaba experimentando. A un par de cuadras había un motel al que entramos, pagó y pidió una habitación por 3 horas. Ya en la habitación comenzó a besarmey acariciarme por todos lados, me desvistió y continuó besandome y fajandome.

    Me dijo que tomaramos un baño y nos metimos a la regadera. Ahí siguieron los besos, me bajó a mamar y luego me levantó para besarme y enjabonarme todo. Me puso con las manos contra la pared y me enjabonaba todo el cuerpo, yo me sentía tan excitado que la erección me dolía. Cuando llegó a mi culo comenzó a dedearme y luego ya tenía dos dedos adentro. Nos enjuagamos, nos secamos y me llevó a la cama donde me puso en cuatro en medio de la cama. Se puso detrás de mi y comenzó a besarme y chuparme el culo. Ufff…. ya no podía mas, era demasiada calentura. Sentía su lengua entrar y salir de mi culo.

    Me dió vuelta y me la mamó unos segundos para luego acostarse y hacerme que me sentara en su cara. Su lengua se fue muy adentro de mi culo mientras me abría las nalgas con las manos. Me agaché y comencé a mamar su verga semierecta hasta que estuvo bien dura. Le mamé los huevos y luego garganta profunda a su verga. Me dió la vuelta y me senté en su verga. Increíble la sensación de esa verga morena de unos 19 centímetros, gruesa, cabezona que se resbalaba en mi interior. Una vez que la tuve adentro comencé a movermepara sentir su verga entrar y salir de mi.

    No pasaron mas de 5 minutos cuando tuve un super orgasmo, me sacudía todo el cuerpo mientras el semen se chorreaba encima de su abdomen. Cuando terminé nos giro y quedé boca arriba en misionero, me subió las piernas y me cogió durisimo. Puso mis piernas sobre sus hombros y me hizo una U para besarme y metérmela hasta el fondo con empujones fuertes de su cadera.

    Me estuvo cogiendo así un rato mientras me besaba y le dije que me iba a venir de nuevo. Se enderezó y me abrió la piernas para cogerme mientras yo me masturbaba. Me vine de nuevo a chorros y al poco tiempo comenzó a gemir y se vino adentro de mi y luego se me echó encima. Sentía el peso de todo su cuerpo y su verga que poco a poco se resbalaba fuera de mi culo y su leche que goteaba hacia afuera.

    Se rodó y quedamos los dos en nuestras espaldas. Me platico de su esposa, que tenía hijos pequeños pero que siempre habia querido conocer a alguien como yo. Platicamos un rato y de a poco comenzó a acariaciarme el pecho, el abdomen, me besaba en los labios, me metía la lengua en la boca y asi hasta que nos calentamos de nuevo y me volvió a coger. Ahora me puso boca abajo y se subió encima, su verga se resbalo en mi interior sin encontrar resistencia. Me cogió con movimientos lentos pero metiéndomela hasta el fondo. Duró así una media hora, me besaba las orejas, el cuello, me metía el dedo en la boca, luego me volteba la cara y me besaba; yo solo levantaba el trasero con las piernas entreabiertas para sentir su verga completamente adentro de mi culo. No sé cuanto duramos pero al final se vino dentro de mi en la misma posición. Nos bañamos, nos vestimos, me dió el número de su oficina y me dió un raid cerca de mi casa. Nos despedimos con un beso de lengua muy profundo y largo. Todavía llegué a mi casa y cuando me fui a dormir me la volví a jalar recordando la experiencia.

    Luego de eso yo le hablaba por teléfono cuando tenía tiempo y nos poniamos de acuerdo. Nos veíamos en la esquina del hotel, cogiamos como conejos dos y a veces tres palos y luego cada quien a su casa. Nos veíamos una vez cada semana y me gustaba mucho, esperaba con ansia el dia de verlo para saborearlo todo, tus besos, sus manos, sus huevos, su verga y su leche. La verdad no esperaba nada de él, solo coger cada vez que se pudiera. Me encantaba como cogiamos y la manera en que me besaba, acariciaba y me hacía el amor.

    A veces me invitaba a cenar o a comer, inclusive fuimos al cine algunas veces. Duramos casi un año cogiendo. En una de esas veces me platicó de su hermano, que quería experimentar pero que le daba miedo y no sé como pero me convenció de hacer un trio para que su hermano aprendiera cogiendome. Me calenté pensando en tener dos vergas para mi solo y al final accedí.

    Su hermano tenía unos 28 o 30 años, se veía mas joven pero era diferente, se veía malandro. No me gustó pero como quiera nos fuimos al motel. La experiencia no estuvo buena, el hermano se puso demasiado dominante, y aunque me gusta que me digan cosas como «putita», «cómetela entera putito» y así, la forma en que lo decía no me calentaba, lo sentía como insulto. Fue bastante rudo dedeandome y forzandome a mamar, no solo me nalgueó, me dió una que otra cachetada y eso no me gustó.

    Al final me cogieron entre los dos, me usaron como muñeco sexual. Se vinieron en mi cara, en mi boca, en mi culo y hasta me orinó encima. La cosa fue que lo hizo como en forma de burla y me molesté demasiado. No dije nada pero una vez que me dejaron ya no les volví a llamar. No supe que pasó con Alfonso y la verdad si me dolió por que me gustaba mucho el primer casado con el que estuve.

    en respuesta a: PRIMOS. MI PRIMER ACERCAMIENTO GAY #38387
    Antonio1975
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    Yo ya había tenido experiencia sexual con amigos, pero cuando estaba en secundaria nos frecuentaba mucho una prima de mi mamá y con ella venían mis primos. Yo me llevaba con Daniel, el menor que era de mi edad aunque estaba un poco mas teto que yo; pero el que realmente me gustaba era el mayor, que tenía unos 16 años igual que mi hermano, Edgar. Era super guapo, de cabello lacio, ojos negros, delgado, marcado y de piernas velludas y musculosas.
    Daniel no era mal parecido pero se veía mas niño, rellenito sin ser gordo, tenía caderas y piernotas que me gustaban mucho. Por eso jugábamos mucho luchitas, me encantaba amasarle las nalgas tan ricas. Y cuando se quedaban a dormir, Daniel dormía en mi cama y Edgar en el piso. Nos fajabamos bien rico debajo de las sábanas, claro que él lo hacía mas jugando que otra cosa (creo) pero terminabamos los dos con tremendas erecciones, que luego él o yo nos la arrimabamos entre las nalgas pero sobre la ropa.
    Bueno, pues en una ocasión andábamos en la calle y ya era de noche, estábamos jugando bote pateado y en una de esas veces que corrí a esconderme pues resultó que quedamos Daniel y yo en el mismo lugar, atrás de unos arbustos pequeños de esos que parece arbolitos. Era una hilera como de dos metros, los dos quedamos paralelos a la hilera de arbutos pero yo quedé entre sus piernas con mi cara a la altura de su verga.
    Comencé sobandolo así como no queriendo y de volada se le puso dura, aunque hizo como que no quería no me quito de donde estaba y terminé sobando su verga por encima del pantalón. Luego jugando me tomaba de la cabeza y me empujaba contra su pene haciendo el sonido del beso (típico), y pues entre juego y juego le comencé a bajar la bragueta, le abrí el espacio del pantalón y le bajé el rinbros. Tenía una rica verga, un poco mas grande que yo y mas gorda, muy rica. Casi no tenía vellos y sus huevos colgaban bien rico.
    Se la comencé a jalar y lamerle las bolas. Luego me incorporé un poco y me metí su verga a la boca. Olía delicioso a jaboncito fresco y era tan suave que me daba miedo lastimarlo. Yo ta tenía experiencia mamando muchas vergas, así que me ocupé de lo mío. Se la mamé, le mamé las bolas y luego mientras se la volvia a mamar hasta la garganta me empujo toda la verga hasta adentro y comenzó a venirse.
    Casi todo en mi garganta pero alcancé a saborear su semen en la boca. Los espasmos de su cuerpo se sintieron muy intensos. Terminando la mamada y mientras él se arreglaba la ropa yo me levanté y seguí con el juego.
    Cuando llegamos a casa, nos bañamos, cenamos y nos pusimos a ver TV en mi cuarto. Mi hermano y Edgar se fueron con sus amigos al cine, así que Daniel y yo volvimos a nuestro juego. Esta vez le tocó a él mamar verga y fue su primera vez. Inexperto y todo pero se sentía muy rico. Como no estaba cerca de venirme le dije que si quería sentir algo bien rico y cuando dijo que si lo puse boca abajo, le bajé la pijama y los calzoncitos y le comencé a lamer el culito. De inmediato le gustó y paraba las nalguitas con cada lamida. Le metí la lengua lo mas adentro que pude y ya cuando no aguanté mas me subí encima y se la comencé a meter.
    Al principio se quejó pero estaba tan mojadito y suelto por la mamada de culo que terminé metiéndosela completa. En unos minutos le estaba dejando la leche adentro. Cuando terminé lo voltee y se la mamé de nuevo, en unos segundos me soltó la leche en la boca por lo caliente que estaba.
    El domingo en la mañana mi papá se llevó a mi hermano y a Edgar a comprar barbacoa para almorzar y Daniel me pidió que me lo cogiera de nuevo. Lo puse en la orilla de la cama en cuatro, le mamé el culito y se la metí hasta el fondo hasta llenarlo de leche.
    Luego me pidió metermela y pues lo dejé. No duró ni un minuto dentro de mi culo y se vino bien rico adentro.
    Esa fue el primero de muchos fines de semana sexuales con mis primos. En otra ocasión les contare de cuando yo pasaba los fines en su casa y Edgar me hacía su putita.

    en respuesta a: CASADOS #36762
    Antonio1975
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    Puntos: 225

    Pues yo soy casado aunque desde niño he sido bien caliente con los hombres. Me encanta ser la putita de otros hombres y sin llegar al bondage me gusta que me dominen en la cama, que me pongan como quieren, que me digan que soy su putita y todo eso.
    Cuando me casé pensé que dejaría la putería pero solo unos años, me gano la calentura y regresé a las andadas. Hoy tengo hijos de 25 años y hasta con sus amigos o compañeros de escuela me he cogido. Afortunadamente he logrado mantener el anonimato para mi familia y no saben ni que pedo.
    Hace tiempo me ligue a un chavo de unos 20 años por grindr, me dijo que tenía curiosidad de estar con un hombre maduro y casado así que decidimos vernos. Ya en la cama se puso dominante y aunque estaba chaparrito y delgadito (Yo soy grande) me trató como su putita y eso me calentó muchísimo. Estaba tan cachondo el chamaco que me metió dos cogidas super deliciosas. Literalmente me puso a mamar en todas posiciones y luego me la metió en todas las demás que se le ocurrieron. Ya en la regadera del motel me hincó para orinarme en la boca. Nos vimos varias veces aunque no tan seguido por que tenía novia. Como a los tres meses de haber empezado a vernos me lo encontré en una plaza con su novia, yo iba con mi hijo quien nos presentó como si no nos conociéramos. Fingió muy bien y todo sin pedos pero a la siguiente vez me agarró a vergazos en la cara (con la verga, obvio) y me nalgueo un buen rato, me llamó perrita, putita y muchas cosas mas; y al final me dió tres palos con leche en el culo.
    En otra ocasión, andaba en Liverpool buscando pedo y me encontré una verga larga y deliciosa. La idea era mamársela pero se sentía tan rica en mi garganta que terminé sentándome encima y él no se quitó, todo understall. Luego de un rato de rebotar contra su verga me lleno de leche y terminamos. Solo alcancé a ver unos tenis nike azul rey muy bonitos cuando se fue. Cuando yo salí estaba sentado en una silla en el pasillo de los baños, esperando para verme salir. Se puso de todos colores y yo también, era uno de los mejores amigos de mi hijo mayor que yo conocía de toda la vida. Al principio fue trágame tierra pero actué como el adulto, así que mantuve la calma, lo saludé y le agradecí la cogida tan deliciosa. Cuando nos despedimos me dijo que ojalá se repitiera.
    Y si, se repitió muchas veces pero ahora en un motel. Es el wey que me ha dado los palos mas largos de mi vida, a veces uno y a veces dos pero siempre dura 1 hora bombeandome el culo, a veces hace pausa para descansar o mearme en la regadera. Fácil nos metemos cuatro horas cada vez que nos vemos y siempre vale la pena. Dice que soy el único wey con el que coge por que no necesita mas batos, solo su novia y yo. ¿Eso me hace su novia putita? Yo creo que si.

    en respuesta a: Revisiones médicas #36753
    Antonio1975
    Participante
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    Pues hace tiempo fui a consultar cerca de donde está mi trabajo, era un doctor joven de unos 28 años, no muy alto, blanco, y simpatico, nada feo. Me dio tratamiento para la infecciónd de garganta y todo bien, pasaron unas dos semanas y en uno de esos días de calentura me animé a ir de nuevo al consultorio.
    No había nadie, me pasó a su consultorio y me empezó a preguntar cual era el problema. Le dije que un dolor en el bajo vientre asi que me pidió que recostara, me revisó y me pidió bajarme un poco el pantalón pero yo de caliente me lo baje a las rodillas con todo y calzones. La traía bien parada y mojada; no se sorprendió y se sonrió cuando le dije «Mire lo que provoca doc».
    No sé si en plan médico o cachondo me revisó los testículos y la verga como para darme algo de gusto. Luego le dije que sentía muy reseco en las nalgas y me dijo que me acostara boca abajo. Me revisaba las nalgas y la raya preguntándome donde era la molestia. Y le dije que sentía el culito muy reseco, tanto que hasta me dolía. Así que se puso un guante y con algo de gel comenzó a tocarme el culito preguntando «¿Aquí?» y yo le decía «Si, un poco mas adentro» y así hasta que tenía todo su dedo adentro, yo nada mas paraba la colita «Si, doc. Ahí mero es la molestia. Cuando lo saca siento un vacío que me duele y muy reseco doc, muy reseco.».
    «Creo que ya se lo que tiene» me dijo. Me tomó la mano y se la puso en el bulto. «Hay que aplicarle un tratamiento de crema, adentro» y mientras decía eso me seguía dedeando, yo creo que ya con dos dedos y yo le apretaba la verga que se sentía grande.
    Ya luego me bajé de la camilla, le bajé los pantalones y se la mamé como si no hubiera mañana. La tenía grande y gorda, blanca como baso de leche, deliciosa.
    Luego me puso inclinado, me abrió la nalgas y me comenzó a lamer el culito. Me metía toda la lengua y me jalaba la verga.
    Ya luego de un rato me puso en cuatro encima de una bata, se quitó el pantalón y el calzón y me la metió hasta el fondo. Que rico. Lo malo fue que no duró mucho, unos 5 minutos y se vino a chorros, un chingo.
    En lo que se limpiaba le comencé a agarrar las nalgas y le pregunté si le gustaba que se la metieran. Me dijo que no mucho, que era mas activo pero lo convencí cuando le dije que probara mi beso negro.
    Así que se inclinó sobre el escritorio, le abrí las nalgas y le di el mejor beso negro de la vida. Luego de un rato tenía el hoyo tan abierto que se le iban tres dedos y no se quejaba. Sin decirme nada le acerqué la verga y se le fue yendo despacio hasta adentro, me lo comencé a coger delicioso. Apretaba y se sentía calientito y mojado.
    Cuando le pregunté donde los quería me dijo que adentro y pues le di gusto al doc.
    Me pasó su celular y a partir de la siguiente semana nos veíamos en su consultorio si no había mucho tiempo, en su casa o en un motel. Le comenzó a agarrar el gusto a ser pasivo y se convirtió en una putita deliciosa. En el motel o en su casa, para cuando yo entraba ya estaba en cuatro con el culo al aire esperando la cogida. Y ya cogido y lechereado su culito se cambiaba el rol y me hacía su putita con ese pitote tan delicioso. Luego por cuestión de trabajo lo dejé de ver.

    Antonio1975
    Participante
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    Hace tiempo estuve dando clases en la universidad. Un día cualquiera llegué como 30 o 40 minutos antes de iniciar la clase y pasé al baño, era el tercer piso y estaban en clase por lo que el baño estaba solo. Me metí en el penúltimo cubículo que tenía un GH que comunicaba con el último cubículo, el de discapacitados.
    Ya había leído en este foro (el antiguo) que en los baños había pedo así que andaba de curioso. Me quedé sentado unos minutos hasta que alguien entró, orino en el mingitorio y salió. Un par de minutos después alguien entró, caminó hasta el último cubículo y se metió. Traía tenis rojos, una mochila azul cuyo forro en la parte de atrás era roja y un llavero de la universidad con el reverso rayado en rojo con marcador colgando por un lado.
    Tan pronto se acomodó puso la mano en el GH y me levanté, me acomodé al frente y metí la verga dura por el GH que era bastante amplio. No podía ver su cara, solo sus labios carnosos que me recorrían la verga delicioso. Me la mamo un rato y luego metió su verga para mamarsela, larga, algo gruesa y totalmente recta, circuncidada y deliciosa. Se la mamé un rato y luego se quitó y metí de nuevo la verga. Me la mamo un minuto y luego comenzó a masturbarme, se dio la vuelta y sentí presión, era su culo recargado contra mi verga. Así sin condón y con la calentura a todo lo que daba me valió madre y comencé a buscar su culito hasta que entré sin problema. Fue una cogida deliciosa, unos 5 minutos dándole bien rico hasta que me vine y lo llene de leche.
    Luego metió su verga y se la mamé, pero la quitó y me hizo la seña de darme la vuelta. Así que puse el trasero en el gh y me abrí las nalgas. Sentí su lengua recorriendo mi culo unos momentos y luego su verga contra mi culo. Esa mamada de culo me había excitado tanto que me quedé quieto hasta que la metió entera en mi trasero.
    No duró mucho, unos 3 minutos y me llenó el culo de leche.
    Luego, en lo que me limpiaba y arreglaba él se salió del baño y ya no lo vi. Yo me fui directo a mi salón y llegué un par de minutos antes de la hora. Ya iniciada la clase alguien abrió la puerta y pidió permiso de entrar, le hice la seña que pasara y se metió al salón. Cuando voltee a verlo mientras caminaba a su pupitre reconocí los tenis rojos, la mochila azul/rojo y el llavero.
    Era un chico no muy alto, con un trasero y piernas hermosas, torneadas y bastante amanerado. Al terminar la clase, mientras caminaba a mi auto me alcanzó para decirme «oiga profe, que tengo que hacer para asesoría?» y le dije «asesoría de que? que tema en particular?» le conteste. «Pues igual a la de antes de la clase profe ¿como ve?» y cuando lo mire sonreía de oreja a oreja. «Pásame tu whatsapp y nos ponemos de acuerdo» le dije.
    Y si, todo ese semestre se ocuparon muchas sesiones de asesoría. Nos cogíamos cada semana y a veces dos días. Siempre en un motel. Se que no debía pero cogiamos tan rico que no podía quitarme la calentura de estar con él.

    en respuesta a: Relatos de estudiantes o en la escuela #25948
    Antonio1975
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    En el verano entre 1o y 2o de secundaria visitaba con frecuencia la casa de mi amigo Marcelo, compañero de mi salón. Un chaval alto y desgarbado, de cabello rubio, delgado de piernas largas y una verga hermosa completamente blanca y larga, de unos 17 o 18 centímetros.
    El caso es que en los últimos dos meses del 1o de secundaria comenzamos a tener sexo, él era el activo y yo su putito de confianza. Cuando interactuabamos con el resto del salón el trato era normal, de compañeros y amigos. Pero cuando yo tenía el culo al aire o él la verga de fuera, me llamaba «mi putito» y le encantaba preñarme dos y hasta tres veces por cogida una o dos veces por semana.
    Recién regresamos a clases en 2o de secundaria comenzó a pedirme que se la mamara en la escuela. Todos los días en cada descanso insistía en que lo acompañara al baño y ahí me pondría a mamar, pero con tanto chaval de descanso, la entrada y salida de alumnos del baño era interminable y mas allá de unas cuantas mamadas no pasaba. Para complicar mas todo, a mi madre le dio por ir a recogerme a la salida y no había tiempo de ir a su casa después de clases para la sesión de verga necesaria.
    En uno de esos días en que tuvimos periodo sin clase me convenció de irnos al otro edificio, que era el de preparatoria. La escuela tenía dos edificios, el de Secundaria y el de Preparatoria, unidos por un patio grande de cemento. Cada edificio era una casona vieja de dos pisos que tenía sus escaleras principales y escaleras de servicio con muchos rincones oscuros, cuartos sin llave y lugares privados para los jóvenes cachondos.
    Descubrimos que a esa hora todos los mayores estaban clase y el baño estaba solo. Así que nos metimos al excusado mas alejado de la puerta, me senté en la taza y el se paró frente a mi con su hermosa verga de fuera.
    Comencé a mamar como le gustaba, mamadas largas y no tan rápido, y garganta profunda cada 5 o 6 mamadas. Se retorcía de placer y repetía «Así, que rico chupas verga putito». Con tanto tiempo de no mamársela no duró mucho, en dos o tres minutos me llenó garganta y boca de leche.
    Se acomodó la ropa y me preguntó «cómo salimos?» y le dije «sal tú primero y salgo en unos minutos, te veo en el salón».
    Escuché sus pasos alejarse por el pasillo y una puerta en el baño que se abría, ¿nos escucharon? ¿nos vieron? Y si, efectivamente. Se abrió mi puerta y apareció un alumno de preparatoria, 16 o 17 años. Era alto, moreno y mal encarado, fornido y de cabello corto.
    Se metió a mi cubículo sin preguntar, cerró la puerta detrás de él y se sacó la verga, no muy grande pero de buen tamaño. Morena y peluda, con prepucio y dura. Sin decir nada me jaló hacia él y me puso a mamar. Yo simplemente me dejé llevar. «Que rico la mamas putito» me dijo y siguió dándome verga unos minutos hasta que me dio leche, mucha leche, mas que Marcelo.
    Antes de irse me dijo «Espera 3 minutos y te vas». Salió del baño y esperé, cuando pasaron los 3 minutos me levanté y salí del baño. Me regresé a mi salón como si nada, Marcelo me dijo «donde andas wey, te tardaste un huevo!»
    Así comenzó la rutina, en hora libre nos íbamos al baño de prepa en el sótano, se la mamaba y me daba leche. Si andaba muy caliente me hacia ponerme en cuatro sobre la taza y ahí me cogía duro hasta llenarme de leche. Me encantaba la verga de Marcelo, sus besos, sus caricias y toda la experiencia con él, lo que mas me gustaba es que me daba cuenta que a él le fascinada mi culo.
    Lo que no supo fue que en poco tiempo me hice de clientela adicional en ese baño. Tan pronto como salía Marcelo seguía otro, luego otro, luego otro y así hasta que sonaba el timbre del descanso. A veces tardaban en llegar y yo me quedaba sentado pacientemente esperando por una verga que mamar, solo un par de chavos se atrevieron a cogerme en el baño aparte de Marcelo. Los demás solo iban por una mamada y listo. Pero en un buen día llegaba a tragarme 5 o 6 leches diferentes y yo encantado de la vida.

    en respuesta a: En el lugar de trabajo #25411
    Antonio1975
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    Hace tiempo fui a un «ciber» que no lo es, es simplemente un lugar de ligue y sexo. Tenía en ese entonces unas cabinas con computadoras muy lentas, cabinas con un sillón, gloryholes y una cortina para privacidad, así como cuartos oscuros con sillones para el ligue de grupo. Estuve dando vueltas pero como en todo lugar puros mirones y nadie se anima. Así que decidí irme a una de las cabinas con gloryhole, me senté en el sillón con la cortina cerrada y esperé. Alguien pasó frente a la cortina y segundos después apareció una verga cabezona y gruesa por el gh. Me hinqué a mamar y estaba deliciosa, me llenaba la boca muy rico y topaba en mi garganta. Además, tenía un olor muy rico, era una loción que no podía identificar pero me excitaba ese olor.
    Se las estuve mamando varios minutos hasta que la sacó del gh y pude ver que se acomodaba la ropa, pensé que se iba y sin poder siquiera ponerme de pie se corrió la cortina y me ofrecieron otra verga para mamar, mas delgada y no tan grande pero muy rica también. Era un tipo delgado y alto de unos 28 años. Se la mamé varios minutos hasta que terminó en mi boca y me tragué todo. Cuando terminó se acercó otra persona pero me levanté y me salí, algo me dijo pero no puse atención, era hora de retirarme.
    Por esos días estaba trabajando con unos desarrollos de sistemas para un cliente, el punto de contacto era el Gerente de Contrataciones de una agencia de empleo. Un tipo alto, fornido y algo pasado de peso, no muy guapo pero bastante agradable como persona. Había tenido un par de juntas previamente para levantar los requerimientos y tenía programada una reunión quincenal para revisar avances. A una semana de mi experiencia en el «ciber» me toco ir a reunión; me citó primero a las 9am y un día antes me movió la reunión a las 7pm por asuntos de su trabajo.
    La reunión fue normal sin contratiempos, revisamos todos los pendientes. Terminamos y quedó un punto pendiente al que no quería ceder. Lo platicamos por varios minutos, eran pasadas las 8.30 de la noche y no cedía. Finalmente le dije «vamos, dime que tengo que hacer para que aceptes».
    «Se me ocurren muchas cosas» me dijo sonriendo.
    «Lo que se, dime» contesté.
    «Cuidado con lo que prometes, luego no cumples»
    «Te lo sostengo, dime que tengo que hacer»
    Y con ello se hizo para atrás en su silla sonriendo y comenzó a apretarse la erección por encima del pantalón. Me reí nerviosamente y le dije «de que hablas? que estás pensando?»
    Se paró y caminó alrededor de su escritorio hasta que llegó frente a mi. «Pues estoy seguro de que te va a gustar» me dijo, parado a unos 40cm de distancia y apretando el contorno de su verga dura sobre el pantalón.
    «Estás hablando en serio?» le dije y me reí super nervioso pero excitado. Este wey me estaba pidiendo sexo a cambio de algo del trabajo. ¿Qué pedo?
    Se abrió el pantalón y me enseño la trusa blanca, su verga mas evidente. «Que onda? Te animas?» me dijo y se acercó un poco mas.
    Estiré la mano y se la puse sobre la verga, gruesa y dura como roca. Se la apreté por encima de la trusa y momentos después comenzó a bajarse trusa y pantalón con lo que su verga salto hacia adelante.
    «Toda tuya ingeniero» me dijo.
    Y pues me acerque despacio hasta meterme la mitad de ese trozo delicioso en la boca. Justo en ese momento me golpeó un olor delicioso de loción que reconocí de inmediato.
    Me saqué su verga de la boca y le dije «Eras tú en el ciber». Se rió y me jalo la cabeza para seguir mamando. Con su mano en la parte de atrás de la cabeza, mientras me acariciaba el cabello empujaba su cadera y me detenía la cabeza. Su verga golpeaba mi garganta sin poder entrar, era demasiado gorda.
    Luego de varios minutos mamando me detuvo y me puso de pie haciéndome seguirlo. Nos metimos a su baño privado que tenía regadera, excusado y lavamanos grande. Ya en el baño comenzó a desabrocharme el pantalón y terminó bajándome los pantalones con todo y boxer. Hincado frente a mi se puso a mamar y lo hacía delicioso, se sentí calientito y húmedo super excitante. Me hacía garganta profunda. Solo un par de minutos y luego me dijo «quítatelos» refiriéndose a mi pantalón y boxer. «Aquí?» le pregunté. «Si, dale» y pues saqué los pies y me quedé sin ropa de la cintura para abajo, luego se puso de pie y me subió camisa y camiseta hasta que las sacó por encima de mi cabeza. Luego él se quitó toda la ropa y así quedamos, desnudos excepto por calcetines y zapatos.
    Me tomó de los hombros y me besó intensamente metiendo toda su lengua en mi boca. Me apretaba las nalgas intentando meterme un dedo en el culo. Yo soy alto y grande pero él es un poco mas grande, así que me rodeaba por completo y me hacía sentir dominado, excitante mientras su verga se metía entre mis piernas.
    Luego de un rato de besos me dio la vuelta y me hizo inclinarme sobre el lavamanos, me abrió los pies un poco y comenzó a tocarme, apretarme, acariciarme las nalgas, la raya y sobre el culo. Sus manotas y dedos gordos calientes me excitaban. Yo con los ojos cerrados solo sentí que se agachaba, mas bien, se hincaba y luego sentí su lengua recorrer mis nalgas, mi raya y darle especial atención a mi culo.
    Me dio un beso negro delicioso, de esos que enamoran. Su lengua se metía en mi culo y se sentía delicioso, mi verga brincaba con cada metida de lengua. Luego se quitó y me dijo, «Vente, siéntate en mi cara». Para cuando voltee ya estaba tirado en el piso boca arriba. Me sentí sobre su pecho y me hice hacia atrás hasta que tuvo acceso directo a mi culo. Toda su cara estaba entre mis nalgas y yo me sentía super excitado.
    Lo comencé a masturbar, su verga estaba dura y gorda, llena de líquido seminal toda húmeda. Me incliné y se la comencé a mamar de nuevo. Luego de un par de intentos logré meterla a mi garganta. Toda adentro con mis labios contra su pubis y huevos. El olor era intoxicante, entre un ligero olor a sudor, a él y loción. Que cosa mas rica. El solo gemía y me metía un par de dedos en el culo.
    Luego me puse en cuclillas (sobre mis pies y con el culo sobre su cara), eso le dió acceso completo a mi culo y su lengua se sentía delicioso bien adentro de mi culo. Yo me la jalaba despacio por que estaba a punto de venirme.
    Luego sacó su lengua, me dijo párate. Y me puso de nuevo inclinado sobre el lavamanos. Me lengueteo un poco mas el culo, se paró, me levantó la pierna sobre el lavamanos y puso su verga contra mi culo «la quieres adentro?» me pregunto. «Métemela wey» le dije.
    Y zaz! sentí su cabeza gorda abrirse paso en mi culo. El beso negro ayudó bastante y aunque sentía algo de molestia no dije nada, él no se detuvo hasta que la tuve toda adentro.
    «Wey, no mames, se siente delicioso tu culo. No voy a durar mucho.» me dijo mientras me enderezaba lo suficiente para lamerme la oreja.
    Comenzó a cogerme despacio y con ritmo, lamiendo mi cuello y oreja, apretandome con una mano y metiéndo un dedo en boca. Yo solo me sostenía contra el lavamanos, no podía moverme.
    Cada embestida empujaba mi verga contra el lavamanos y me llenaba el culo con su verga. Comenzó a acelerar el paso, yo solo me enfocaba en las sensaciones en mi culo, intensas. Me escuché gemir y comencé a temblar mientras me venía sin tocarme y él aceleraba el paso. Finalmente con varias embestidas duras contra mis nalgas gimió cuando alcanzó el orgasmo y me lleno con su leche. Se quedó dentro de mi un par de minutos mas mientras se movía despacio bien adentro y terminaba de exprimir hasta la última gota de leche dentro de mi.
    Me la sacó y sentí un tremendo vacio en mi culito y su leche escurriendo por mi pierna. Amablemente me limpió la pierna con papel de baño y luego me jalo hacia el piso para mamarle la verga semi dura y llena de leche. Mi culito seguía sacando su leche por la posición en la que estaba.
    Nos limpiamos, nos vestimos y antes de salir del baño me jaló hacia él y me besó metiendo su lengua casi hasta mi garganta y su mano dentro de mi pantalón con un dedo urgando dentro de mi culo. «Sigues mojadito cabron, que rico»
    Al final la negociación fue el pretexto, si era el mismo del ciber al que se la había mamado y cuando la sacó del gh fue para irse a mi cabina pero un gandalla le ganó el lugar.
    Las juntas las hicimos semanales, siempre a las 7pm y todas las veces con cogida en el baño. En alguna ocasión usamos la regadera y me cogió de pie bajo el chorro de agua. En otra me acostó sobre el piso y con las piernas en sus hombros se subió encima, fue la mas rica pues su verga se iba a lugares insospechados por mi hasta ese momento.
    En las últimas veces que nos vimos me invitó a comer, en el motel. Nos echábamos dos palos como mínimo y terminó compartiéndome con su pareja, pero eso es otra historia.

    en respuesta a: En el lugar de trabajo #24288
    Antonio1975
    Participante
    Puntos: 225

    Pues aunque personalmente no lo recomiendo por que coger con el cheque es un riesgo que no vale la pena, si lo he hecho y me ha ido bien afortunadamente.
    Hace tiempo era Jefe de una oficina de programadores, cada uno tenía su cubículo y yo mi oficina privada con persianas. Usábamos el messenger para comunicarnos en la empresa que tenía oficinas en varias ciudades, y también internamente. Acostumbraba invitar a uno de los chavos a comer para platicar con ellos, ver que les molestaba, que necesitaban y mejorar el trato personal con ellos.
    Estaba Uriel, un chavo no muy alto, fornido de cara tosca pero guapo. Aunque era varonil de repente se le pegaban los platinos y joteaba aunque muy leve. Luego de un par de veces de ir a comer, platicar y bromear entre compas empezaron las bromas. En uno de esos días que me quedaba tarde, ya como a las 8 de la noche fui al baño antes de irme a casa. Ni cuenta me había dado que él seguía en la oficina y apenas comencé a orinar en el mingitorio entró él al baño y se paró junto a mi. Se la saco y de reojo pude ver que calzaba grande. Me valió madre y voltee a verlo a la cara, luego a su verga y me quedé viendo como comenzaba a orinar.
    «Si me ven me pongo nervioso» me dijo.
    «Y que pasa si te pones nervioso» dije yo mientras me la sacudía y comenzaba a jalármela.
    Terminó los últimos chorros y en pocos segundos ya la tenía casi erecta por completo.
    «Se me pone así» dijo dando medio paso hacia atrás y enseñandome su verga deliciosa de unos 4 o 5 centímetros de grueso y 18 o 19 cm de largo.
    «Pero si estamos entre cuates, no te pongas nervioso» le dije.
    «Los amigos se ayudan no?» me contestó.
    Extendí mi mano y se la agarré «cómo te puedo ayudar?» le pregunté mientras se la jalaba lentamente y se le terminaba de poner dura.
    Se volteó y se puso de frente a mi «Pues lo que tú digas, es toda tuya».
    Así que me hinqué y me puse a mamarsela. El sabor de la orina me excitó. Saboree su glande y luego me la metí a la boca hasta que topó en mi garganta, me faltaba un buen tramo por meter. Se la mamé un rato así y ya luego le hice garganta profunda, se puso a gemir con cada metida de verga en la garganta.
    Luego me paré y le dije «Pero los amigos se ayudan mutuamente». Sonrió y se bajó a mamar.
    Mamaba delicioso y me encantó que me agarraba las nalgas. Y conforme mamaba me pasaba los dedos por mi culo. Y pues me gano lo pasivo por que cuando me metió un dedo empuje la cadera para atrás.
    Me volteó y me empezó a dar un beso negro, delicioso, húmedo y profundo. Eso me calienta a mil.
    «Te la meto?» me preguntó.
    «Si, por favor.» y se puso de pie detrás de mi, se escupió en la verga y para adentro.
    Me hizo apoyar las manos contra la pared y levantar la cadera. Me bombeaba rápido y duro, su verga se iba hasta el fondo.
    Me cogió por varios minutos mientras me tomaba de la cadera. A veces me la jalaba y yo estaba duro como roca.
    «Me voy a venir» me dijo.
    «Vente adentro» le dije.
    Y así lo hizo, termino jadeando con tremendas embestidas.
    Me la saco y agache a limpiarsela, se la mamé hasta que no hubo rastro de leche.
    Cuando me paré se agachó y comenzó a mamarmela y a dedearme con dos de sus dedos, en poco tiempo me vine en su boca y no dejó nada fuera.
    Nos arreglamos la ropa, nos salimos y nos fuimos.
    «Traes auto?» le pregunté.
    «No, voy a tomar un taxi»
    «De haber sabido, vente, te doy un raid.» le dije
    Se subió y nos fuimos directo a un motel cerca de la oficina donde me dio una cogida como se debe, encuerados, en una cama y en todas las posiciones que se le ocurrieron a él y a mi.
    Luego de eso siempre salíamos tarde, aunque fueran 15 minutos luego de una junta rápida de cierre en mi oficina. Me encantaba de mamarsela con él sentado en mi escritorio hasta saborear su leche o que me cogiera empinado sobre el escritorio.
    Lastima que duró poco, unos 6 meses y luego se fue a EU a trabajar.

    Antonio1975
    Participante
    Puntos: 225

    Yo me encontré un grupo de casualidad en FB. Me uní al grupo y comencé a aprender lo que era el cruising.
    En el grupo comentaban de un cyber que había en Av. Madero en Mty. Y me ganó la curiosidad, fui y pedí cabina en segundo piso como me indicaron. El primer piso era cyber normal, copias y cosas así. El segundo piso ibas al fondo del pasillo y subías la escalera.
    Fui en hora de comida y estuve poco mas de una hora, no había nadie. Cuando ya me había decidido a irme alguien se metió en la cabina de a lado. Abrí la tapa del gloryhole y puse los dedos, enseguida pusieron una verga grande y dura sobre mi mano.
    Me hinqué en el piso y comencé a mamar como si no hubiera mañana, se iba hasta mi garganta y sabía delicioso, olía a limpio y pues me gusta mamar.
    Se vino en mi boca y garganta y me tragué todo, le seguí mamando hasta que comenzó a ponerse flácida, se quitó y puso la boca. Metí la verga y me dió una super mamada hasta venirme en su boca.
    Me acomodé la ropa y salí del lugar tranquilamente y relajado. Me enamoré de la experiencia, así empezó mi aventura en el cruising.

    en respuesta a: Plaza Cumbres #19701
    Antonio1975
    Participante
    Puntos: 225

    Los baños de liverpool, especialmente los del 2o piso (creo) donde está la ropa de caballero. Casi siempre he visto empleados y dependiendo de la hora puede estar solo.

    En alguna ocasión me encontré a un amigo de mi hijo, pero eso va en las historias.

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