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¡Banda! En Google ya hay comentarios de que el lugar ya está abierto. No olviden compartir sí es que pueden corroborar la información.
Respondiendo ambas preguntas:
@LoboK El precio del general es de $105 y los masajes en $100.
@Interhot se me hace raro, en general las tardes son más animadas, claro; ahora con toda la gente en» home office» los horarios han cambiando mucho.Lo que yo hago con frecuencia es verificar en Google Maps que tan concurrido está ese lugar.
Aunque no es del todo certero, ya que puede pasar que la mayoría de las personas estén disfrutando otros servicios del lugar (como el jacuzzi o el súper turco), te puedes dar una idea.
La aplicación te muestras el promedio de visitantes a lo largo de las horas y señala en vivo cuando el lugar está más lleno o vacío de lo normal, así puedes tomar una desición mejor informada.
Espero les sirva el «putip».
P.D: pónganse chingones, si ya vieron a alguien que les late no se freseen, zorreen y si les dicen que no, no se agüiten, al rato entra un cabrón mejor.
Porque siempre coje la más chingona, no la más bonita.
Yo los visité por primera vez hace un par de meses, concuerdo con @Robbinson; por alguna razón se empieza a soltar la gente a eso de las 7:00 pm pero los pongo en contexto:
Yo fui con un ligue de los baños Molinos (Mixcoac) porque no se pudo armar tan chido cuando nos conocimos y cambiamos teléfonos, él era un oso de mediana edad grandote, con cara de bonachón y bastante jalador, pecho peludo, cuerpo fornido y de actitud sumamente cordial y educada.
Ya por teléfono, me comentó que tenía la fantasía de hacerlo frente a muchas personas pero nunca había tenido oportunidad por diferentes circunstancias, entonces me invitó a conocer éste lugar; ya que es abiertamente gay y ahí podríamos cumplir tal propósito.
Nos asignaron un vestidor juntos y de ahí fuimos a las regaderas, al principio fue un poco difícil porque había varios chavos y dones guapetones, pero decidí cumplir la fantasía de mi ligue; así que me puse en “mood” pareja y la banda agarró el pedo.
Escogimos un buen lugar y empezamos a fajar ante las miradas de todos quienes se la empezaban a masajear tímidamente, nos observaban a cierta distancia y eso prendió mucho a mi acompañante. Se le puso la verga durísima y yo aproveché para lamer todas las partes que sabia que le gustaban.
Entre besos apasionados en los labios, el cuello, lamer sus axilas, sus ingles, sus pesones, mamar su verga que ya estaba lubricando, mamarle el culo. Todo para celebrar ese encuentro y compartir su fantasía, ese fue el primer round.
Salimos a las regaderas a tomar aire fresco y pedir una bebida, platicar un poco y recobrar fuerzas. Note qué hay grupos de amigos que se reúnen a charlar y socializar y me agradó ese ambiente; de extraña camaradería.
Segundo round y como no, mi objetivo era darle la cogida de su vida a ese pinche osote que de forma muy galante me había llevado a esa situación. Continuó el escrutinio de ese cuerpo frente a las miradas de los asistentes y empecé a dilatar ese culo que tanto deseaban penetrar, mi lengua recorrió todos sus pliegues arrancándole gemidos de pasión cada vez más incontrolables.
Lubricante en mano fue entrando un dedo, luego dos, tres. Mientras mamaba su verga que cada vez estaba más dura y viscosa por el líquido preseminal, aunque no soporté el calor del vapor y salimos de nuevo.
Después de refrescarnos, entramos de nuevo y lo llevé al centro del vapor, puse mi pareo en el piso para él se acostara boca arriba. Pies al hombro, condón y escupitajo en el hoyo y ya estaba disfrutando de un culo riquísimo. De nuevo, aunque con mayor lascivia; todos se limitaban solo a ver y masturbarse en su rincón.
Yo, disfrutando de ver la cara de placer de mi acompañante al sentirse observado, cumpliendo su fantasía. Mientras estrujaba su pecho peludo en mis manos, le acariciaba el rostro y , me sacudía frenéticamente para sacar el sonido de mis muslos contra sus nalgas.
Ante tal espectáculo no aguanté mucho y me vine mientras lo masturbaba con la mano llena de mi saliva, él no tardó mucho en alcanzarme, derramando su leche sobre su abdomen sin poder contener los gemidos de placer.
De pronto, sentí el golpe de calor y salí trastabillando a su lado con las piernas entumecidas y creí que iba a caerme. Él me siguió a las regaderas y ahí nos recuperamos de shock, la mano me temblaba a tratar de tomar mi vaso con refresco de sangría y poco a poco recuperamos el aliento.
Platicamos un rato más en las bancas de las regaderas, yo sabía que quizás no volveríamos a vernos así que trate de disfrutar mucho de su compañía. Empezamos a bañarnos y regresamos al vapor por última vez a eso de las 7:00 pm.
Y como dice el amigo del comentario de arriba, a esa hora ya todo el mundo estaba armando el desmadre cabron. Yo ya no pude entrarle, todo lo anterior había saciado mi apetito y ya solo quería disfrutar de la sonrisa de ese gordo guapetón que me invitó a que me lo cogiera enfrente de todos…
Tienen paquetería en la entrada y al parecer es permanencia voluntaria. Aunque el servicio es gratuito tienen un tarro de propinas para la paquetería, el chico que la atiende es muy amable y por el servicio vale la pena considerar una módica propina.
En Google ya hay comentarios de que ya están abiertos, cito textualmente:
«Ya están abiertos pero hicieron cambios. Por el momento en area de vapor general y las regaderas están cerrados. Y ahora la axxxion es en los individuales están abiertos todos puedes moverte de cuarto en cuarto.»
La información es de hace una semana ¿Alguien puede corroborar lo dicho?
También que platicaran qué pedo, porque antes solo te daban vestidor si le dabas propina a los de las toallas y no conforme ibas llegando, me molestaría llegar y encontrarte con una situación parecida.
Hola a todos ¡Misión cumplida!
Los baños siguen abiertos en todos sus servicios, incluido el vapor general, acabo de salir de ahí.
El jale está tranquilo pero cumplidor, la poca gente que va está con toda la actitud de divertirse.
Para entrar es lo mismo de antes: llegas, te limpias los pies en el tapete, te pones gel, pagas, te toman la temperatura, entrás.
Ya no se la pasan vigilando, supongo que no quieren perder a los clientes que están visitándolos.
¡Felices orgasmos a todos!
Yo he ido recientemente y ya no se asoma el viejito a cargar el ambiente.
Confirmen si esto es cierto o solo he tenido suerte.
Mi primera visita a los Tepeyac parte I:
Estaba una tarde saliendo de la Central del Norte y recordé que había leído sobre ese vapor en la vieja web.
Ese día fue uno de los más divertidos hasta ahora en ese tipo de lugares, les cuento:
Tomé un Uber con dirección al vapor, en auto está muy cerca. Mientras tanto, le mandé mensaje a un amigo para avisarle que estaría en ese lugar (al ser la primera vez y no conocer la zona tuve algo de desconfianza).
Al entrar, te asignan un vestidor pero no te entregan la llave; así que preparé mi pequeña bolsa de baño con todo lo necesario para la diversión (Jabón, shampoo, estropajo, condones, lubricante, etc.) y me dispuse a la acción.
Caminé hacia las regaderas, que son una habitación mediana con las duchas en los muros y el espacio del centro es para los masajes y para sentarse.
Me empecé a bañar, note que aunque en su mayoría es visitado por gente mayor (cosa no me molesta en absoluto, al contrario), hay un poco de todo para todos gustos.
Del vapor general salió un amigo que tenía un par de años sin ver, nos saludamos y el encontrarlo ahí me lleno de ánimos puesto que tenemos los mismos gustos en cuanto a hombres: Adultos jóvenes, señores o maduritos tipo oso.
Así que, su presencia ahí era garantía de la calidad del servicio.
Nunca había visto desnudo a mi amigo pero inmediatamente note que la competencia sería difícil: Él, de 35 años, complexión media, marcado, cabello castaño y ojos miel. Una verga circuncisa medio morenita que le colgaba bastante larga, gruesa y medio erecta.
Después de charlar un rato, llegaron a las regaderas algunos hombres bastante atractivos, en concreto un par de chicos llenitos, peludos, barbones y con excelente actitud.
Mi amigo y yo entramos al vapor general detrás de ellos y cada quien hizo su luchita por ligar al que le gustó.
Afortunadamente, cada quien escogió a uno diferente. El mío, un chico treintón, moreno, robusto, con el cuerpo cubierto de vello, grueso y duro como alambre, negro azabache.
Ni tardo ni perezoso nos besamos un poco y empecé a mamarle la verga, deliciosa, gruesa y peluda; gordita y cabezona. Cómo el chico ya se había bañado por completo antes de entrar al vapor me animé también a mamarle el culito.
Al parecer, nos agarramos el ritmo muy rápido y él se acomodaba rápidamente ante cualquiera de mis gestos para seguir haciendo travesuras con sus cuerpo.
Mi amigo, quedó justo a mi lado y estaba dándole un servicio especial a su osito; quién estaba igualmente mamándole el culo para ir al siguiente paso.
En ese momento, el espíritu del erotismo se apoderó por completo de mi, sin decirle nada a mi amigo me enfoqué en hacer gemir de placer al gordito que me tocó; haciéndole la competencia a mi amigo.
Abrí las nalguitas de mi osito y mi lengua escrutó todos los pliegues de su ano. Moví la lengua de todas las formas y todos sentidos, y sentí como aumentaba las palpitaciones de su hoyo.
En ese momento me di cuenta que estábamos listos, pero aún quería hacerlo gemir más. Le metí los dedos para masajear un poco su próstata y asegurarme que ya estaba dilatado por completo; sin deja de lamerle las nalgas y acariciar su verga que ya estaba completamente babosa y chorreante.
Mi amigo ya estaba en lo suyo, agarró del pelo a su oso mientras se la metía con movimientos rápidos y bruscos, los demás los observaba masturbándose, acariciandolos y besandolos. Yo me enardecí y me puse el condón para seguir en la competencia.
Un poco de lubricante fue suficiente para empujar por fin mi verga hasta el fondo de los intestinos de mi ligue en turno, él ya lo estaba pidiendo a gritos – ¡Métemela, métemela toda! ¡Más duro!-.
Tenía un culo riquísimo, calientito y apretado; el palmeo de sus nalgas y el eco de sus gemidos cada vez me excitaba más. Al mirar un poco a mi alrededor, mi amigo estaba mamando dos vergas mientras seguía cogiéndose al otro gordito.
Después de cambiar un par de veces de posición, mi osito decidió tomar el control de la situación, me recostó en el piso y me empezó a exprimir la verga para que por fin pudiera llenarlo de leche.
La gente hizo una rueda en torno a nosotros, no dejaban de observar, masturbándose y besándose. Nunca me había tocado ser el foco principal de ese tipo de espectáculo y mi gordito lo estaba haciendo tan bien que no tarde mucho en esa posición. Eyacule con violencia estrujando mis manos en su espalda velluda, como la de un animal salvaje.
Él, se había venido unos momentos antes con un último gemido de placer…
Me sentí un poco mareado y recobre un poco la cordura, hacía tiempo que no me dejaba embriagar tanto por la pasión.
Salí del vapor a bañarme y tomar un poco de aire, después; mi gordito salió también, se sentó junto a mi y empezamos a charlar un poco.
Yo tenía la boca seca, así que pedí una bebida, una sangría preparada.
Mi sorpresa fue enorme, una de las mejores bebidas que he probado en estos lugares.
Tenía el sabor de la victoria, de haber coincidido con un chico tan atractivo y que la situación se hubiera dado de manera tan deliciosa.
El osito se despidió después de un rato y corrió a bañarse rápidamente, sin dejar de seducirme con sus movimientos en la regadera, después; mi amigo salió con la misma cara que yo, pero se despidió rápidamente puesto que tenía prisa para atender otra cita.
Descansé unos 20 minutos en las bancas de las regaderas y estaba a punto de tomar mis cosas para regresar a casa.
En eso, entró otro chico. Yo lo había visto un par de veces en el metro y nos habíamos manoseado. Siempre le tuve muchas ganas pero nunca se había prestado la ocasión.
Treintón igual, moreno, robusto, velludo y con sombra de barba, ya medio pelón lindo y más chaparrito que yo; pero con una actitud de activo de esos que nomás las abres las nalguitas solo por su mirada. Su verga, de esas que tienen la cabeza chica pero se van ensanchando hacia la base.
Después de unos coqueteos con la mirada mientras él se bañaba, entro al vapor.
Y esa es otra historia, así qué; sí les gustaría saber que fue lo que pasó, escriban algún comentario y no dejen de escribir sus relatos en este maravilloso lugar también.
Un abrazo a todos y «¡A coger y a mamar que el mundo se va a acabar!».
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