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hefraperez

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  • en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #123329
    hefraperez
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    Hoy jueves 18-nov-21 fui a los baños de la Constitución poco después de la 1 pm. Estaban solos, pero no pasó mucho tiempo en llegar gente. Los primeros llegaron a hacer sus necesidades, luego llegó un muchacho alto delgado y se metió al cubículo con glory hole. Yo estaba en el baño del fondo. Entró alguien más y escuché que se metió al cubículo de en medio, así que salí un momento para ver si tenían el glory hole destapado.

    Me llevé una sorpresa, porque el que creí que estaba en el segundo cubículo estaba recargado en la pared. En cuanto abrí, se me quedó viendo y me miró directamente a la verga. Era un hombre chaparrito, como de 1.60, delgado, de unos 40 años, con pantalón de vestir y suéter azul. No le distinguí bien la cara por el cubrebocas.

    Yo traía un poco parada la verga porque me estuve masturbando en lo que llegaba alguien, así que me acerqué a este hombre y le agarré la verga por encima del pantalón y él me la agarró a mí, pero en eso sonó la puerta y me volví a encerrar en el baño del fondo.

    El que llegó estuvo en los mingitorios (lo miré por debajo de la puerta), pero no orinaba ni se iba. Después de un momento vi que el hombre chaparrito se puso en el mingitorio junto a él. Era obvio que ya se la andaban jalando. Luego abrió su puerta el vato del primer cubículo y se unió a ellos.

    Abrí la puerta para verlos bien, ya con la verga de fuera. El del primer cubículo era un chavo muy moreno, delgado, muy alto. Me imagino que bien pitudo también. Me excitó mucho pensar en tener a 3 vatos para fajar y como ya casi me tenía que ir, me la jalé y me vine en la taza. En eso sonó la puerta de la entrada, pero la abrieron con llave, posiblemente una señora del aseo que andaba por ahí. Se fue el chavo alto moreno casi corriendo, el chaparrito se metió al cubículo con glory hole y el otro vato se quedó en los mingitorios.

    Como ya me había venido, salí a lavarme las manos, pude ver al de los mingitorios y me llevé una gran sorpresa: ¡era el chavo güerito que me gusta! Ya lo he mencionado en varios relatos, hemos tenido fajes muy ricos ahí. Es como de 1.75 a 1.80, tez blanca, delgado pero tonificado, con unos brazos y pectorales bien marcados. En tiempo de pandemia se puso panzoncito, pero bien sabroso y ahora estaba perfecto. Delgado, más que antes de la pandemia, brazos y pecho bien marcados y sus nalguitas bien paradas, aparte se le notaba el bulto debajo del pantalón de que se la estuvo jalando. Me gusta que siempre se viste con colores que combinan con su piel. Pantalón de vestir café ajustado y una playera de manga larga café claro, también ajustadita que lo hacían verse muy atractivo.

    El problema fue lo que pasó después. Me miró, me reconoció, se subió el cierre del pantalón y se fue, así, nada más. Ni siquiera se lavó las manos. Ya varias veces antes me rechazó, no supe por qué. Incluso en una ocasión pensé en decirle que me gustaba, pero no me atreví. Cuando se va a un sitio de faje si alguien no te agrada lo ignoras, o le dices que no, pero no te vas huyendo del lugar. No sé que le hice o qué pasó, pero me sentí mal por ser rechazado. No me considero feo, aunque no tenga buen cuerpo, me considero más atractivo y limpio que muchos de los que van ahí. Pero quién sabe. Me sentí mal.

    Lo que pasó cuando se fue el chavo es que me asomé a ver al vato chaparrito y me llevé otra sorpresa, aunque por el rechazo que tuve se me fue todo el líbido. El chaparrito es un vato que me he topado antes también, mamado (aunque hoy se veía mucho más delgado y desinflado), tiene la verga doblada hacia la derecha y es bien cachondo el wey, ya nos hemos dado fajes muy ricos también.

    Ya me tenía que ir, me asomé con él, le vi la verga, pero le dije que ya me tenía que ir. Aceptó con la cabeza y se quedó jalándosela solo. Al menos me acerqué a decirle y no me fui huyendo como el otro. Ojalá algún día me diga qué le hice ☹

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #123282
    hefraperez
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    Ayer viernes 12-nov-21 fui a los baños de Villateresa a las 8 pm. Es el mejor día y hora para ir, justo cuando se van las señoras del aseo. Primero pasé al Oxxo a comprar papel, ya que no me gusta tomar mucho papel del de la entrada, porque los despachadores de la gasolinera siempre se quedan viendo quién entra y sale de los baños. Sólo tomé el papel necesario y lo demás lo dejé en el carro. Siempre me estaciono algunas calles más lejos, para evitar toparme con conocidos.

    Cuando fui al Oxxo sólo estaba un coche, como Sentra blanco, reciente, estacionado afuera de los baños, pero en cuanto regresé, después de dejar el papel, ya estaban más coches afuera, entre ellos un vehículo de servicio municipal de un municipio vecino de Ags. Me pareció curioso.

    Al ingresar, se escuchó movimiento adentro (le bajaron a la taza, se lavaron las manos) y salió un chavito delgado y un poco afeminado del baño. En cuanto entré, vi a varias personas adentro, algunos conocidos: estaba el señor pelón chaparro con cara de bonachón que me cae súper mal, estaba un vato güero gordito de barba de candado que se afeita la cabeza, que anda en casi todos los grupos gays de WhatsApp y se la vive en Grindr. Incluso he charlado con él de cosas personales, pero sin darle mi identidad ni pasarle fotos. El baño del fondo estaba ocupado por alguien más, que puso el bote de basura para tapar la entrada, pero aún así, la puerta seguía entreabierta.

    Como aparentemente estaban todos los baños ocupados, me quedé en los lavamanos, me lavé las manos y en eso se fue el señor chaparro que me cae mal. “Ufff, que bueno” pensé. Justo estaba en eso cuando de repente se abre la puerta del cubículo con glory hole ¡y se asoma un pitote parado!

    -¿¡WTF qué pedo!?- pensé.
    O sea, está bien que la mayoría vamos a buscar faje a esa hora al baño, pero el vato primero tuvo que averiguar mis intenciones, porque si no iba a lo mismo bien pude haber ido a reportar lo ocurrido a las oficinas de la gasolinera. Me pareció estúpido y muy arriesgado que hiciera eso, muy imprudente.

    El gordito güero afeitado estaba en los mingitorios, se asomó y vio al vato vergón, luego me miró y se metió al cubículo de en medio. Yo me asomé a ver quién era el exhibicionista, abrió la puerta y lo vi bien: es un wey que me he topado varias veces en los baños de la central camionera, desde hace mucho. Es un vato de unos 40 a 45 años más o menos, chaparrito (como de 1.60), delgado y muy moreno, de pelo ya algo canoso. Tiene un aspecto diferente, parece como hindú, es muy moreno pero muy peludo, por lo general los morenos mexicanos o de aspecto indígena son muy lampiños. Éste tiene otro aspecto, incluso su verga es inusual. Es una verga muy larga, muy morena y algo curveada. Le mide como unos 20 cm, quizá un poco más, larguísima y también está muy huevudo. Sus huevos son negros, como un aguacate, de piel muy oscura.

    Cuando me lo topaba en la central camionera siempre iba con pantalón de vestir y camisa, incluso de traje, como que iba saliendo de su trabajo. En esas ocasiones sólo lo masturbaba por debajo de la división de los baños y lo dejaba que me tocara las nalgas. No se la mamaba porque tenía un olor fuerte. He notado que, entre más morenos, los genitales de los hombres huelen más fuerte, como a orines o sudor rancio, no me agrada ese olor.

    El vato estaba de pie, viéndome con morbo y jalándose la verga, sin ninguna pena. Me acerqué y le sujeté ese vergón.
    -¡Qué rico pitote!- le dije de cerca, en voz baja.
    El wey no dijo nada, se acercó a mí y me besó. No me lo esperaba, pero me excitó, así que le correspondí.

    El wey andaba bien cachondote, besaba bien intenso, se le notaban un chingo de ganas de coger. No sé qué estaría haciendo momentos antes de que yo entrara al baño, pero con los puros besos me tenía ya bien caliente. Incluso le besé su barbilla, me excitaba sentir su piel en mis labios, con su barba rasposa creciendo en su mentón. El wey no me decía nada, sólo me besaba y se seguía masturbando.

    En eso escuché que el del baño del fondo abrió su puerta. Me regresé a los lavabos con la verga bien parada debajo del pantalón, me lavé las manos y el vato se puso en el mingitorio de en medio. Era un chavo de unos 25 a 30 años, muy alto, moreno, delgado pero con pancita, iba con un suéter gris con franjas moradas. Se desabrochó el pantalón y se sacó la verga, pero no orinó. Se la empezó a jalar. Me acerqué a él por detrás, me miró y le hice señas para que viniera conmigo. El chaparro vergón no había cerrado su puerta, sólo la tenía entreabierta, así que le hice señas para que saliera del cubículo.

    Los dos se acercaron a mí y los agarré de la verga, una con cada mano, el vergón chaparrito con la derecha, el otro con la izquierda. Este tenía una verga normalita, sin circuncidar, algo pequeña para su estatura, casi del tamaño de la mía. Quería mamarlos a ambos, así que me agaché y me acerqué primero al chavo alto, por la experiencia del olor de la verga del otro, que ya he percibido antes. Su verga olía feo también, como amargo, así que no le hice nada. No pude disimular el desagrado. Me puse de pie y me fui a los lavabos.

    El chavo alto como que se indignó y se volvió a meter al baño del fondo. Yo me regresé con el chaparrito vergón que seguía con la puerta abierta, masturbándose sin parar. Nos volvimos a besar:

    -¿No te gustó su verga?- me preguntó.
    -Le olía feo- le dije en voz baja
    -¿Me la chupas?- me preguntó
    Me agaché también, pero con la cautela de que ya se la he olido antes y huele fuerte. Esta ocasión fue lo mismo, así que sólo la olí y me puse de pie.
    -¿Qué, también huele mal?- me preguntó, con un poco de sorpresa, pero no indignado como el otro chavo.
    -Huele un poco fuerte- le dije, pero para que no se molestara volví a besarlo.

    Así seguimos un rato, el vato parecía no tener límite. Seguía masturbándose sin siquiera lubricar. Notó mi verga parada, me desabrochó el pantalón y me bajó el cierre para sacármela y masturbarme. Le subí su suéter para ver su cuerpo desnudo. Estaba flaco y muy peludo del pecho, con pezones chiquitos. Le chupé uno, pero no me agradó mucho, tenía como que el pecho muy estrecho y las costillas más amplias, no es un cuerpo común. Sí parecía como de ancestros hindús o algo así.

    En eso sonó la puerta de la entrada. Era un hombre con pants y sudadera deportivos, el pants azul de esos como de licra y sudadera gris. Orinó y en lo que terminaba de hacerlo, el gordito güero salió del cubículo de en medio, se lavó las manos y se fue, luego se metió este hombre a ese cubículo.
    Como no tiene pasador el cubículo de en medio, la puerta se quedó entreabierta y el hombre se bajó el pants y se sentó en la taza, pero a masturbarse, con las piernas abiertas. “¡No mames!, ¡qué rico!” pensé. Aunque no estaba vergón como el chaparrito, se veía mucho más atractivo. Me acerqué a su cubículo, pero entonces cerró la puerta. “Ni modo, tal vez no le agradé”, pensé y me regresé a fajar y besarme con el chaparrito.

    En eso salió el chavo alto del pito maloliente, el hombre del pants le abrió la puerta de su cubículo y lo dejó entrar, pero salió en menos de 10 segundos, creo que tampoco quiso nada con él. Abrió su puerta, yo me fui a los lavabos para disimular. El vato se lavó las manos. Era un hombre como de unos 40 años, de tez blanca, no gordo ni delgado, sino en su punto medio. Se le notaba bien rico el bulto con el pants y unas nalgas bien redonditas y duras. Me miró varias veces mientras se lavaba las manos, pero como que no lo convencí, sino ahí mismo se hubiera sacado la verga para que se la mamara. Me gustaría haberle dado una mordida a sus nalgotas, encima del pants, aunque sea.

    Tomó algo de papel del rollo que está junto a los lavabos y se regresó al cubículo. Usó ese papel para poder cerrar su puerta. Se quedó de pie y al parecer se empezó a masturbar. Yo me regresé con el chaparrito a seguir fajando. Unos momentos después salió el hombre de pants, se lavó las manos, se fue y al poco tiempo también salió el muchacho de verga olorosa. Así que nos quedamos el chaparrito y yo. Nos fuimos al baño del fondo y seguimos besándonos. Yo estaba muy excitado, así que me hinqué y le vi bien la verga. Salvo por el olor algo fuerte no se veía sucia ni con algún detalle físico. Le miré sus huevos negrísimos y se los chupé. Luego me metí la cabeza de su verga a la boca y él me la empujó despacio hacia el fondo. Era muy parecida a la vergota prieta de un vato muy feo que iba hace tiempo a esos baños.

    Me excitó mucho recordar eso, me puse de pie, nos besamos y le pregunté si quería que le mostrara el culo. Dijo que sí. Me bajé el pantalón y me agaché, dándole la espalda. Me arrimó la verga y me la restregó de arriba abajo. En ese momento pensé muchas cosas. No sabía si decirle que se sentara para mamársela o pedirle que se masturbara entre mis piernas hasta deslecharse. Volvimos a besarnos y me excité mucho, llegando al clímax.

    -¡Ya me voy a venir!- le dije con prisa.
    Me fui rápido a la taza, apunté la verga para deslecharme ahí, pero también iba con el pantalón abajo, así que me agaché para mostrarle el culo y el wey se arrimó deprisa y me puso su verga justo en la entrada del ano. Me dieron escalofríos de que me la fuera a meter a pelo mientras yo me estaba deslechando. Justo en ese momento sonó la puerta de la entrada y el vato salió corriendo para meterse al primer cubículo. Yo Me fui con una mano apretando mi prepucio para no deslecharme en la mano, pero ya tenía un dedo lleno de semen. Con la otra mano detuve la puerta para que el que entró no se fuera a meter y verme semidesnudo y deslechado.

    En cuanto escuché que estaba orinando en los mingitorios, puse la llave larga para cerrar la puerta y fui a terminar de deslecharle, oriné y me limpié. Esperé a que se fuera esta persona. Salí y el chaparro seguía en el cubículo masturbándose. Me acerqué y le di un besito.

    -Ya me tengo que ir- le dije en voz baja
    -OK, ¿cuándo vienes de nuevo? – me preguntó
    -Todos los… bueno… casi siempre los viernes a esta hora- le dije
    -Va- me dijo.

    Me lavé las manos, la cara y me despedí con una seña de mano. El wey se quedó ahí. Al salir, el vato alto de verga olorosa estaba esperando dentro del coche municipal. Qué mal pedo usar los vehículos para sus asuntos personales.

    en respuesta a: Baldío Pintores Mexicanos #123281
    hefraperez
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    Puntos: 613

    El pasado viernes 5-nov-21, fui a los baños de Villateresa, como a la 1 pm, pero después de haber salido insatisfecho, fui al baldío de Pintores Mexicanos, pero ya en la tarde, como a las 6 pm. Ya empieza a oscurecer en este horario.

    Mientras iba caminando calle abajo detrás de la Aurrerá, vi a un chacalito de esos que juntan basura, husmeando en un contenedor y luego caminando también calle abajo. “Ojalá no vaya para el baldío también, no me late este vato” pensé.

    Cada vez el baldío se va haciendo más pequeño. A lo lejos se ve un fraccionamiento nuevo que ha absorbido más espacio de ese lugar, a comparación de la última vez que fui, creo que se llama Villas de don Antonio esa colonia nueva.

    Al llegar al final de la calle, para dar vuelta a la derecha al camino de terracería, vi que el chacal de hace rato se metió al baldío. “¡Rayos!”, pensé. Esperé unos 2 minutos en la esquina de la calle, para que se adelantara lo suficiente el chacal y no tener que topármelo en el camino. Entonces yo seguí caminando hacia el baldío. Mientras iba bajando, pensé en que había sido mala idea ir vestido como iba (llevaba camisa de manga larga blanca con cuadros y zapatos de vestir) demasiado vistoso para ir a ese lugar. Pensé en regresarme, pero ya estaba ahí, sólo esperé que no fuera a pasar nada malo.

    Al llegar casi a la lagunita, debajo de un mezquite a la izquierda del camino vi al chacal de hace rato. Estaba dando la espalda, al parecer orinando, pero más bien se la estaba jalando. No le hice caso y seguí caminando, pasé la instalación de Veolia y seguí caminando derecho, en dirección a la colonia nueva. En el cruce de caminos sólo vi a un chavito de unos 18 años cruzar en bici camino arriba, hacia donde está una torre de agua. Luego, volteé hacia atrás y venía otro chacal hacia donde iba yo. Me dio un poco de nervios porque por mi ropa tal vez pensaría otra cosa y me iba a asaltar, así que seguí caminando derecho, hasta perderlo de vista.

    Esperé un momento y luego me regresé por el mismo camino, hacia la lagunita, pero ya no vi a nadie. Crucé el camino que rodea ese lugar, caminé por los escondites del otro lado del charco y no vi a nadie, pero justo antes de regresarme, vi a alguien que caminaba con timidez, cuesta abajo, desde el lado de Villas de Ntra. Señora. Era un chavo de unos veintitantos años, con una sudadera como roja desteñida con rayas negras.

    Caminé más despacio para que él se adelantara primero (no me gusta que vayan a mis espaldas, para evitar asaltos). Justo cuando llegué casi a la esquina de la lagunita, vi que este chavo se cruzó con alguien en el camino. Un hombre con cachucha negra y en bicicleta. Pensé que era el chavito de bici de hace rato. Ambos se dijeron algo y se fueron por entre el pasto seco crecido, bajando el camino, cerca del barranco que está por ahí.

    Me dio muchísimo morbo, quise ir detrás de ellos, pero con los zapatos de vestir de suela casi lisa, era peligroso ir por el pasto resbaloso y me podría caer, así que mejor di otra vuelta alrededor de la lagunita, para ver si veía a alguien más, pero no encontré a nadie.

    Me ganó el morbo, regresé a donde se habían metido estos vatos y alcancé a ver la cabeza del vato de cachucha, así que me fui bajando el camino, con mucho cuidado y algo de nervios. Cuando llegué a su escondite me excité muchísimo por lo que vi: estaban los dos de pie, con la verga de fuera, masturbándose, separados uno de otro, como esperando que llegara alguien más. Lo más probable es que los dos fueran activos y ninguno quería ceder para satisfacer al otro.

    El de la bici era un señor moreno, delgado, chaparrito. No era el chavito de la bici que vi hace rato. Pero lo que me sorprendió fue el pitote negro que se cargaba, fácil de unos 20 cm semi flácido. El otro era un chavo güerito, de unos 22 años, que también traía buena verga, de unos 15 cm, muy blanca y sin circuncidar.

    -Qué rico pitoteee…- dije en voz baja, muy excitado, mientras me acercaba al señor moreno y le agarraba semejante vergota. Con la mano izquierda me acerqué al chavo güerito y le agarré su verga también.
    -Espérate- voy a ver si no viene nadie, dijo el señor, se guardó la verga y se fue camino arriba (mala suerte, me dio muchísimo morbo estar con ellos dos y lo que podríamos hacer)

    Me quedé con el chavo güerito, se la seguí jalando, me agaché a olérsela (no olía mal), le bajé más su bóxer y le empecé a chupar los huevos mientras lo masturbaba, luego me metí su verga a la boca y se la mamé a fondo. El chavo me la empujó despacio, de atrás hacia adelante. Me agarré de sus nalguitas para que me la metiera más a fondo. Luego me puse de pie y le levanté la playera para mamarle sus pezones. Es como mi ritual, ver los pezones de los vatos y chuparlos. El vato tenía unos pezones chiquitos, casi ni podía mamárselos, así que mejor me acerqué a su oído:

    -¿Tienes vieja?- le pregunté
    -Si…- me dijo con seriedad.
    -¿Tienes condón?- le pregunté
    -No…- dijo nuevamente con seriedad.
    -¿Quieres rozarme la verga en las nalgas, sin meterla?- le propuse
    -A ver… – dijo

    Ya estaba casi anocheciendo, teníamos poco tiempo. Además, como los dos éramos de piel clara, en lo oscuro seríamos visibles. Me bajé el pantalón a las rodillas, mostrando mis nalgotas lampiñas, le di la espalda y me puse de rodillas, con los codos pegados en el suelo y mi culo paradísimo, ofreciéndoselo. Junté mis piernas para que el vato se pudiera poner de rodillas detrás de mí, con las piernas abiertas. Lo vi agacharse de reojo y sentí su verga caliente rozar por entre mis nalgas, me la arrimó y me dio varias embestidas, simulando la penetración. Yo moví mi culo hacia atrás para que chocara con sus huevos a cada embestida que me daba.

    Después de algunos movimientos, el vato se detuvo y se quedó de rodillas. Entonces estiré mi mano para sujetarle la verga y darme de golpes con ella en mis nalgotas y pasarla por en medio de mi rajita, de arriba hacia abajo (sin penetración). Como que el vato no andaba muy inspirado o tal vez ya se iba a venir. Se puso de pie y yo me volteé para seguírsela mamando. Luego me puse de pie también.

    -¿Unos besillos o qué?- le propuse
    El vato como que pensó un momento, luego se acercó y me besó en la orilla de los labios, pero yo bien excitado lo besé como se debe, primero probando uno de sus labios y luego el otro. Tenía labios finos, a diferencia de los míos. El vato se estaba masturbando mientras lo besaba. Después de algunos besos superficiales, por fin sacó la lengua y nos dimos unos besos bien ricos y excitantes. Unos momentos después, el vato se despegó y se empezó a deslechar sobre el pasto seco. Eso me excitó muchísimo, así que yo también me la jalé y terminé unos momentos después de él. Le di papel y me acerqué a darle un beso otra vez, pero como que se le había ido ya el líbido, así que no me correspondió, se subió el cierre y se fue. Yo terminé de limpiarme. Por el camino se escuchó pasar a alguien, parecía ser una muchacha, así que me agaché sin hacer ruido y esperé a que se alejara.

    En cuanto se fue, me subí el pantalón y me fui del lugar, camino arriba, para asearme en los baños de la Aurrerá y retirarme.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #123280
    hefraperez
    Participante
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    El pasado viernes 5-nov, fui a los baños de Villateresa un poco antes de la 1 pm. Es mal horario, pero como iba a tener la tarde libre, quise ir primero ahí, para después visitar otro lugar de faje, tal vez la central camionera o el monte de Pintores Mexicanos.

    Entré y estaban solos los baños. Por suerte no se veían las señoras del aseo, así que me instalé en el baño del fondo, me la jalé un rato y esperé a que llegara alguien más. No tardó mucho, a los 5 minutos entró alguien y se metió al baño con glory hole.

    Me agaché desde el baño del fondo para espiarlo. Era un hombre de tez blanca, de piernas gorditas y con poco vello, iba de pantalón de vestir café. “Tal vez un señor”, pensé. Lo que sí me di cuenta es que llegó inmediatamente a jalársela. No le pude ver la verga, pero se estaba masturbando, con el pantalón a los tobillos. Se notaba su mano en su verga y cómo abría y estiraba las piernas por la excitación.

    Salí sin hacer ruido, para ver si daba alguna seña de querer faje. Fui a lavarme las manos y vi que tenía el glory hole destapado, pero no se asomaba. Me acerqué a su cubículo y desde una distancia prudente me agaché para verle la verga por el glory hole. No se la pude ver, pero le hice señas, metiendo el dedo por el glory hole para indicarle que se acercara (o que metiera su verga por el agujero).

    Se levantó, se subió el pantalón. Pensé que se iba a ir o que no iba a querer nada. Le volví a hacer señas con el dedo y un momento después, poco a poco, puso su verga por el glory. Una verga circuncidada, de color moreno claro. Se notaba que era circuncisión de adulto, por las marcas de las puntadas alrededor de la verga. Me agaché para olérsela. No olía mal y le di una chupadita a su cabeza. Fueron si acaso unos 5 segundos y el vato quitó su verga. Yo me fui de nuevo hacia el baño del fondo y dejé la puerta entreabierta.

    El vato salió unos momentos después. Era un hombre de unos 35 a 40 años, güero, de ojos azules, peloncito. No estaba gordo, estaba en su punto exacto (como me gustan). Se notaba que era de dinero por su ropa y su porte (pantalón y camisa de vestir). Se veía atractivo, como un hombre de familia. Me vio y le hice señas para que se acercara al baño del fondo.

    Me miró con morbo, se agarró el paquete y mientras se acercaba se desabrochó el cinto y el cierre de su pantalón. Nos metimos al baño del fondo y el vato se desabrochó el pantalón para sacarse la verga. Traía una truza blanca ajustada, eso me excitó. Me hinqué y le bajé más el pantalón y su truza, para verle bien la verga y los huevos. Todo bien, así que empecé primero a chuparle poquito los huevos y luego la verga. Me embistió la boca despacito, sin ser agresivo, metiendo y sacando su verga. Me excitó mucho, así que le besé nuevamente sus huevos, las ingles y le subí la camisa para besarle su pancita semi velluda. Me puse de pie y me acerqué a su oído:

    -¿Eres casado?- le pregunté en voz baja.
    -Hasta eso no…- me dijo, como con orgullo.
    Le desabroché la camisa para verle sus pezones. Tenía el pecho medio velludo y le chupé ambos pezones. Luego él me levantó la playera, vio mis tetas rositas y abrió la boca grande para meterse una lo más que pudiera y chupármela. Eso me excitó muchísimo. Mientras hacía eso le hablé cerca de su oído:

    -¿Te gusta besar?- le pregunté
    No me dijo ni sí ni no, pero su expresión fue como de “sorpréndeme”. Luego de eso se me arrimó más, me empezó a besar el cuello y las orejas. Eso me prende al mil. Mientras me fajaba yo lo estaba masturbando. Entonces nuestras bocas se cruzaron. Yo tengo labios gruesos y él tenía labios delgados. Creo que el sentir mis labios lo excitó mucho y nos empezamos a besar muy rico. El vato me mordía los labios, sin ser agresivo. Yo estaba prendido al mil. Hace tiempo que no me besaban así de intenso. Tenía ganas de irme con este vato a algún motel o algún lado a coger hasta llenar.

    -¿Quieres verme el culo?- le pregunté entre besos y jadeos.
    -Si…- dijo excitado.
    Me bajé el pantalón y me fui hacia la taza del baño. Me empiné, sosteniéndome del borde de la taza (el baño estaba limpio, pero siempre me lavo las manos antes y después del faje). Luego paré el culo lo más que pude.

    El vato de inmediato se me arrimó por detrás y me sujetó las nalgas con ambas manos. Puso su verga por en medio de mis nalgas, sin penetrar y me empezó a embestir mientras apretaba con sus manos mis nalgotas y sus huevos rebotaban en mi culo. Me sentía excitadísimo, quería que me la metiera ya, pero creo que no traía condón. Se detuvo un momento y me acerqué de nuevo para besarlo y me hinqué para seguírsela mamando.

    Para mala suerte sonó la puerta de entrada y el vato salió deprisa, yo como pude me puse de pie y cerré la puerta con una llave larga. Este vato se fue del lugar, se escuchó el rehilete de salida. Quien había entrado era una mujer, pues se fue a los baños de al lado. Yo me quedé muy excitado y tuve que deslecharme solo. De hecho, al salir, me fijé en los coches estacionados para ver si estaba por ahí, pero ya no lo pude ver. Ni modo, así es esto. Me quedé con ganas y por la tarde fui al monte de Pintores Mexicanos, pero lo relataré en ese apartado.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #123134
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 613

    Ayer 29-oct fui a los baños de la Consti como a las 8:30 pm. Justo antes de mí entró un señor chacalón a orinar. Adentro estaban los dos primeros cubículos ocupados, así que me fui al del fondo a esperar. Salió el señor chacalón y los dos vatos que estaban en los cubículos no hacían nada. Esperé a que saliera el del cubículo con glory hole. En cuanto se fue, el otro se cambió al de glory hole. Era un vato con pantalón negro de mezclilla entubado y unos botines cafés.

    Me fui a los lavabos para ver si destapaba el glory hole, pero no, así que me acerqué a masturbarme junto a su cubículo hasta que noté su silueta espiándome, entonces moví un poco el papel del glory hole para que lo destapara. Así lo hizo, acerqué mi pito y lo puse a través del glory hole. Esperaba que me la mamara, pero sólo me la jaló, así que después de un rato de masturbarme, saqué el pito y le hice señas para que pusiera el suyo, pero no lo hizo, sólo se puso de pie.

    En ese rato entraron y salieron varias personas, pero todos a hacer sus necesidades, mientras yo esperaba en el baño del fondo. El último que entró parecía ser un chavo de pantalón de mezclilla entubado y tenis juveniles. Se quedó parado en los mingitorios, así que sin hacer ruido salí del cubículo para ver si lo cachaba masturbándose o algo, pero no. Estaba concentrado, con el pito de fuera, pero fingiendo orinar.

    Fui a lavarme las manos, lo miré de reojo, pero él no me miró. Luego regresé despacio al cubículo del fondo, pero antes de entrar volví a mirarlo y él volteó a verme. Me acerqué y me dejó verle la verga. El vato traía cubrebocas, era un hombre de tez blanca, barbón y de cabello castaño claro. Al acercarme a él noté que no era un chavo, ni chavorruco… ya era un señor pasando de los 50 años. Se veía que era de dinero, pero me dio algo de repulsión que se vistiera como chavo de 20 años.

    Me mostró tímidamente su verga. Un pito pequeño (para su estatura), más o menos del tamaño del mío, sin circuncidar. De unos 12 cm. Se lo agarré y se lo recorrí con suavidad. Luego me acerqué a él:

    -Pónselo por el agujero para que te la mame- le dije, haciendo referencia al vato del cubículo con glory hole, que lo había destapado y nos estaba espiando.
    El señor accedió y se acercó tímidamente para meter su verga por el glory hole.

    El vato del cubículo al parecer se la jaló solamente, ya que el señor no mostró señales de excitación. Yo me acerqué a él, por detrás, y le agarré uno de sus pezones. Su playera era gruesa y no se notaban, así que mejor decidí tocarlo, manosear su pecho, su espalda, agarrarle sus nalgas y estimularlo mientras el otro vato le jalaba la verga.

    El señor retiró su verga del glory hole y ahora yo la metí, pero el vato de adentro sólo nos la jalaba. Intercalamos varias veces, pero luego yo me aburrí y me fui al baño del fondo, esperando a que el del cubículo saliera (tal vez no salía porque no quería que le viera la cara).

    Esperé un poco desde el cubículo del fondo hasta que salió y vi a los dos juntos, de pie (tal vez masturbándose uno al otro). Me asomé sin hacer ruido y los vi. El del cubículo era un hombre pelón (rasurado de la cabeza), moreno claro, de barba de candado negra y delineada. Estaba de pie, masturbando su verga morena y pequeña, y el señor estaba detrás de él, agarrándole una nalga con la mano derecha y masturbándose con la izquierda.
    Me acerqué a ellos y le agarré la verga a los dos, pero el moreno como que no estaba interesado en que lo masturbaran (se notaba que era pasivo) y se retiró. Nos quedamos el señor y yo. Me regresé un momento al baño del fondo y noté una mancha oscura en mi mano, parecía sangre seca, así que me acerqué con el señor.

    -¿Te cortaste?- le pregunté y le mostré mi mano manchada.
    -Sí… pero fue algo leve- me dijo con timidez y una sonrisa nerviosa.
    -Lávate- le dije, casi dándole la orden, el señor como que entendió la urgencia de mis palabras y fue a los lavabos a limpiarse. Mientras hacía eso, le pregunté algunas cosas. Me dijo que se había enterado de ese lugar por internet (Grindr) y que era su primera vez ahí. Luego yo le comenté que el mejor horario era los viernes y sábado después de las 8 pm que se van las señoras del aseo, pero que por lo visto ya no iba a llegar nadie (estaba muy sólo el lugar).

    Le dije que había más lugares, le expliqué de la central camionera y la estrategia para fajar allá. Luego le dije que probablemente ya no iba a encontrar nada hoy. El señor entendió, se despidió y se fue. Yo me quedé un rato más.

    Pasados unos minutos, se estacionó alguien afuera de los baños, entró y se metió al cubículo con glory hole. Lo espié un momento y como no hacía nada, salí a lavarme las manos y noté que tenía el glory destapado. Luego me regresé al cubículo del fondo y al pasar por su puerta le hice señas con el pie para que abriera.

    Después de un momento el vato abrió su puerta y salió. Era un chavo de unos 25 años, chaparrito (1.60 aprox), gordito y medio pelirrojo (castaño rojizo), barbón. Me recordó mucho al personaje del chaparro barbón con hacha en las películas del Señor de los Anillos, pero joven. Iba con un pants negro y se le notaba el bultito parado. Me pareció simpático, se acercó muy serio, se recargó en la pared y se sacó la verga. Era una verga pequeña (aparentemente), pero más gruesa que la mía y la del señor de hace rato.

    Se la jalé y quise verlo mejor, le levanté un poco la playera y él se la levantó toda. ¡UFFFF!, ¡estaba peludísimo!, todo su torso estaba lleno de vellos rizados y castaños rojizos. Me acerqué y le chupé un pezón. Me excitó mucho, pero algo no me agradó… tenía un olor muy fuerte…

    No olía a sucio, pero tampoco a limpio, era como su olor natural pero impregnado de testosterona. Cuando los hombres se excitan mucho su aliento y su exhalación empiezan a oler muchísimo, como a bióxido de carbono, como a boca, no sé… Hay hombres que tienen un olor dulce, aunque estén sudados y excitados, pero este olía como a 5 vatos machos sudados después de correr.

    Nos fuimos al baño del fondo, se la seguí jalando y el vato me agarró de los hombros para empujarme hacia abajo para mamársela.

    -Casi no me gusta mamar- le dije. En realidad sí se la hubiera mamado, pero su olor intenso no me agradaba, y después de ahí tenía que ir a otro lado y no quería quedarme impregnado de su olor.
    -¿Quieres verme el culo?- le pregunté, para que no se agüitara y seguir en el cachondeo.
    No me dijo nada, pero me volteó de espaldas a él, así que me bajé el pantalón, me empiné un poco, recargándome en la pared y le ofrecí el culo.

    El vato se agachó un poco y me abrió las nalgas con ambas manos, lo más que pudo. Miró mi culo mientras yo abría y apretaba mi hoyito. Al parecer le gustó, así que se ensalivó dos dedos y me los dejó ir por el culito. En cuanto sentí su saliva mi hoyito, este se estremeció y volteé a verlo.
    De su verga escurrió un chorro, no supe si de saliva o de lubricación, pero ya la tenía bien parada y me excitó mucho ver eso, sentí como si casi lo hubiera hecho venirse sólo de enseñarle mi culote lampiño.

    -Dame una nalgada- le dije en voz baja, ya bien cachondo.
    El vato volteó a la puerta, como para verificar si alguien nos veía, pero estábamos solos. Entonces me dejó ir su mano y me nalgueó con fuerza. Mi culote rebotó y se escuchó muy fuerte la nalgada.

    -Espérate, creo que viene alguien- le dije, para que saliera un momento. Yo me saqué la verga y me la empecé a jalar de la excitación. El vato regresó y yo me fui a jalármela, junto a la taza del baño, por si me venía. El vato se acercó a mi por la espalda, me arrimó la verga entre las nalgas y me la restregó por encima. La tenía bien babosa, no supe si de lubricación o era saliva, pero me dejó mis nalguitas embarradas. Además, me volvió a dar dos nalgadas que sonaron muy fuerte.

    Me estaba excitando mucho, pero no quería seguir, ya que el wey se notaba que quería metérmela a pelo y su olor seguía desagradándome.
    -Ahí viene alguien, se oyó que se estacionó afuera- le dije (para que saliera). El vato me ignoró y me volvió a dar otra nalgada. Le insistí y el wey salió un momento y se metió de nuevo al primer cubículo. Yo cerré la puerta poniendo una llave larga como pasador.

    Estaba muy excitado y ya me quería ir, así que me senté en la taza, al revés, viendo hacia la pared y me masturbé hasta deslecharme, imaginando a este gordito haciéndome suyo. Me limpié mis nalguitas y la verga y salí a lavarme las manos antes de retirarme.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #122962
    hefraperez
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    El pasado viernes 15-oct fui a los baños de Villateresa como a la 1 pm. Estaban algo solos y tuve que esperar un tiempo. De hecho, sí habían entrado dos tipos como con ganas de buscar faje, pero no daban señas de nada, sólo estaban sentados en los cubículos sin hacer nada, así que en cuanto se fueron me quedé esperando un rato en los lavabos.

    Llegó un hombre alto y panzón, como de 1.85 de estatura, que entró despacio, miró a los cubículos como buscando algo (o alguien) y se metió al baño del fondo, que como todos sabemos no tiene cerradura. Este hombre entró, pero no cerró la puerta.

    Era evidente que buscaba faje, pero no quise ir de inmediato. Esperé más o menos un minuto para ir a ver qué hacía, despacio y con sigilo. Me asomé y estaba recargado en la pared que está junto al cubículo de en medio, con el pito de fuera y jalándosela. Lo reconocí bien: era un hombre de los primeros que había visto en ese lugar hace tiempo, cuando fui mis primeras veces a estos baños. En esa ocasión sólo se la había jalado, ya que no me animaba a mamar vergas.

    El señor tendrá (a mi parecer) menos de 40 años, unos 38 más o menos. Está alto y panzón, de esos que se dejan la barbita cubre papada jaja, como que en su tiempo fue delgado, pero se descuidó. Tiene la verga gruesa y de buen tamaño, aunque un poco sumida por lo gordito de la pelvis. Me acerqué y se la agarré, un troncote rico de verga que tiene.

    Empezó a resoplar como si se ahogara por la excitación. Recuerdo que la primera vez también así se puso, como si se agitara mucho.

    -¿Eres casado?- le pregunté en voz baja.
    -Sí… ¿y tú?- me preguntó con timidez.
    -No…- le dije. Me excitó mucho saber que es casado, se me afigura que es de esos señores que no los satisfacen en casa y van a buscar dónde sacar la leche. Le levanté la playera para verle sus tetas de macho robusto. Las tenía picuditas de los pezones y le mordí uno. Se excitó a madres y empezó como a agitarse. Me excitó verle su panza lampiña y me hinqué para darle un poco de lo que buscaba.

    Venía limpio de la verga, así que le di una chupada a su panquezote cabezón. Me gusta mucho sentir esa textura del glande, como una uva sin cáscara. No se la mamé a fondo porque la tenía muy gruesa, sólo le ensalivé la cabezota de su verga. Volví a ponerme de pie para mamarle un pezón y masturbarlo. Él me la empezó a jalar por encima del pantalón, pero yo la tengo muy chica a comparación de él.

    Me bajé el pantalón para jalárnosla más a gusto. El señor me volteó de espaldas y me empiné un poco para mostrarle el culo. Me arrimó el pito y antes de que hiciera otra cosa le dije:

    -Nada más rózala, no la metas-
    No dijo nada, pero creo que entendió. Me la arrimó entre las nalgas y empezó a empujar. Esa verga no iba a entrar, aunque quisiera. A pesar de que no la tenía muy larga, sí la tenía gruesa, desde la cabeza y el tronco, así que sólo me la rozó. Me volví a agachar para mamársela y ensalivarla, porque la fricción con la piel seca es incómoda.

    Así estuvimos unos momentos, entre roces de verga y de mis nalgas.
    -Ahí te van- me dijo (refiriéndose a sus mecos)
    No quería que me los echara sobre las nalgas o en la ropa, ya que tenía que ir a otro lugar y el olor me delataría, así que me despegué, me agaché y le di otra mamada, luego le hice señas para que se acercara a la taza, mientras se masturbaba.
    -Ya me voy a venir- dijo.
    Le di unos lengüetazos a su verga mientras se la jalaba con rapidez, me detuve y me aparté poco antes de que se deslechara.
    -Ahhh- gimió en voz baja mientras le salía la leche de su vergota, justo en la taza del baño.
    -Qué ricooo- le dije, mientras le sobaba los huevos y él terminaba de exprimirse la verga.

    Se limpió con un pedazo de papel, se abrochó el cinturón y salió. Yo me quedé a jalármela hasta deslecharme también.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #122058
    hefraperez
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    Hoy sábado 09-oct volví a ir a los baños de la gasolinera de Av. Constitución. Pensaba ir de noche, pero tuve un tiempo libre a eso de las 2:30 pm. Al llegar estaba una persona en el baño con glory hole, tapado con papel, pero con una pequeña esquina descubierta. Se notaba que se estaba asomando. Me fui al baño del fondo y vi que estaba un chavo ahí, de unos 22 a 25 años, de pie, de espaldas a mí, al parecer “orinando”, así que me regresé a los lavabos, me lavé las manos y regresé para recargarme en la pared. Como el chavo no salía, me asomé de nuevo. Seguía de pie, de espaldas y pude notar que se la estaba jalando, así que me acerqué despacio, volteó a verme de reojo y se giró despacio, para mostrarme su verga parada. No se le veía grande.

    Me acerqué, le miré la verga y se la agarré. Una verga morena, de unos 12 o 13 cm, como la mía más o menos, sin circuncidar y con la cabeza pequeña, aunque no se le recorría muy bien el prepucio.
    -¿Te gusta besar?- le pregunté al oído, pero me dijo que no, moviendo la cabeza.
    Me agaché entonces a mirar y oler su verga. No olía mal, así que la probé. Luego le bajé más el bóxer para chupar sus huevos. El chavo se veía muy cachondo y me fornicó la boca con buena técnica, se movía muy rico de atrás hacia adelante, embistiéndome la garganta muy rico.

    En eso estaba cuando noté que el wey del primer cubículo salió y estaba viéndonos por la puerta entreabierta. Era un señor de unos 50 años, muy moreno, panzón y medio sucio. Quería acercarse a ver mejor (o a ver qué le tocaba a él), pero no lo dejé, me puse de pie y cerré la puerta para que no nos espiara y me acerqué al chavo.
    -Siéntate- le dije, indicándole que se acomodara en la taza para mamarlo mejor, justo como el vato de hace unos días.

    El chavo se sentó, con algo de timidez, se bajó el pantalón, pero sólo se sacó la verga por un lado del bóxer. Me hinqué y me apoyé de sus piernotas blancas y semi velludas, tocándolas de arriba abajo mientras me metía su verga de nuevo a la boca y le daba placer.

    Así estuvimos unos momentos, hasta que se escuchó a alguien entrar. Nos pusimos de pie rápidamente y salí con la verga bien parada debajo del pantalón para meterme al cubículo de al lado. El señor mirón también se había metido al primer cubículo y el chavo se quedó en el del fondo y entrecerró la puerta.

    Yo oriné y salí a lavarme las manos en cuanto se me bajó la erección. El que había entrado era un hombre delgado, alto, de unos 35 a 40 años, de tez blanca y pelo chino y corto, que me pareció conocido, tal vez de Grindr o algún grupo de faje de Facebook, pero de hace tiempo.

    Estuve lavándome las manos y él se quedó parado, recargado en la pared y viendo su celular. Como no salía él ni yo, después de un momento se fue a los mingitorios y yo me fui a recargar a la pared, casi detrás de él. Me miró de reojo y se la empezó a jalar. Le hice señas con los dedos para que se acercara, para irnos al baño del fondo.

    En cuanto me asomé, estaba el chavo de hace rato jalándosela todavía. Se sorprendió en cuanto entró el otro vato conmigo. Se sacó la verga y ¡UFFFF! ¡Qué vergota! Tenía el pito con forma de hongo, o de palanca de velocidad, como se describa mejor. De unos 17 cm, circuncidado, blanco, con una cabezota del tamaño de una mantecada y el tronco más delgado.

    Le hice señas al otro chavo para que se acercara, lo hizo y a los dos los agarré de la verga. Al chavo con la mano derecha y al vato vergudo con la izquierda. En cuanto los tuve cerca me hinqué, le olí la verga al vato vergón. La traía limpia también y me la metí a la boca. Vergas como esas casi no se ven, así que le di unas mamadotas, luego volteé con el otro y le di una mamada también. Estuve mamando a uno y a otro. Noté su excitación en sus rostros y el chavito estiró la mano para agarrar el pitote del otro, pero lo interrumpí y volví a mamar esa vergota en forma de palanca. El señor metiche de hace rato salió a observarnos de nuevo, pero lo ignoramos.

    De pronto escuchamos que uno de los despachadores de la gasolina le habló a gritos a una de las “muchachas”, tal vez del aseo, así que me puse de pie y fui a los lavabos, para escuchar mejor si se acercaba alguien. El señor mirón volvió a meterse al baño con glory hole. Yo me lavé las manos y la boca por si tenía que salir, pero como no llegó nadie, volví a irme al baño del fondo. Estaban estos dos vatos jalándose la verga cada quien y volví a hincarme a mamarle el pitote al flaco alto.

    -Ya mero me voy a venir- me dijo.
    Yo estaba bien excitado, así que le bajé más el bóxer para chuparle sus huevos rasurados, me puse de pie y le mamé sus pezones pequeños.
    -Ahhh- lo escuché gemir en voz baja.
    Volví a agacharme y a chupar ese panquezote de carne.
    -Ya casi me vengo- volvió a decir.

    Me puse de pie y el vato se la jaló mientras yo le mamé un pezón y le agarré sus nalguitas flacas.
    -Ahhhhh- gimió el cabrón y empezó a echar chorros de leche al piso.
    -Qué ricoooo- le dije en voz baja. Volteé a ver al otro chavo y el wey se estaba deslechando también, pero dentro del bote de la basura. Fue delicioso ver a dos cabrones venirse a la vez después de habérselas mamado.

    Nuevamente se escuchó al despachador de gasolina gritarle a una de las muchachas para que viniera, así que los 3 salimos del baño del fondo. Les di papel a ambos para limpiarse, pero yo me quedé en el baño del fondo y ellos salieron del lugar. Me agaché a limpiar la leche del pitudo con papel y olerla. Olía ligeramente a cloro. Tiré el papel en el retrete y me masturbé muy rico hasta venirme, gimiendo en voz baja por la deliciosa fantasía que acababa de tener: mamar dos vergas a la vez.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #122057
    hefraperez
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    Ayer viernes 08-oct tuve un compromiso al norte de la ciudad. Al terminar, a las 9 pm, pasé a los baños de la Consti. Por lo general a las 8 pm está lleno, pero después de las 9 pm son menos los que se quedan a buscar faje y se van pronto.

    Entré y sólo había un vato en el primer cubículo (el del glory hole), pero lo tenía tapado con papel y en un principio no se notaba que buscara faje. Me fui al baño del fondo y me agaché para espiarlo desde ahí. Era un hombre robusto, de piernas gruesas, lampiñas y muy blancas, ambas tatuadas. Me dio algo de morbo por su aspecto, pero no se veía que se la estuviera jalando. Posiblemente estaba viendo su celular.

    Me acerqué al primer mingitorio al lado de su cubículo y me la saqué para jalármela. También tenía tapado con un pedacito de papel el mini agujero para espiar los mingitorios. No noté su sombra ni nada, así que mejor esperé un momento en los lavabos. Sólo se veía que deslizaba su dedo (por su sombra en el piso, tal vez viendo su celular). Me regresé al baño del fondo y esperé un momento. Llegó una familia con varios integrantes (hombres y mujeres) y entraron todos a los baños, por lo que el vato tatuado se fue, y yo esperé unos minutos a que salieran estas personas, ya que se escuchaba que venían con menores de edad.

    En cuanto se fueron salí a los lavabos y en un mingitorio estaba un chavo de unos 22 a 25 años, chaparrito, como de 1.60, moreno, robustito (no gordo, pero espaldón), de lentes. Se veía lindo y nalgoncito. En el cubículo de en medio se veía un wey de tenis negros pero que calzaba muy chiquito, como del 24, así que pensé que era uno de los chavitos de la familia que había llegado y me esperé a que se fuera. Salió y lo vi bien. Era un chavo joven, delgado, de tez blanca y ligero aspecto como de K-poper, por su cabello, de esos que escuchan grupos de música asiáticos. Era evidentemente mayor de edad, de unos 20 a 22 años más o menos. Se quedó de pie, recargado a la pared y viendo hacia los lavabos. Yo me estaba lavando las manos y lo vi por el reflejo. A leguas buscaba faje, pero se veía medio pasivo. Cruzamos miradas, pero no pasó nada. Al poco rato se metió al baño del primer cubículo, con el glory hole aún tapado.

    El chavo chaparrito de verde se lavó las manos también, pero en vez de irse también se quedó recargado en la pared y se regresó a los mingitorios a “orinar”. Sólo se bajó el cierre y se puso a ver su celular, así que me puse a la derecha de él, junto al cubículo con glory hole, para ver quién de los dos picaba el anzuelo y daba señas de faje. Me la saqué y me la empecé a jalar.

    El chavo del cubículo había quitado el papel del agujerito para espiar y noté que se asomó, pero muy discretamente. El chaparrito de verde me miró de reojo la verga, luego le miré la suya y acercó su mano. Antes de que me agarrara la verga yo también estiré mi mano y agarré la suya.

    Para estar chaparrito estaba bien pitudo. Tenía una verga curveada ligeramente hacia arriba, cabezona y circuncidada, de unos 15 cm. Me acerqué a su oído:
    -Vente para acá- le dije, indicándole irnos al baño del fondo. Al mismo tiempo le agarré una de sus nalguitas, para darle a entender lo que buscaba.

    El chavo me siguió, entramos al baño del fondo sin hacer ruido y con la puerta entreabierta se desabrochó el pantalón y me mostró su verga morena. Se la jalé y me agaché a verla y olerla. Olía a jabón, a recién bañado. Venía limpio el chavo, así que se la empecé a mamar.

    Estaba bien chaparrito, así que me tuve que hincar y agacharme un poco para estar más cómodo. Tenía una verga bien rica y mamable, gruesa y con cabeza pequeña, súper limpia y sin sabores ni olores raros. Le levanté la playera para tocar su cuerpo moreno y lampiño mientras seguía haciéndole sexo oral y chupaba sus huevos. Olía muy rico el chavo. Me puse de pie y le chupé sus pezoncitos pequeños, mientras lo escuchaba resoplar de placer. Me acerqué nuevamente a su oído:

    -¿Te gusta besar?- le pregunté
    No dijo nada el chavo, pero se bajó el cubrebocas y entendí que eso fue un tímido “sí” o “vamos a calarle”.
    Me acerqué a sus labios y le di un besito, luego intercalamos, como me gusta, pruebo su labio (superior o inferior) y luego él el mío, de manera sincronizada. El chavo se puso como si se le hubiera activado su botón de “modo cachondo”. Nos empezamos a besar más rico, probando nuestras lenguas y succionando con más fuerza. Aunque la vez pasada que me besé con un vato me excitó muchísimo que me mordiera, prefiero algo más tranquilo y controlado.

    El chavo me empezó a tocar el cuerpo, a bajarme el pantalón y subirme la camisa, así que la desabotoné y le mostré mi cuerpo lampiño y mis tetas. El chavo se excitó de ver a un vato chichoncito y se metió mi teta izquierda en su boca, me la chupó y mordisqueó bien rico y luego me agarró las nalgas y me volteó de espaldas a él.

    Me asusté un poco porque lo vi ya bastante excitado. No me la fuera a meter a pelo o algo así, pero al voltearme de espaldas y ver mi culote blanco y lampiño el chavo se agachó, yo paré el culo y me mordió ambas nalgas sin lastimarme, luego me abrió las nalgas con ambas manos y me hizo algo riquísimo: apuntó su lengua puntiaguda a mi culito y me la dejó ir, sentí 3 veces cómo su lengua entró a mi hoyito. Yo venía preparado de mi culito y sentir su lengua mojada entrar me excitó muchísimo, se me fue la respiración a cada metida de lengua. Quería sentir su verga adentro ya en ese momento. El chavo se puso de pie, volteé a verlo y nos volvimos a besar bien rico, luego me acerqué de nuevo a su oído:
    -¿Tienes pareja?- le pregunté. La neta un chavo así de planta estaría bien rico.
    -Sí- me dijo con mucha seguridad.

    No supe si pareja hombre o mujer, no se veía ni hablaba afeminado. Sólo me agaché de nuevo a seguirle dando placer oral. Yo ya estaba bien lubricado de la verga y el chavito seguía normal, con mucho aguante. Salió un momento y se fue de nuevo a los mingitorios, pero al pasar junto al cubículo donde estaba el chavito güero le tocó a la puerta para que abriera, pero no le hizo caso. Tal vez este morenito quería probarnos a ambos o algo así.

    Salí a ver qué hacía. Estaba jalándose la verga en el primer mingitorio y me acerqué de nuevo a su oído.
    -¿Ya te veniste?- le pregunté.
    -No- me dijo, de nuevo con ese tono de seguridad en su voz.
    -Ya me tengo que ir- me dijo.
    Mientras se guardaba la verga, lo giré hacia mí y me volví a agachar para chupársela, a manera de despedida. No se iba a venir, tenía un montón de aguante.

    Me puse de pie, se la guardó, se lavó las manos y se fue. Yo también me lavé las manos, la cara y la boca, pero me quedé un momento más para ver si salía el chavo güero. Le hice señas con el pie para que abriera, pero no lo hizo, así que fui al baño del fondo a jalármela, con dedicatoria al morenito que me hizo sentir placer como hace mucho no sentía, hasta mejoró mi estado de ánimo al salir de ahí.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #121394
    hefraperez
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    Fui el pasado miércoles 29-sep a los baños de Villateresa, a eso de las 2 pm. Mal horario, y lo sabía, pero tenía ganas. No había nadie, esperé un buen rato en el baño del fondo hasta que entró un señor maduro y se metió al cubículo con glory hole, pero no hizo nada, luego llegó otro hombre, se metió al cubículo de en medio, sin hacer nada tampoco. De pronto vi cómo se asomó por encima del cubículo, para espiarme, alcancé a ver su pelo entrecano.

    Salí de mi cubículo y me puse frente al de él, esperando que abriera. Abrió, pero en vez de recibirme con la verga de fuera o algo así, se fue para los lavabos, sin hacerme caso. Era un hombre robusto, como de 1.75 m, de unos 35 años, de tez clara, de lentes, tipo oso, algo geek, gordibueno (me excitan así), con pancita, espaldota y nalgón, delicioso el wey. De hecho, me parecía conocido.

    El señor del primer cubículo estaba haciéndose pendejo viendo videos en su celular. Fui a lavarme las manos también para ver si se hacía algo con ese vato robusto sabroso, me fijé que el señor tenía el glory hole destapado, pero no nos espiaba ni nada, así que me regresé al baño del fondo y a través del reflejo de la puerta de plástico, miré al gordibueno mientras yo me agarraba la verga por encima del pantalón. Él me miraba también por el reflejo, pero se hacía del rogar. Después de un rato se acercó con discreción conmigo, se desabrochó el cinturón y se bajó el cierre. Traía un bóxer de licra rojo y ya se le veía un rico bulto debajo.

    De inmediato le agarré el bulto, se bajó un poco el bóxer y se sacó la verga. Una verga mediana, morena clara y con mucho pellejo. Pensé que no se le iba a recorrer, pero sí, se la estiró con una mano y asomó su cabeza de la verga.

    -¿Te gusta besar?- le pregunté en voz baja mientras me acercaba a su oído. Tenía un tatuaje detrás de la oreja.
    -No- me dijo en voz baja.
    -¿Me dejas chuparte las tetas?- le pregunté, igual en voz baja.
    No me dijo nada, pero se levantó la playera mientras yo intentaba meter mano debajo de su camiseta y ahora sí lo reconocí: es un wey al que ya se la había mamado antes, un vato gordibueno, aparentemente inter, usa camisetas gruesas de elástico ajustadas, me imagino que para que no se le vea la lonja o que no se vea muy chichón cuando camina o corre. La vez pasada no le pude quitar la camiseta por lo ajustada, para fajar rico con él. Esta vez él se la levantó.

    ¡Ufff! Estaba delicioso el cabrón, su cuerpo bien peludo, desde la verga hasta el cuello, hasta eso la espalda no se le notaba peluda. Tenía el pecho ya algo canoso y los pezones bien gruesos y duros. Me puse a mamárselos y apretarlos con mi boca bien rico, lo abracé mientras le chupaba las tetas, pinche espaldota bien rica y ancha, apenas para arañarla mientras me coge teniéndolo encima de mí, qué rica fantasía, apenas para llevármelo a un motel.

    Me excité muchísimo y me bajé a mamársela. El wey miraba hacia la puerta para que no saliera el don que seguía encerrado en su cubículo. Yo desde abajo lo miraba y me excitaba tener su cuerpo frente a mí para mamar a mi gusto.

    El señor que estaba encerrado le bajó a la taza, el vato sabroso se subió el bóxer, se le notaba el bulto parado y le di una mordidita mientras se subía el pantalón y se iba al lavabo a hacerse wey mientras salía el señor del otro baño. En cuanto se fue el señor, el cabrón este regresó conmigo, despacito, como si nos fueran a cachar. Se volvió a desabrochar el cinto y a bajarse el pantalón.

    -Siéntate- le dije, indicándole que se pusiera en la taza, para que se pudiera bajar el pantalón y poder mamarlo con más facilidad.

    El wey se bajó el pantalón y se acomodó en la taza. ¡Qué delicia! sus piernotas gruesas y peludas, su verga bien parada y sus huevotes listos para ser mamados. Me puse en 4, de rodillas y con las manos al suelo y me acerqué a devorar sus huevos y su verga mientras él se recargaba hacia atrás en la pared.

    -¡Qué rico!- decía en voz baja mientras lo mamaba a mis anchas. Hubiera sido delicioso ponerle un condón y darme de sentones en su verga. Estábamos solos. Me di de embestidas bien rico con su verga en mi boca mientras manoseaba sus piernotas peludas, me encantaba su cuerpo, todo duro y grande.

    Sentí un sabor salado en mi boca, tal vez estaba lubricando antes de venirse, y conforme se la seguí mamando, de su verga y mi boca empezó a escurrir leche. Pensé que era saliva, pero era su semen, escurrió por su verga hasta sus huevos.

    -Espérate, no me vayas a ensuciar- me dijo. Me imagino que se refería a que no fuera a escupir su leche encima de él. Saqué un poco de papel y se lo di para que se limpiara, luego yo escupí su leche en la taza mientras él terminada de limpiarse, ya de pie, a un costado de mí. Volteé a verlo y se veía riquísimo, sus nalgotas blancas, semivelludas y bien redondas. Me acerqué a besárselas y darles leves mordidas, a las dos, luego a uno de sus muslos. Me daban ganas de abrirlo de nalgas y meterle la lengua en su hoyo, pero no lo hice. Terminó de limpiarse y salió a lavarse las manos. Yo me puse de pie y me la jalé hasta venirme también en la taza. Salió este vato y fui a lavarme las manos, la cara y enjuagarme la boca. Salí un poco después.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #121390
    hefraperez
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    El pasado sábado 25 sep fui a los baños de Villateresa a eso de las 7 pm. Ya el día anterior, viernes en la noche, había ido, tenía muchas ganas por el estrés acumulado de varias semanas, pero como estaba lloviendo ligeramente, no había nadie, más que una persona en el baño con glory hole, le puse la verga y me la jaló, pero para mi mala suerte era el viejito chaparro que siempre se la pasa en ese lugar los viernes en la noche. Me desagrada su cara de bonachón, de que no rompe ni un plano, siendo que es putísimo y siempre estorba y espanta a los guapos.

    Me atreví a jalársela, pero me arrepentí, a pesar que he hecho cosas más intensas, me dio asco jalársela. De verdad es cierto lo que dicen, que si no te atrae una persona, por mucho que se intente, no será agradable lo que pase.

    Ese sábado esperaba no encontrarme con ese ruquito de nuevo y por suerte no estaba ahí. Llegando estaba en los mingitorios un chavo de unos 25 años, un poco alto y robusto (gordibueno, sabroso), moreno claro y con un poco de barba de la que crece solo en la papada. Estaba aparentemente orinando, pero se veía un poco exagerado, fingido. En el primer cubículo (el de gloryhole), estaba un chavo delgado, llevaba pants de esos con los tobillos con elástico, como los que se usaban antes, y se le veían unos tobillos de tez blanca y delgados.

    Me metí al baño del fondo y me agaché a espiarlos. El chavo gordibueno seguía parado en el mingitorio, pero no hacía nada. El chavo delgado sólo movía sus piernas, estirándolas y luego moviéndolas hacia atrás de la taza, como si se la estuviera jalando bien intenso, pero no alcancé a ver que se la estuviera jalando, no traía el pants bajado.

    El chavo robusto entró al cubículo de al lado, luego salió y volvió a ir a los mingitorios. Salí y me fui a los lavabos para verlo de reojo, luego me puse en el mingitorio junto a él y me saqué la verga para jalármela. Me miró con discreción, luego yo le vi la verga, una verga morena clara, circuncidada y flácida. Estiré la mano para agarrársela, pero me detuvo, haciendo seña con su mano de que no lo hiciera.
    Me regresé un momento al baño del fondo, esperando que el chavo robusto y el delgadito del cubículo hicieran lo suyo, ahora que sabía el chavo de los mingitorios que yo iba por faje. Aún así no pasaba nada, así que salí de nuevo a ver qué pedo.

    Me llevé una deliciosa sorpresa. El chavo del cubículo había quitado el papel del glory hole y se asomaba un pitote güero por ahí. Delicioso, de unos 15 cm por fuera más los cm pendientes que estuvieran por dentro del cubículo. Volteé a ver al chavo robusto. Sólo miró el pito, pero no se acercó, así que sin perder tiempo me agaché, miré y olí esa verga, no olía mal, así que me la llevé a la boca.

    Le chupé sólo la cabeza y un poco del tronco. Quería metérmela a fondo, pero el glory hole esta sucio y huele a orines y semen seco, no quería que mis labios rozaran con esa división de plástico sucia, así que sólo mamé lo que alcancé, tomando mi distancia y viendo de reojo que el chavo robusto no me fuera a grabar o a tomar fotos.

    Estaba deliciosa esa verga, de hecho, me parece haber visto una foto de ese pito en el perfil de un sextwittero de Ags. Pensé que el chavo robusto se iba a acercar a darme verga para intercalar entre ambos, pero no, sólo me miraba, pero no me fijé si se estaba masturbando o no. Tal vez sólo era voyeurista.

    Quería esa verga a fondo, así que le hice señas y le toqué la puerta al chavo para que me abriera y empinarme a mamársela a fondo, pero no me abrió, volvió a poner su verga en el glory, así que seguí mamando, hasta que me llegó un ligero sabor salado, su líquido pre eyaculatorio. Hice una breve pausa, pero como no quitaba su verga, seguí mamando hasta que sentí que expulsó un chorro caliente de su verga. Ya se había venido. No lo escuché gemir ni recargarse en la división, como muchos hacen.

    Pienso que el wey se deslecha seguido, porque fue muy poquito lo que eyaculó. Se la seguí chupando, pero con más suavidad para no lastimarlo, hasta que poco a poco quitó su verga del glory hole. Me fui al baño del fondo a escupir la leche y a jalármela, con la puerta entreabierta por si alguno de los dos quería entrar a fajar. Escuché que se fue el chavo robusto. Luego abrió la puerta el chavo delgadito, pero se fue directo a lavarse las manos y se retiró. Ni modo, me desleché solo, me limpié y me fui.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #121369
    hefraperez
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    El pasado martes 07-sep fui a los baños de la Consti, poco después de mediodía. Por suerte no estaban las del aseo a la vista. Al entrar vi que estaban los dos primeros cubículos ocupados. No escuché ruidos de puertas cerrarse o personas yendo de prisa a encerrarse ni nada parecido al entrar, así que pensé que no estaban buscando faje.

    Me fui al baño del fondo, cerré y esperé un poco. Luego me agaché desde debajo de la puerta para ver qué hacían. El del primer cubículo era un hombre joven, bien vestido, de tez blanca, con camisa, pantalón de vestir y mocasines. El otro iba de tenis. Ambos estaban sentados sin hacer nada. El güero del primer cubículo sí se notaba que se la estaba jalando, aunque no le pude ver bien la verga por debajo de mi puerta. Del otro no se notaba qué hacía, pero si no salía era obvio que también buscaba algo.

    Me bajé el cierre, me saqué la verga y me empecé a masturbar. Abrí mi puerta sin hacer ruido para ir a los lavabos y ver si el güero del primer cubículo había destapado el glory hole, pero no. Aún lo tenía tapado con papel. Luego me recargué en la pared frente al cubículo del otro que estaba al lado, ya que esa puerta tiene un agujerito para espiar. Me empecé a masturbar frente a su cubículo para que me viera y abriera, pero no me di cuenta si me espió. No salió.

    Después de un rato sin éxito, me encerré de nuevo en el cubículo del fondo y se fue el del segundo cubículo. En cuanto oí que se fue por el rehilete de la entrada, salí y me fui al primer mingitorio para jalármela y que me viera el vato güero de a un lado. Así lo hizo, noté que se inclinó para espiarme por el agujerito y luego quitó el papel del glory hole.

    Quise ver primero su verga, así que le hice señas a través del glory hole para que pusiera su pito, pero en vez de eso me abrió la puerta. ¡¡UFFFF!! ¡Qué deliciosa imagen! Era un chavo que ya he visto antes. GUAPÍSIMO, así, con mayúsculas. Es un chavo güero, de ojos verde oscuros, de alcurnia el wey, bien podría ser el hijo de un empresario o de un ganadero de esos güeros jaliscienses. Me recibió sentado en el baño, con sus piernotas bien abiertas y jalándose su vergota. Una verga gruesa, de tez clara, no circuncidada y bien maciza, gruesa de la base hasta la punta, además de unos huevotes enormes y bien rasurados. Llevaba una camisa azul desabrochada al pecho y se le notaba el bronceado, como que había ido a la playa hace poco. Tenía sus vellos bien güeritos, color dorado y se le notaban bien rico en sus piernas y brazos, como si brillaran de dorado.

    En la vez pasada que me lo topé no me dejó mamarle el glande, o sea, sí podía chuparle los huevos, lamer su verga y su pelvis, así como masturbarlo, pero nada de besarlo, ni chuparle pezones ni chupar su glande. Esa vez me dijo que tenía novia y que su novia sí se la mamaba, entre otras cosas.

    Creo que sí me reconoció. La vez pasada estuvimos como media hora entre charlas de sitios de faje, cosas de su novia y entre mamadas y chupadas de huevos y verga (sin glande) mientras yo estaba hincado frente a él.

    Esta vez fue la misma dinámica. Yo quise meterme de inmediato su vergota a la boca, pero me detuvo y me hizo señas agarrándose los huevos para que se los chupara, mientras él veía su celular a ratos. Era como si fuera un rey en su trono y yo estuviera hincado satisfaciéndolo. Desde la vez pasada me encantaron sus piernotas y sus nalgotas. El wey es delgado, pero no es de gym, tiene su pancita y grasa normal, como alguien delgado pero que no hace ejercicio. Describiría su cuerpo como el de las pinturas renacentistas, donde la gente desnuda se ve un poco gordita y lampiña, pero dentro de lo normal. Así estaba este hermoso cabrón.

    Estuve de nuevo mamando sus huevos, lamiendo su verga e intentando varias veces metérmela a la boca, sin éxito. Le desabroché más su camisa para estimular sus pezones.
    -¿Me dejas chuparte los pezones?- le pregunté con excitación
    -No…- me dijo un poco cortante y siguió viendo su celular.
    No quise discutirle y mejor aproveché, estando hincado y chupando todo lo que pude (pelvis, huevos, tronco de la verga, ingles, piernas) y acariciando sus piernotas gruesas y velludas. Luego le desabroché por completo su camisa para ver su delicioso cuerpo, le besé su pancita, la pelvis y de nuevo los huevos. Cada vez que hacía algo que lo excitaba de más me pedía que pausara, interrumpiéndome con su mano. Luego esperaba un poco y me volvía a dejar chupar y lamer.

    -¿Me dejas ver tus nalgas?- le volví a preguntar.
    En realidad quería que se pusiera de pie para verlo mejor y chuparlo con más comodidad. Se levantó y neta se veía delicioso el cabrón. Ya tenía la verga bien parada y lubricada, pero de lo gruesa y pesada le colgaba como un chorizote. Me encantaría que me la hubiera metido en la boca, así como estaba, pero sólo me dejó chupar sus huevos y lamerla, sin probar su glande.

    Lo volteé de espaldas y pude ver su culote blanco y hermoso, lampiño. Le besé sus nalgas, pero no me animé a lamer su ano, tal vez no venía preparado, así que lo volví a voltear de frente y a chupar sus huevotes mientras lo masturbaba. En eso sonó la puerta y me fui rápidamente al baño del fondo.

    El que llegó no supe si buscaba faje también, pero se tardó un buen rato. Al final salió uno de ellos y de rato alguien empujó mi puerta del baño del fondo. Abrí, era este chavo guapo. Nos miramos, pero él me vio y caminó hacia la salida. Traía un pantalón de vestir de esos que usan algunas personas y señores elegantes, aunque a mí no me gustan. Son pantalones de colores raros, él tenía uno como rosa medio apretado y se le veían unas nalgotas gordísimas.

    Salió, me quedé solo y excitado. No quise esperar a alguien más y me la jalé hasta deslecharme.

    en respuesta a: Estacionamiento Plaza #120889
    hefraperez
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    El pasado viernes 3-ago tuve la tarde libre, así que decidí aprovechar para pasar un buen rato, sin prisas, en algún lugar de faje, incluso visitar más de uno. Estaba lloviznando un poco, así que no sabía si ir al baldío de Pintores Mexicanos (eran las 2:30 pm), así que mejor pasé primero a los baños de la gasolinera de Villa Teresa.

    Fue mala idea. Por cierto, mientras iba caminando por el Oxxo, vi que venía un hombre de los baños. Era un hombre muy moreno y alto, con apariencia de basquetbolista, al que ya se la había mamado bien rico una vez. Chichotas y nalgotas como de negro que tiene… delicioso. Pero se notaba que había salido de inmediato sin hallar nada, porque por ahí cerca estaba una señora del aseo.

    Entré al baño y estaban 3 mujeres y un hombre en el baño de hombres. Al parecer eran 2 intendentes mujeres que estaban instruyendo a una nueva que acababa de entrar a trabajar. Le dijeron algo sobre que “los dejaban sucios, los jotos… (no escuché bien) y los condones… (tampoco escuché)”. Al parecer le estaban diciendo que tuviera cuidado y que fuera muy observadora para evitar que hicieran sus desmadres ahí.

    Solo oriné, esperé un momento a que se fueran y un momento más para ver si venía alguien, pero no llegó nadie, así que salí. Pensé en ir al baldío de Pintores, pero probablemente llovería y no encontraría a nadie. Me fui a la central camionera.

    Para mi pésima suerte, los estaban lavando. Me frustré muchísimo, era como una mala señal el ir a 2 lugares seguidos y no poder hacer nada. Le mandé mensaje a un amigo para ver si podía acompañarlo (y hacer algo), pero me arrepentí, tal vez estaba ocupado o en su trabajo, y borré los mensajes. De ahí me fui a los baños del estacionamiento Plaza, en el centro.

    Llegué y al parecer sí había acción, pero no con comodidad. Estaban en los lavabos un muchacho moreno, robusto (gordibueno), un alto, delgado, de lentes y un viejo joto que siempre me encuentro en los baños de la Consti en las tardes, uno chino, moreno, como de ojos claros, panzón, que parece maestro de danza, ya tirándole a los 50 años.

    Me fui al baño del fondo, pero estaba muy oscuro, no estaban prendidas las luces. Ni siquiera había cerrado completamente la puerta, así que me asomé de regreso para ver si estaba el apagador cerca de la entrada. Justo en cuanto caminé hacia allá, el chavo moreno gordibueno y el alto de lentes acababan de soltarse, se estaban agarrando la verga ambos por encima de la ropa. El alto de lentes se asustó y salió. El gordibueno puso cara de enojado (así la tenía, pero se notó más) y se fue al cubículo pequeño.

    Como no había ningún apagador, me regresé al baño del fondo, me bajé el pantalón y me la empecé a jalar, para ver si el gordibueno reaccionaba, incluso le hice señas por debajo de su puerta para que me dejara mastubarlo, y con el pie para que abriera, pero no reaccionó. El moreno chino que no me agrada ya se había ido, así que me fui a los lavabos a esperar.

    Al poco rato entró un hombre chaparrito, delgado, de lentes, un poco peloncito. Ya lo había visto antes buscar faje. No entró a ningún cubículo, esperó un rato y luego se fue al primer mingitorio. Orinó, pero se quedó mucho rato de pie. Me asomé a sus espaldas y vi que se la estaba jalando. En eso salió el gordibueno, con su cara de enojado. Pensé por un momento agarrarle el paquete por encima del pantalón, pero no me gustaba su actitud.

    El chaparrito se fue al baño del fondo, entró y no cerró la puerta. Fui detrás de él, entré y volteó a verme, parecíamos estar como en un cuarto oscuro (realmente lo era). Me miró y se giró un poco para mostrarme su verga. A pesar de su estatura (como 1.60) sí estaba pitudo. Me acerqué más a él para jalársela.

    -Espera- me dijo -aguas con el vato de allá- dijo, refiriéndose al gordibueno malencarado
    -Naah, no te preocupes, viene a lo mismo- le dije, para tranquilizarlo
    -Sólo que el wey busca puros weyes… galanes- agregué.
    -Que no mame…- dijo el chaparrito

    Se giró hacia mí y me tomó de los hombros, empujándome hacia abajo, para que se la mamara. Me agaché y le di una chupada, la tenía grande y sin circuncidar, pero me supo a orines, guácala. Me levanté y para cambiar de tema y que no se agüitara le pregunté al oído, mientras lo masturbaba:

    -¿eres casado?- le pregunté con curiosidad
    -Sí- me dijo.
    -¿te gusta besar?- le pregunté
    -Noo… dijo, pero un poco inseguro-
    -¿Y si le calamos?- le pregunté. Quise ser un poco más atrevido, me acerqué a él y le besé la orilla de sus labios. Choqué un poco con sus lentes. El vatito se puso un poco tieso, no me empujó ni nada, pero tampoco me dijo que me quitara, como que quiso calar para ver si le gustaba o no.

    Me dejó sólo besarle su labio inferior. Sabía a cigarro, creo que acababa de fumar hace poco. Quise besarle su labio superior, para que el wey entrara más en confianza y poder besarnos más rico, pero no quiso, seguía tieso. He escuchado que muchos hombres casados que buscan faje o cogen con otros hombres hacen de todo, menos besar, para no perder su “hombría”. Al parecer era uno de ellos.

    Sólo me dejó darle besitos a su labio inferior, luego salió hacia los lavabos y me fui también para allá. Estando ahí le pedí que me diera unos empujones de verga, así por encima de la ropa. Lo hizo y sentí su vergota dura doblada hacia la derecha a cada empujón.

    Estábamos en un lugar muy visible, así que cuando entró otro wey (un tipo que vi hace poco buscando faje también), el chaparrito me tomó del costado y se despidió de mí. Salió y me quedé un rato más. El que acababa de llegar también era un tipo muy chaparro, como de menos de 1.60, moreno, delgado y de mala apariencia (sucio).

    El wey se quedó parado, recargado en la pared frente a los cubículos (el gordibueno seguía encerrado), en cuanto cruzamos miradas se empezó a agarrar la verga por encima del pantalón. Traía un pantalón de vestir color caqui, muy grande para su talla y se le notaba la verga parada. Me acerqué y le agarré el bulto. Se notaba bien rico su trozo largo colgando entre su pantalón. Lo estiré varias veces de arriba hacia abajo.

    Se sacó la verga del pantalón, una verga morena, circuncidada, de unos 13 cm, no muy gruesa. Lo seguí masturbando y luego se fue hacia los mingitorios, lo seguí y lo seguí masturbando. Me tomó de los hombros y me empujó hacia abajo, pero la neta no me latía, era un tipo muy sucio, incluso en su pelo tenía pelusas, tal vez era un malviviente. Yo iba bien limpio y perfumadito.

    Tal vez por morbo, me levanté la playera y le enseñé mi cuerpo lampiño y mis tetas blancas con pezones rosaditos, como de mujer. Le indiqué que con una mano me tocara mientras yo lo masturbaba. Lo hizo, pero como que sin gusto.

    -¿Quieres ver mi culo?- le pregunté, para calentarlo más.
    -CHÚPAMELA- dijo, muy seco y directo.

    Yo ya me tenía que ir, así que me separé y fui a los lavabos, me lavé las manos y me fui. Por cierto, en el camino me lo encontré. No diré a qué se dedica, pero tiene un trabajo humilde ahí en el centro, sin embargo, eso no justifica que ande sucio.

    A falta de acción, tuve que jalármela en casa. Mala suerte esta vez.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #120887
    hefraperez
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    El martes 31-ago salí un poco temprano de mi trabajo, así que me dirigí a los baños de la Constitución (Villa Teresa), a eso del medio día. Para mi buena suerte no estaban las del aseo a la vista. Entré y estaban los dos cubículos pequeños ocupados. El primero se veía que era un chavo, por su forma de vestir (tenis Converse blancos, pantalón de mezclilla entubado). Tenía el glory hole tapado con papel. El del otro baño parecía ser un señor, traía zapatos de vestir y al parecer sí estaba haciendo sus necesidades, así que me fui al baño del fondo a esperar a que saliera.

    Me agaché para espiarlos desde el baño del fondo, pero no podía ver bien sus genitales, por lo que no supe si se la estaban jalando o no. En cuanto salió el señor de zapatos negros, me fui a los mingitorios junto al chavo del primer cubículo y me empecé a masturbar. Noté que se asomó por el agujerito que da al primer mingitorio, así que moví un poco el papel del glory hole para que lo quitara y me pusiera su verga.

    Así lo hizo, pero no ponía su verga, por lo que yo puse la mía con cuidado. Por cierto, el borde del glory hole está algo filoso y tiene varias partes puntiagudas, tengan cuidado si meten la verga. El chavo me la jaló un poco, pero por la incomodidad del borde puntiagudo, mejor la saqué y me puse junto a la puerta para que abriera. Así lo hizo: era un chavo chaparrito, como de unos 22 años, como universitario, moreno claro, con el pelo un poco largo y alborotado, al estilo del vocalista de Zoé, incluso con los ojos como medio dormidos (marihuanos) jajaja. No era guapo (para mi gusto), pero sí atractivo, cogible, por así decirlo. No aparentaba ser gay ni femenino.

    El wey venía ya con la verga de fuera, una verga medianita, de unos 13 cm, morena clara, sin circuncidar, ya parada y bien venuda. El vato no me dijo nada, sólo se dio un agarrón de verga, como para ofrecérmela y me siguió masturbando. Quise primero excitarlo un poco más, así que le levanté su playera verde, para verle sus pezones, con poquito vello. Les di unas chupadas, el wey gimió un poco en voz baja. Eso me excitó mucho. Me acerqué a su oído:

    -¿Tienes vieja?- le pregunté.
    -Noo, por qué lo dices- me respondió.
    -Porque no se ve que seas gay, ¿andas de curioso nada más?- le volví a preguntar
    -Sii- me dijo, con una sonrisa. Luego me tomó de los hombros para empujarme hacia abajo, para que se la mamara.

    Le olía un poquito a orines, pero igual le di una chupada. Luego me puse de pie y le volví a decir al oído:
    -¿Te gusta besar?- pregunté.
    -Noo- me dijo un poco nervioso (pienso que sí, pero no conmigo, o quizás porque ya le había chupado la verga ☹)
    -¿Quieres ver mi culo?- le pregunté
    -A ver- me dijo.

    Me volteé de espaldas a él, se guardó la verga y me empiné, así, con todo y ropa. El wey me arrimó su paquete y me empezó a dar embestidas en las nalgas, con todo y ropa, como para calentar. Yo me sostenía de la puerta. Luego le agarré su verga ya bien paradota debajo de su pantalón.

    Se la volvió a sacar, me bajé el pantalón para enseñarle mi culote. El wey me recorrió las nalgas con sus manos (quería que me nalgueara, pero podrían oírnos) y luego me arrimó el pito cerca de mi ano, me dio varios vergazos en las nalgas (por fuera), después se ensalivó la verga y la arrimó cerca de mi ano. Empezó a empujar, con intención de meterla.
    Giré la cabeza para decirle:
    -Nada más rózala, sin meterla-

    El wey puso su verga más arriba, lejos de mi ano y empezó a empujar su verga, haciendo finta de metérmela, pero sin lubricante es incómodo, así que mejor le hice señas para que nos fuéramos al baño del fondo y me subí el pantalón.

    Ya estando ahí, se puso de pie, recargado en la pared junto al cubículo de en medio. Me hinqué y le empecé a dar unas mamadas bien ricas, mientras estiraba mis manos para estimular sus pezones con mis dedos, debajo de su playera. El chavo resoplaba y suspiraba bien cachondo. Me excitó muchísimo. Lo tomé de sus nalguitas para empujarme su verga más al fondo y sentirlo adentro.

    El chavo me tomó del pelo y tomando impulso, me dio varias embestidas con su verga hasta adentro de mi garganta, incluso sentí que se iba por detrás de mi lengua a cada empujón. Como su verga no era muy gruesa, me cabía bien. Fueron como 4 embestidas así, pensé que en cualquiera me iba a dejar su leche bien adentro de mi garganta.

    En eso sonó la puerta de entrada. Cerré la puerta del cubículo con una llave del carro y le hice señas para que guardara silencio y esperara un momento. No se veía nada nervioso el chavo. Como el tipo que entró no se metió a ningún cubículo, supuse que se quedó en los mingitorios, pero tampoco orinaba. Probablemente también iba por faje, así que abrí la puerta con cuidado, sin hacer ruido y me asomé. Era un hombre como de entre 35 a 40 años, alto, blanco, delgado, de pelo corto, esbelto. Venía con camisa y pantalón de vestir, parecía un ejecutivo u oficinista. Estaba de muy buen ver, la verdad. Le dije con señas al chavo que saliera del baño del fondo. Así lo hizo y se fue a los lavabos, mientras yo me volví a encerrar.

    Para mi mala suerte, el viejote sabroso también venía bien cachondo, y no pasaron ni 15 segundos y ya estaban los dos jalándose las vergas en los mingitorios. Por el reflejo de los azulejos pude ver al chavo chaparrito masturbarlo, luego agacharse para mamarle la verga al viejo sabrosote. Después se besaron (¿no que no le gustaba besar?). El hombre guapo volteaba hacia los azulejos para ver si no los estaba viendo. De todas formas yo iba a lo mismo, pero no quise interrumpirlos. Mientras ellos seguían en su faje, yo fui a masturbarme al baño del fondo hasta deslecharme. Qué delicia de imagen ver a estos dos fajar, pero qué mal que no me tocó un poco de eso a mí. Ni modo. Terminaron su faje, salieron y yo salí a lavarme y me retiré, algo insatisfecho.

    en respuesta a: Central Camionera Aguascalientes #120880
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    El pasado domingo 29-ago tuve que ir por una urgencia a comprar un boleto de camión a la central camionera (por cierto ni hubo boletos a la hora que quería). Así que aproveché para ir a los baños. Eran más o menos las 8:30 de la noche. La central estaba tranquila y con poca gente.

    Entré a los de 5ª Avenida. Estaban solos, a excepción del penúltimo cubículo, así que me metí al último. Estaba descubierto el agujerito para espiar, aunque al tratar de fijarme con discreción, el de al lado parecía no estar haciendo nada, así que me puse de pie, me bajé el pantalón y me empecé a masturbar.

    Me volví a asomar y ahora sí pude ver que el vato se la estaba jalando. Era un chacal moreno, flaco. No le vi la cara, no supe si era joven o viejo, pero por su ropa le calculo unos 30 años. Pasé mi mano por debajo para que me dejara jalársela, pero no me hizo caso, se siguió masturbando él solo. Como sólo estábamos nosotros dos, primero me agaché un poco para que me la agarrara el culo o la verga, pero no lo hizo. Luego me agaché más, mostrándole mis nalgotas por debajo, pero me volvió a ignorar.

    Entonces me hinqué, ya con el pito bien parado y ahora sí me empezó a masturbar, se sentía su mano un poco tosca y rasposa, luego el wey me sobaba el glande con un dedo. Yo ya estaba lubricando y el wey me frotaba la babita de la verga en todo mi glande. Eso me excitó mucho, pero tuve que hacer pausas y levantarme para no venirme.

    Al levantarme, le hacía señas para que él se hincara, pero no quiso. Siguió sentado, masturbándose. Pude verle su verga, muy morena y con el glande color café. Volví a hincarme varias veces para que me masturbara, pero yo quería más, así que después de aguantar la eyaculación varias veces, ya no pude resistir y me levanté para venirme en la taza. Me limpié y me retiré. El wey siguió ahí. Los baños se quedaron solos, se ve que es buen momento los domingos en la noche para ir.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #119805
    hefraperez
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    Hoy sábado 21-ago-21 fui a los baños de la Consti a eso de las 2 de la tarde. Afortunadamente no estaban las del aseo y estaban limpios, como que no había ido casi nadie durante la mañana. Esperé en el baño del fondo y al poco rato llegó alguien al primer cubículo, el de glory hole.

    Me agaché desde el baño del fondo para espiarlo. Era un chavo flaquito, albañil, traía sus botas de trabajo y su pantalón lleno como de cemento seco. No sé si sea de los que están construyendo el puente vehicular de Pulgas Pandas. En otra ocasión que fui un domingo en la tarde me topé con varios albañiles también.

    El vato se había bajado el pantalón sólo hasta los muslos, aparte era de esos pantalones entubados. No podía distinguir si se la estaba jalando o no. Salí un momento a los lavabos para ver si tenía el glory hole destapado, pero no. Ahí, seguía, sin hacer ruido, pero tampoco hacía sus necesidades.

    Después de un rato llegaron y salieron varios hombres, pero sólo a sus necesidades. Me desesperé un poco y como no tenía mucho tiempo me masturbé para deslecharme en el baño del fondo. Mi idea era esperar un rato más por si llegaba alguien volver a deslecharme.

    Salí a los lavabos y en los mingitorios estaban dos chavos. Un morenito como de entre 1.70 a 1.75, joven, de unos 23 años y de buen aspecto, ni gordo ni flaco, en su punto y nalgoncito. Al lado de él estaba alguien que reconocí: ¡¡era un chavo güerito que me encanta!! Es un vato un poco más alto que el morenito, como entre 1.75 a 1.80, de piel muy blanca, de unos 25 años. La última vez que lo vi estaba un poco panzoncito pero sabroso. Esta vez ya había recuperado su físico, atlético, brazos tonificados y sus nalguitas bien paradas. Siempre va de pants y se le nota rápido el bulto cuando anda erecto.

    Los dos se la estaban jalando el uno al otro con discreción, pero cuando me vieron se soltaron y se quedaron de pie, sin orinar. Me lavé las manos y el morenito se fue al baño del fondo, entró y dejó la puerta abierta. Me iba a asomar, pero en eso llegó un señor que frecuentemente va a esos baños. Un señor moreno, panzón, de pelo chino y ojos como café claro o verdes. Parece como de rancho, no sé, me da apariencia de que es maestro de baile. Se nota algo afeminado.

    El güerito que me gusta se recargó en los lavabos cerca de mí y se puso a ver su celular. Se le notaba bien rico la verga parada debajo de su pants blanco, aparte mientras doblaba sus brazos para sostener su celular se le marcaban bien rico sus músculos. Si no fuera por el señor afeminado que acababa de entrar ya le hubiera agarrado le verga y me hubiera hincado para satisfacerlo, pero en vez de eso me acerqué al baño del fondo, donde estaba el morenito. Al parecer se la estaba jalando en el baño, no orinaba, pero estaba de pie junto a la taza, con el pene de fuera aparentemente (estaba de espaldas).

    Se dio cuenta que lo estaba viendo y salió del baño, se fue de nuevo a los mingitorios y el güerito que me gusta se puso junto a él, otra vez. El señor afeminado se metió al baño del fondo y yo regresé a los lavabos. Como se dieron cuenta que también buscaba faje, se volvieron a masturbar el uno al otro con discreción. Estaba a punto de acercarme a ellos para mamársela a los dos, pero en eso entró una familia (hombre y mujer con sus niños). No iba a hacer un desfiguro con ellos cerca, así que me lavé las manos y salí. Justo cuando me las lavaba, apenas salió el chavito albañil del primer cubículo. Un chavito moreno como de 20 años. Tampoco se hizo nada con él. Espero volver a encontrarme con el güerito.

    en respuesta a: Estacionamiento Plaza #119633
    hefraperez
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    Hoy 17-ago-21 tuve que ir a un trámite importante al centro, con mucha prisa, a eso de la 1 de la tarde, para terminar antes de las 2. Fue imposible, la fila era muy larga, así que me frustré y decidí aprovechar ese tiempo, para en vez de estar formado ir a ver qué hallaba al estacionamiento Plaza.

    Estaban los dos cubículos ocupados, así que esperé un rato en los lavabos. Me agaché desde ahí para ver qué hacían. Parecía que sí buscaban faje, pero ninguno se animaba a nada. Esperé un poco más y salió el del cubículo pequeño. Era un señor como de unos 50 años, delgado, moreno, de barba y pelo entrecano. Como de mi estatura, menos de 1.70.

    El señor salió y se dirigió a los lavabos. Se agarró discretamente la verga sobre el pantalón, pero fue algo muy leve, casi imperceptible, parecía como si se acomodara el calzón. No le vi intenciones morbosas. Aún así me fui al cubículo que desocupó, entré, pero no cerré la puerta, la dejé entreabierta, esperando que se acercara.

    No salió del baño el señor, pero tampoco se acercó, así que salí a ver qué hacía. Estaba en el mingitorio de la derecha, el que queda oculto por la bardita que lo separa de los lavabos. Obviamente iba por faje, si acababa de salir del baño para ahora irse a mear. Me acerqué a él y me miró muy discretamente, como si fuera su primera vez. Se la estaba jalando, pero muy a escondidas. Me acerqué más y me mostró con timidez. Era una verga medianita, tirándole a pequeña, de unos 12 cm, morena, sin circuncidar, pero no tan pellejuda.

    Se la agarré con suavidad, lo masturbé un poco y luego lo giré hacia mí, para no estar cerca del mingitorio. Se recargó en la bardita, me agaché a olérsela y verla. Al parecer todo bien, así que me la metí a la boca. Ya tenía un chingo sin probar verga.

    Me hinqué para mamársela a fondo. El señor sólo tenía la verga fuera del cierre, con el pantalón abrochado. Me miró y luego volteó hacia arriba, en un gesto de placer, tal vez imaginando a una vieja sabrosa mamársela o algo así jajaja.

    Se la seguí mamando rico, pero quería más, así que le desabroché el cinto y luego el pantalón. Le bajé su bóxer azul marino para sacarle sus huevitos y probarlos. Los tenía entrecanos también, pero igual estaba rico mamársela a un maduro así. Le lamí los huevos y luego se los succioné con cuidado. El señor nada más miraba hacia arriba, como para aguantar más y no excitarse demasiado. Yo le lamía y chupaba sus genitales desde los huevos hasta la punta de la verga.

    Me puse de pie, le levanté su playera y me puse a chuparle sus pezones. Me excita mucho eso. Los tenía un poco gruesos y colgantes, por lo que se los pude apretar con los labios y los dientes sin lastimarlo, mientras con la lengua se los estimulaba. Se puso bien cachondo el señor y me tomó de los hombros para empujarme hacia abajo y que se la volviera a mamar, pero ahora él se estaba masturbando con rapidez, ya casi se venía y me los iba a echar en la boca.

    Le di lengüetazos en la punta de la verga mientras él se la jalaba. Luego con ambas manos le sujeté sus pezones, para estimularlo, pero como que eso lo iba a hacer venirse más pronto y me hizo que bajara las manos, por lo que seguí mamándosela.

    -Ya mero me voy a venir- me dijo, mientras se la seguía jalando con rapidez. No respondí nada, pero se la seguí lengüeteando a cada jalada.
    -¿Los quieres?- me preguntó, refiriéndose a sus mecos.
    No le dije nada, me puse de pie para darle a entender que ya podía deslecharse. El señor giró hacia el mingitorio y echó varios chorros de su leche ahí, gimiendo en voz baja. Le agarré sus pezones mientras lo hacía y al final le terminé de exprimir la verga con la mano, para sacarle toda la leche.

    Justo en ese momento, al escuchar que el señor gemía, el vato del baño del fondo abrió su puerta para ir a ver, por lo que yo me fui a lavarme las manos para despistar. Se fue el señor y el vato del baño del fondo se volvió a meter ahí.

    De rato llegaron dos personas, casi al mismo tiempo. No los vi bien, sólo uno de ellos, que era un viejito, fue a los urinales y salió un momento después, pero en los cubículos miré cómo el del baño del fondo se le hincó al de a un lado que acababa de entrar. Tenía unas piernas descoloridas y flacas, como las de un viejito de baja estatura. No me llamó la atención y tampoco al que estaba a un lado, por lo que salió unos momentos después y se puso en los lavabos junto a mí. Nos miramos un instante. Llevábamos cubrebocas, pero aun así vi en su mirada que buscaba faje, por lo que con discreción le agarré el paquete por encima del pantalón.

    El vato me miró con más intensidad y le hice señas para que nos fuéramos detrás de la bardita, junto al primer mingitorio. Se recargó en la pared y se sacó la verga: una verga morena, más gruesa y grande que la del señor de hace rato, sin circuncidar y con mucho pellejo.

    Reconocí al chavo. Ya habíamos tenido un faje ahí antes. Se la había mamado rico. Al parecer también se acordó de mí. Sólo se sacó la verga del cierre, igual que el señor anterior. Se la iba a recorrer para mamársela a fondo, pero me detuvo. Se la olí y la miré. Olía a limpio y se veía normal. Tal vez no se le recorría bien, así que se la chupé poquito desde la punta, sin recorrerla. Le gustó que lo hiciera con suavidad y poco a poco, mientras se le ponía más grande en mi boca se la fui recorriendo con los labios. Se le notaban bien rico las venas y se sentían en mi boca.

    Me puse de pie y también le levanté la playera para mamarle sus pezones. Unos pezones muy morenos y más pequeños que los del señor anterior. El chavo se notaba más tímido e inexpresivo que el señor, no supe si le gustaba eso, pero lo masturbé mientras le mamaba sus tetitas. Luego me volví a hincar y le desabroché el cinto y el pantalón para chuparle sus huevos. Este no tenía canas en los huevos, por ser joven, aparte los tenía más grandes y duros. Se los mamé rico mientras le pellizcaba los pezones.

    Después me puse de pie nuevamente y el chavo se me quedó mirando fijamente, se bajó el cubrebocas y se acercó más a mí para darme un beso. No un beso tierno de novela, sino uno que me daba a entender “te voy a coger”. Me excitó muchísimo, pero en eso sonó la puerta de entrada y me fui a los lavabos.

    El que llegó era un jotillo a simple vista, un vato gordibueno de short cortito amarillo y playera blanca pegadita, aparte muchos gays tienen la cara como de koala, con la nariz chata y ancha y los ojos pequeños y estirados, como orientales, similares a Taylor Lautner el de crepúsculo, pero en afeminados y cachetones.

    El gordibueno entró a un cubículo y en eso el chavo y yo nos volvimos a acercar a besarnos. Pero el vato estaba intensísimo y cachondo. Parecía que me quisiera arrancar los labios, besaba muy fuerte y apretaba mucho con los dientes. Luego se me pegó al cuerpo, arrimándome la verga bien parada debajo de su pantalón hacia mi cuerpo. Son muy pocas las veces que he tenido fajes así, donde el vato se pone bien intenso como si me quisiera tragar a mordidas o metérmela a la fuerza. Me excita muchísimo sentirme sometido y deseado de esa manera, pero puede ser peligroso. Yo trataba de besarlo como me gusta, con suavidad y sintiendo los labios por turnos, primero yo los de él y luego el los míos, pero el vato literal me estaba mordiendo. O sea, es excitante, pero si no lo conozco no, porque no sé sus intenciones, así que me despegué un poco de él.

    -No me muerdas- le dije en voz baja, pero en tono amable, para que siguiéramos, pero con más calma.

    En eso salió el jotillo gordibueno de su baño y nos vio despegarnos jaja. El wey iba a lo mismo, pero para guardar la compostura nos separamos. Para mi mala suerte el chavo besucón se fue y me quedé en el baño con el vatillo gordibueno y el otro wey de hace rato.

    Ya me tenía que ir, así que fui al cubículo pequeño a jalármela. El vato de al lado me hacía señas para meterme con él a su cubículo, pero le hice señas para que se hincara. No lo hizo, me agaché para enseñarle el culo, pero tampoco me tocó, así que me la jalé hasta venirme. Cuando salí del cubículo ya estaba el wey jalándose la verga debajo de su pantalón café ahí en el pasillo. Era un vato chaparro, moreno y medio feo. No le hice caso, ni al gordibueno que andaba buscando galán, así que me fui.

    Por cierto, la puerta de entrada ya está floja, se abre sin echarle monedas, sólo empújenla.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #119290
    hefraperez
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    Fui hoy 13-ago-21 a los baños de Villateresa poco antes de mediodía. Siempre me fijo por enfrente en la Av. Constitución si están las del aseo ahí o si hay patrullas cerca. Se veía solo, así que entré, y en efecto, estaban vacíos. Hasta eso estaban limpios. Me metí al baño del fondo a esperar hasta que llegó un vato al baño de en medio. Iba a sus necesidades, pero tardaba mucho en salir, así que me agaché a espiarlo desde debajo de mi puerta. No se notaba que se la anduviera jalando.

    De rato llegaron algunos hombres, sólo a sus necesidades y se fueron rápido, hasta que entró uno al baño con glory hole y se tardó en salir. Lo espié debajo de mi puerta y no se notaba que hiciera nada. En eso sonó nuevamente la puerta de la entrada y se escuchó que el vato del baño con glory hole abrió su cubículo.

    Me volví a agachar y noté al wey nuevo que acababa de entrar en ese cubículo del glory hole, pero al otro no lo escuché salir, así que pensé que estaba en el primer mingitorio. Salí para asomarme, pero no estaba. Qué raro.

    Fue hasta que noté que alguien se asomaba por encima del cubículo que me di cuenta que el que estaba antes se había subido a la taza y el nuevo estaba de pie, mamándosela. ¡Qué rico! Tenían el glory hole destapado. Me asomé y pude ver una verga paradota y doblada a la izquierda del que estaba de pie. Del que estaba sobre la taza sólo pude verle sus piernas.

    Les hice señas por el glory hole para que pusieran su verga, pero en vez de eso abrieron la puerta y salieron. El que estaba de pie era un cholito joven, de unos 25 años, delgado, moreno, de rostro delgado y cuidado (rostro liso, sin cicatrices ni espinillas), de bigotito. Se parece mucho a un wey que anda en Grindr que se define como no binario. De aspecto machote, pero se viste medio raro. Este venía con una playera roja del béisbol, como las que usan algunos cholitos.

    El que estaba de pie sobre la taza era un chavo güero, pero medio chacalón también, de la misma edad, un poco más chaparro que el cholito (1.68 más o menos). Me vio el cholito moreno, yo me estaba sobando la verga por encima del pantalón. Él ya la tenía bien parada debajo del suyo. Se miraron y se hicieron señas para irse al baño del fondo, donde había salido. Cerraron la puerta y empezó el faje. Quise agacharme a verlos, pero se notaba que no querían dejar ver.

    Al final abrieron la puerta y los pude ver subiéndose el bóxer a ambos. Salió primero el chacalito güero. Se le notaban ricas nalgas. Salió deprisa a lavarse las manos y se fue. Casi detrás de él salió el cholito moreno. Yo me regresé al baño del fondo. Noté que se tardó un rato en irse, viéndose al espejo.

    Me volví a agachar a espiar al vato de en medio, que aún no se iba. Ya se la estaba jalando. Salí a jalármela frente a su cubículo, para que me viera por el agujerito para espiar que está en esa puerta. No supe si me miró, pero como que no la captó, así que me fui al baño del fondo en cuanto se puso de pie para salir de su cubículo.

    En el baño del fondo estaba la leche de los chacalitos de hace rato. Me molesta que dejen el piso embarrado, así que la limpié. Me dio mucho morbo imaginar lo que hicieron. No supe si fue mamada, masturbada o metida entre las nalgas sin penetración. Estaba muy blanquita su leche, la olí. No olía a cloro, tenía un olor más fresco, como frutal. Terminé de limpiar sus leches, luego yo me masturbé en la taza hasta venirme, con el morbo por lo que no me tocó probar. Me limpié y me retiré.

    en respuesta a: Central Camionera Aguascalientes #118736
    hefraperez
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    Ayer viernes 06-ago salí muy temprano a llevar a una persona a ponerse la vacuna covid. Eran las 6 am, estaba oscuro y con ligera lluvia en toda la ciudad. Me dio algo de morbo el saber si a esa hora y con ese clima habría cruising en algún lugar. Pensé en los baños de la consti, en los alrededores del parque la Pona… Al final me decidí por la central camionera.

    Fui y entré a los baños junto al puente peatonal, a eso de las 7 am. Para mi sorpresa estaban los 3 últimos cubículos ocupados a esa hora y se notaba que todos buscaban faje. En ese momento salió el del baño del fondo. Era un chavo delgado, moreno claro, como de unos 25 a 27 años. Se notaba que era pasivo. Yo estaba sentado en la bardita junto a los cubículos y al pasar se me quedó mirando directamente al paquete. Se notaba que estaba hambrientísimo de verga.

    Me dirigí al cubículo del fondo y antes de entrar me regresé y lo miré un momento a través del espejo, como para darle a entender que se acercara a mi cubículo. No vino, así que entré y cerré la puerta. Estaba el agujerito para espiar al de al lado descubierto y por las sombras del piso vi que el vecino se puso a espiarme en cuanto me bajé el pantalón, así que me la jalé estando de pie, para que me viera y me hiciera señas para fajar.

    No me hizo señas, pero me agaché un poco sin que se diera cuenta y lo vi con las piernas abiertas masturbándose muy rico. No supe si era joven o un señor, pero tenía unas piernas morenas lampiñas bien macizas, tal vez por su complexión o en algún momento fue al gym o jugó fútbol. Me excitó mucho verlo darse placer y abrir esas piernotas.

    Salió el wey del tercer cubículo y se acercó al mío, se quedó espiándome por entre la puerta, así que me puse de pie, con la verga de fuera y le abrí. Era un wey alto, como de 30 años, delgado. Iba con cubrebocas y se me quedó viendo. Le agarré la verga por encima del pantalón, ya la tenía medio parada, pero no hizo nada y se fue a los lavabos. Volví a cerrar y a sentarme a jalármela.

    Me agaché de nuevo para ver al piernudote de al lado. Seguía jalándosela, con las piernas muy abiertas, así que me arriesgué y pasé mi mano para acariciarle la pierna y hacerle señas para que me dejara masturbarlo. No respondió. Me agaché junto a la taza para que me viera el culito y me tocara, volví a hacerle señas y nada.

    Me molesté un poco, pero seguía muy excitado, así que me masturbé hasta deslecharme yo solo. Al terminar, el vato de al lado salió, y entró en su lugar el chavo que se me quedó mirando al principio, el que parecía pasivo. Yo ya me había deslechado y se me había ido el líbido, además me puse nervioso de que el vato al que le agarré la pierna fuera a delatarme con los vigilantes. Mejor me fui a lavar las manos.

    En eso entró un señor al baño del fondo, pero a hacer sus necesidades. Yo me fui de ahí y al pasar por una calle cercana vi al chavo pasivo. Salió casi igual que yo. No tuvo éxito. Ni modo. Aun así, se ve que es buen horario para hacer de todo, antes de las 8 am. Están limpios los baños y no hay intendentes que se metan a vigilar. Aprovéchenlos.

    en respuesta a: Central Camionera Aguascalientes #118037
    hefraperez
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    La semana pasada, para ser exactos el jueves 22 de julio y el sábado 24, fui a la central camionera. El jueves sí fui con intención de buscar faje, pero aunque había varios weyes buscando lo mismo, no se dio nada. Fui a los baños del lado de 5ª Avenida, en el cubículo del fondo y me tocó ver al de al lado dándose unas jaladotas bien ricas, con su verga creciendo en su mano, pero no me dio chance de jalársela.

    El sábado fui a un asunto personal y quedé de verme con una persona ahí, pero como me avisó que se iba a tardar, decidí entrar a los baños antes de que llegara. También todos buscaban faje, pero no se animaban. Lo único rescatable fue que estando en el cubículo de en medio me topé de mi lado derecho a un wey bien patonzote, calzaba como del 10.

    Salió de su cubículo y en vez de irse a los lavabos, pasó por el pasillo, viendo disimuladamente entre los huecos de las puertas. Me miró y volvió a meterse al cubículo de la derecha. Se sentó y yo me empecé a masturbar, porque ya sabía que el wey también buscaba faje. Sin preguntar, el vato pasó su mano por debajo de la división para acariciarme la pierna. Era una manota muy morena y muy grande. Creo saber quién era.

    Ahora yo pasé mi mano para pedirle que me dejara agarrar su verga. Se agachó al lado de la taza, para enseñarme su verga colgante. Se la agarré, la tenía flácida y húmeda, no supe si acababa de orinar o estaba lubricando. Luego le agarré los huevos. Estaba bien huevudote el vato. Después de eso yo me agaché junto a la taza y el wey pasó su manota. Me recorrió mis nalgas redondas y lampiñas y se dirigió con sus dedos a mi ano. Lo encontró, lo acarició y me dio varias palmadas, como si fuera una panochita. Eso me excitó muchísimo.

    Me levanté para jalármela y el wey se subió a la taza para asomarse y verme. Sí era quien yo pensaba: un señor moreno muy alto, como de rancho, pero demasiado moreno, como con ancestros de origen africano. Negro pues, el don. Ya me he dado unos fajes muy ricos con él. Al parecer me reconoció. Me sujetó de la playera y me la empezó a levantar, para indicarme que me desnudara. Me subí la playera para que viera mi torso lampiño y desnudo. Me acarició y me agarró mis chichitas, me las apretó y luego se bajó de la taza. Pensé que iba a salir para meterse a mi cubículo, pero sonó la puerta de entrada de los baños un par de veces y mejor se fue el señor.

    Ya no se pudo hacer nada más porque entró el señor del aseo. Así que decidí salir para ir al otro baño. En cuanto salí, iba entrando un chavo de unos 28 a 30 años, alto, de cuerpo atlético, moreno, con playera negra ajustada, pero tenia un logotipo de arcoíris en la playera. Más evidente no podía ser de que era gay. Nos miramos un instante, pero él entró al baño y yo ya estaba afuera. Pensé en volver a entrar, pero me iba a ver demasiado obvio con el señor del aseo que me acababa de ver salir.

    Atendí mi asunto al que iba. Al terminar me pasé a los baños del lado del puente, pero ya estaba el señor del aseo ahí. “¡Mierdaaaa!” pensé. Ya no pude hacer nada y hasta el día de hoy no me he deslechado, con las ganas acumuladas desde ese día.

    en respuesta a: Baños Gasolinera Mobil Villateresa #116721
    hefraperez
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    El domingo 11-jul-21 fui a Jesús María a un asunto particular. De hecho, aproveché para pasar junto al Aqua Steam, sin entrar. Afuera había clientela de todo tipo: desde güeritos guapos, chacales maduros, chavitos chacales y señores tipo Godínez, algunos preparando sus condones y la ropa interior adentro de sus mochilas en la calle, con poca discreción, aunque yo creo toda la gente ya sabe lo que pasa ahí.

    De ahí me fui a los baños de la consti, a las 4 pm. Nunca había ido un domingo a esa hora, pero es día que no van las señoras del aseo y está solo para hacer de todo. El lugar estaba solo, excepto el baño del fondo. Lo tenían cerrado con el bote de la basura, porque la puerta no tiene cerrojo. Pensé que podrían estar 2 vatos adentro fajando.

    Estuve un rato en los lavabos, me agaché desde ahí para ver si alguien del baño también se agachaba, pero no. Después de un rato me acerqué a su puerta y le bajó al baño. Me regresé a los lavabos y la persona abrió su puerta, sin salir. Me asomé y lo vi. Era un señor como de entre 45 a 50 años, robusto, de panza chelera, barbón y traía la verga de fuera, jalándosela.

    Me metí a su cubículo, me acerqué a él y le agarré la verga
    -¿Tienes mucho rato aquí?- le pregunté en voz baja mientras lo masturbaba.
    -Media hora, más o menos- me dijo.
    Le toqué sus pezones, como estaba panzón también estaba algo chichón. En cuanto hice eso se empezó a desabrochar su camisa y me mostró su torso desnudo. Estaba bien peludo el vato, desde el cuello hasta la verga, pero venía rasurado. Se había recortado el vello, pero se veía todo bien rico y peludito, de piel morena clara.

    -¡Qué rico!- le dije y me acerqué a mamarle una teta. En cuanto lo hice sumió la panza y se le paró más la verga. Luego le chupé la otra. Me tomó de la cintura y me levantó la playera para que me desnudara. Me subí la playera y le enseñé mi cuerpo lampiño y rosadito. Me manoseó las tetas y luego me agarró del pantalón para bajármelo. Me bajé el pantalón a las rodillas. Me sujetó y me puso de espaldas, para arrimarme el pito. Lo tomé de las muñecas y puse sus manos en mis tetas mientras me arrimaba el pito por detrás. Me encanta que me hagan eso.

    Metió su mano al bolsillo y sacó un envoltorio de un condón.
    -¿Quieres que te la meta?- me preguntó bien cachondo.
    -Espera- le dije mientras aún me tenía el pito arrimado por detrás.
    -Es que sólo busco faje- le dije. La neta no venía preparado para penetración. Para que no se enojara me agaché y le di una chupada de verga. Ya la tenía bien parada y lubricada. Justo en ese momento sonó la puerta y me fui al cubículo de al lado. Era una persona con un niño. Así que decidí esperar en el cubículo de en medio mientras se iban. El señor peludo con el que andaba fajando mejor se fue. Se quedó a medio faje. Lástima.

    En ese rato entraron y salieron varias personas, pero sólo a hacer sus necesidades. Por último, mientras me lavaba las manos, ya casi por irme, entró un hombre chacalón, moreno, también robusto, medio panzón y se fue al baño del fondo, pero dejó la puerta abierta. En un principio pensé que sólo había entrado a orinar, así que me metí al cubículo de al lado, esperando a que saliera o hiciera alguna seña.

    Empezó a silbar una canción. Salí nuevamente pero no me asomé a su cubículo, pero en cuanto notó que estaba cerca me silbó dos veces, para llamarme. Me asomé y estaba recargado en la pared, con la verga de fuera sólo por el cierre del pantalón, masturbándose.

    Me parece que ya lo había visto antes. Es un albañil que en una ocasión me dio a mamar también ahí mismo, a mediodía. Hoy 12-jul pasé por el paso a desnivel de Pulgas Pandas y me pareció ver a alguien muy parecido a él trabajando en la obra.

    Me acerqué y se sacudió la verga, para ofrecérmela:
    -¿Qué, no me la mamas?- me preguntó en voz baja.
    Me acerqué, le sujeté la verga y le jalé el pantalón un poco hacia abajo, para que se lo desabrochara y verle bien la verga y los huevos. Así lo hizo y sí reconocí que era el chacal de aquella ocasión.

    Olía a limpio, así que me hinqué y se la empecé a mamar. Tiene la cabeza de la verga chiquita y ya le empezaba a lubricar. Tenía una verga medianita, de unos 13 o 14 cm. Me la metí a fondo y me empezó a embestir bien rico. A pesar de estar gordito se mueve bastante bien. Me puse de pie y le levanté la playera. Estaba lampiño y tenía varios tatuajes en el cuello. Le chupe una de sus tetas, pero las tenía más aguadas que el señor de hace rato, le hace falta hacer ejercicio.

    -¿Eres casado?- le pregunté en voz baja.
    -Sí, ¿y tú?- me pregunto él.
    -No… ¿te gusta besar? – le dije, mientras me acercaba un poco más a él
    -No- me dijo, volteando un poco la cabeza para que no me acercara tanto a él. Me causa gracia los que no les gusta besar, pero sí hacer de todo lo demás, como si eso los hiciera más machitos al andar fajando con vatos.

    Me volví a hincar a mamársela, con más fuerza y embistiendo mi cara en su pelvis, para tratar de hacerlo venir, mientras me sujetaba de sus piernas, pero el wey tenía un chingo de aguante. Me sujetó de la cabeza para que no me moviera, se recargó más en la pared y me empezó a empujar su verga bien rico en la boca, lo más al fondo que pudiera. Luego me la sacó y me empezó a dar vergazos en la cara y los labios, pensé que ya se iba a venir y a echármelos en la cara.

    -¿Por dónde vives?- me preguntó mientras me daba de vergazos (con el pene) en la cara.
    -Por la Rodolfo Landeros- le dije. En realidad no vivo ahí, pero para no ser cortante con él.
    -Ahh, yo también vivo ahí en la Rodolfo- me dijo.

    Para evitar que me siguiera haciendo plática y no tener que decirle dónde vivo, me puse de pie para cambiar de tema:
    -¿Duras un chingo verdad?- le pregunté mientras con una mano sostenía su verga y la palmeaba. Ya le había crecido un chingo, unos 17 cm, gruesa de la base y un poco más delgada de la cabeza, morena y pesada, se movía de un lado a otro su chorizote.
    -Si- me dijo, un poco seco, pero orgulloso.
    -Apenas para sentirla adentro- le dije bien cachondo sin dejar de jalársela y apretarla.
    -¿Quieres que te la meta?- me preguntó
    -¿Tienes condón?- le pregunté, aunque la neta no quería coger en ese momento.
    -No- me dijo.

    Me volví a agachar para mamársela, pero la neta ya estaba cansado de la mandíbula y el wey no se venía. En eso se escuchó un coche estacionarse y nos separamos, me fui al cubículo de al lado y la verdad ya tenía ganas de venirme, así que me la jalé hasta deslecharme. Esperé a que salieran las personas que entraron al baño, me limpié y salí al lavabo. Me lavé las manos, la cara y la boca.

    En eso entró al baño un tipo moreno medio gordito, también chacalón. Me parece haberlo visto antes también y entró al primer cubículo (el de glory hole). En eso salió el chacal al que se la mamé del baño del fondo y se fue a los mingitorios a seguírsela jalando. Me acerqué con él para decirle con señas que ya me iba.

    -Ese wey también busca faje- le dije en voz baja mientras él se masturbaba
    -Sí- dijo con su voz seca, confirmando que pensaba lo mismo que yo.

    Me despedí y salí del lugar. Quién sabe si entre los dos se deslecharon ahí. Por cierto, ese puente de Pulgas Pandas es nido de chacales que se nota de inmediato que son entrones, para quien guste ir en el el horario del lonche llevarse uno a fajar ahí.

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