Un día en el metro en plena hora pico entro a la fuerza un hombre nalgón que con alevosía se acomodo a manera que le pudiera agarrar las nalgas y el mi verga.
Hasta que nos calentamos uno al otro bajamos 3 estaciones después , y le dije vamos a coger. Me dijo va. Que a unos baños , yo le dije mejor a un hotel no quería porque no tenía dinero. lo convencí y que cogida nos aventamos. Ya hemos tenido 3 encuentros y él al siguiente día no se puede sentar. Y le dice a su esposa que tuvo un calambre.
Me gustaría seguir acambrando a más casados.