Caleb

Hace mucho trabajando por la zona norte de CDMX, pasé a consulta a unos similares para que me aplicaran una inyección. Esa vez me atendió un doctor de baja estatura, pero traía buena nalga. Ya había notado la mirada en mi bulto, y después de que me aplicó la inyección le comenté que tenía un dolor en el pene y me pidió que me bajara los pantalones para revisarme. No lo dude y dije de aquí soy, y al hacerme unas preguntas comenzó a sobarme y ya en plena erección, comenzó a mamarmela bien rico. No quizo que se la metiera pero si me terminé viniendo en su boca. Ya no intercambiamos telefonos ni nada y me arrepiento, porque cuando quise regresar había mucha gente esperando turno.