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Hola quisiera contarles mi experiencia, está fue en primaria. Fue en segundo grado, entonces yo tendría unos 7 años aproximadamente. Me juntaba mucho con un amiguito, no sé cómo pero entre los dos platicábamos de que teníamos aventuras con una temática similar a sailor moon, dónde nuestros hijos venían al presente y nos decían con quién tener sexo.
No recuerdo ahora cómo se dió todo ese juego y qué nos llevó a ese día de asueto.
Día en que pedían a los alumnos ir a ayudar en tareas para el mantenimiento de la escuela, todos los salones estaban vacíos y solo unos cuantos alumnos recogidos. Entre ellos, nosotros dos. De un momento a otro fuimos al baño y nos vimos nuestros penecitos, se lo toqué a él y él a mí. Sentimos rico y los frotabamos. Con la emoción y excitación salimos el baño regresamos a ver qué no nos llamará la maestra y volvimos al baño, de vuelta ahí nos bajamos los pantalones, nos enseñamos nuestras microverguitas duras, y nos las acaricia amos uno al otro. Se nos ocurrió darnos espadazos y los chocabamos punta con punta, hacíamos que nuestras uretras se dieran besitos según nos pareció en esa ocasión.
Fueron varias veces que fuimos y regresamos, cada vez hacíamos algo más, la siguiente vuelta se agachó y me dió un besito en la punta, después yo bajé y también, pero no me conformé con eso le di una chupaditas, a él le gustó y lo volví a hacer, sabía saladito. Después él lo hizo, me dió unas ricas chupaditas. No sé bien porqué pero recuerdo haber escupido después de chupársela, éramos muy pequeños obviamente aún no eyaculabamos.
La siguiente vuelta nos fuimos a los últimos cubículos del baño, ahí el se dió la vuelta y me enseñó su colita. No recuerdo si me pidió que lo penetrara, sólo recuerdo haber pasado mi pitito en su zona anal, traté de entrar un poquito con mi penecito erecto pero me faltaba fuerza y experiencia supongo. Lo siguiente fue que unos niños de sexto entraron al baño haciendo ruido, nos asustamos y salimos pronto del baño, sólo se nos quedaron viendo raro.
La última vez que regresamos le dijimos a un compañerito que nos acompañara y «jugara» con nosotros, pero como buen niño sano, se asustó y no aceptó, salió y nos terminó acusando con la maestra. Me entristece un poco que no seguí en esa escuela, justo en ese punto me cambiaron de colegio. -
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