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Soy pas y me encanta mamar culos de activos y recibir beso negro antes de una buen verguiza. ¡Qué rico! Ya quiero que acabe esta cuarentena para retomar la putería.
Hay que armar grupo de encuentros por el sur de la CDMX, ya sea para Telegram o WhatsApp. Manden mensaje.
¿Activos para trío? Aquí pasivo. Manden mensaje para quedar.
5 junio 2020 a las 20:11 en respuesta a: ¿Qué les llamo la atención para empezar a hacer cruising y como se enteraron? #16778Después de mi primera cogida a los 13 años con un desconocido que me habló en el Metro y me llevó a su casa a coger, tuve varios encuentros muy excitantes con tipos en el transporte público, aunque prefiero ir a Clubes de Encuentro y ser cogido por varios sin temor a ser multado o sorprendido. Así comencé en el Cruising.
– 13 años.
– Un señor desconocido que me habló en el Metro mientras iba a la secundaria.
– No sé que edad tenía, unos 40 años, supongo.
– En su casa por Indios Verdes.
Me dijo que él me enseñaría cómo sentir placer y que lo que me haría me gustaría mucho. Me puso en cuatro en el sillón, me lamió mi culito unos minutos, lo cual me excito todavía más y luego comenzó a meterme su verga [sin condón, por cierto]. Aún recuerdo que tardó en entrar porque me dolía mucho y yo le dije que parara porque nunca lo había hecho, pero él alzó la voz diciéndome que ya estábamos allí y que iba a dejarme coger, quisiera o no, porque era ‘un pinche putito que quería verga’. Poco a poco, su verga gruesa entró por mi culo, con mucho dolor, hasta que sentí el placer de tenerla adentro, y así, estuvo rompiéndome el culo [mi primera vez] por unos 15 minutos, de perrito, gimiendo y besándome, hasta que se vino dentro de mi [la primera preñada de mi vida].Sólo una vez he cogido a pelo y fue bastante excitante. Soy muy asiduo a los Clubs de Encuentro, por lo que suelo ir al de Salto del Agua o al de Chabacano [Universidad me quedaba cerca, pero siempre me pareció bastante feo y nunca he ido al de Zona Rosa]. Esto ocurrió en el de Salto del Agua, antes de que lo remodelaran. Entré desnudo y estaba deambulando viendo qué había. Me asomé a una de las cabinitas y había un tipo moreno allí. Me metí y empecé a sobarle la verga por encima del calzón que traía, comenzamos a fajar bien rico hasta que le dije que se la sacara. Le estuve mamando la buena verga que tenía por un rato hasta que le pregunté si tenía condón y me dijo que no [¡yo tampoco llevaba!], así que se la seguí chupando hasta que se viniera y me comiera sus mecos. Allí sigo por un buen rato comiendo pito y huevos hasta que me levanta y empieza a besarme y meterme el dedo en mi culito. Me volteo y empieza a sobarme su verga en mis nalgas y mi hoyito hasta que siento cómo resbala su verga dentro de mi culo bien rico. Estaba tan caliente que me valió madres y deje que me bombeara. Mientras me cogía, entra otro tipo a la cabinita [pues había dejado la puerta abierta] y se queda frente a mí, masturbándose. Me empino y se la empiezo a mamar [nunca había hecho un trío en un lugar de encuentros]. Yo sentía bien rico verga en mi culo y verga en mi boca, hasta que el que me está metiendo la verga por atrás me dice: ‘¿Quieres que te preñe? ¿Quieres ser mi putita preñada?’ Me saco la otra verga y le digo: Quiero ser tu putita preñada. Empieza a embestirme muy fuerte y muy rápido hasta que se viene dentro de mí. Al que se la estaba mamando me voltea y también me la mete a pelo. Yo estaba muy excitado para pensar en los condones, así que me dejé. Allí estuvo otro rato metiéndome la verga a pelo [con varios mirones en la puerta de la cabinita, lo cual siempre me ha excitado: me prende que vean como me usan], hasta que gimiendo me dice: ‘¿También quieres mi leche adentro?’. Yo le digo que sí hasta que también se corre adentro de mí. Fui al baño, me limpié y la verdad sí me dio la culpa bien cabrón. Me hice análisis y, por suerte, no tuve nada, pero la verdad no lo volvería a hacer.
Yo sólo he hecho un trío una vez hace unos años. Precisamente contacté con los dos tipos por la antigua página de Cruising. Uno de ellos puso la casa [por el centro de Tlalpan]. Llegué, le mandé mensaje de que ya había llegado y me abrió. Era un tipo de piel blanca, delgado y un poco X. Entré y era una casa antigua [me dijo que era de su abuela]. Charlamos hasta que llegó el otro tipo, un tipo moreno que me pareció un tanto feo, pero dije, ya estoy aquí, así que a mamar y a coger. Bebimos unas cervezas, pues creo que los tres estábamos nerviosos, hasta que el tipo de la casa propuso comenzar la acción. Yo feliz y excitado pues me iban a coger dos vergas al mismo tiempo [soy pasivo y era el único pasivo de los tres]. Entramos a la habitación con una cama antigua matrimonial, nos desnudamos y les dije que se acostaran entrelazados para que me metiera sus dos vergas al mismo tiempo por la boca [eso me excita mucho y suelo hacerlo en los clubs de encuentros: agarrar a dos activos y mamarles la verga al mismo tiempo]. Se las estuve chupando por un buen rato hasta que uno de ellos me puso en cuatro y se empezó a comer mi culo mientras el otro me seguía metiendo la verga por la boca [qué cosa más rica], hasta que estaba tan caliente que les dije que me cogieran ya. El que me chupaba el culo, el tipo de tez blanca, empezó a metérmela despacio mientras seguía comiendo la verga morena del otro, una verga prieta y gruesa [yo no discrimino, a mi le que me gustan son los pitos sin importar el color]. Me estuvo bombeando un rato hasta que le tocó el turno al otro, que sí me dolió porque la tenía gruesa. Lo más rico de todo el trío fue cuando se turnaban para darme verga: uno me daba un par de embestidas y luego el otro y así sucesivamente por un buen rato. Lo malo es que ninguno de los dos se vino, supongo que, por ser el primer trío de los tres, ellos estaban nerviosos y yo no fui lo suficientemente putito sumiso con ellos. En mi siguiente trío se me antoja mamarles los culos a los dos activos [chupar culo de macho me prende mucho] y que los dos eyaculen en mi boca [tragar lechita es bien rico]. Quizá, si la excitación es mucha, que me hagan un dos romano, el cual nunca he experimentado.
He usado Grindr desde hace muchos años, por lo que he tenido varios encuentros satisfactorios con esa, aunque la última fue bastante buena. Por cuestiones de trabajo, me hospedé en un hotel del Centro de Morelia, Michoacán. Como tenía ganas de verga, abrí la aplicación y me contacté con un tipo que andaba cerca, moreno, alto y más joven que yo. Subió a mi habitación, se ducho, se acostó y se la empecé a mamar, flácida la tenía un poco pequeño, pero en cuanto se empezó a poner duras por mis mamadas, se puso gruesa y larga, apenas me la podía comer toda [aunque me encanta meterme las vergas hasta la garganta y chocar mi nariz en su piel]. Me puso encima de él y comenzó chuparme el culo. Primero le pedí que me metiera la lengua y después los dedos para dilatarme y mientras, yo seguía comiéndole la verga y los huevos [por la posición me era imposible chuparle el culo también, pero eso también me excita: comer culo de activos]. Ya caliente le dije que me cogiera. Me puso en cuatro y me empezó a meter su verga. Al principio sí me costó trabajo metérmela, pues sí estaba gruesa y hace un tiempo que no me habían cogido, pero en cuanto entró la cabeza, el resto se introdujo fácil por mi culito. Yo sentía bien rico con cada embestida y con cada nalgada hasta que me dice que se va a venir y yo le digo que me de toda su lechita. Se vino unos 20 minutos después. Descansamos un rato y me volvió a coger de cucharita, abrazados hasta que ambos eyaculamos. Se duchó de nuevo [creo] y se fue. Una excelente cogida que me dieron gracias a Grindr.
Mi relato como estudiante se relaciona con mi primera experiencia. Cuando tenía como 13 años, yo tenía que ir a la secundaria desde el sur hasta el norte de la CDMX, por lo que tenía que aventarme solo toda la línea verde, desde División del Norte, hasta Indios Verdes. En una ocasión, yo iba escuchando mis walk-man [así de viejo es este relato], cuando un señor de unos cuarenta años se sentó a mi lado, me interrumpió mi música diciéndome que tan alto volumen me haría daño. Yo lo ignoré por un rato, aunque él continúo la plática preguntándome si tenía amigas o novia, si me masturbaba, hasta que me preguntó si podía quitar mi mochila y dejarlo ver mi pene [supongo que por encima de mi uniforme]. Yo le dije que no, un tanto incómodo pero curioso por la petición, pues en ese momento nunca había tenido ningún tipo de experiencia sexual, ya sea con mujeres o con hombres. Al llegar a Indios Verdes, yo todavía tenía que caminar hasta mi escuela unos 15 o 20 minutos. Cuando salí de la estación, pude ver al señor siguiéndome. Se me acercó, me dijo que él vivía cerca de allí y que si quería acompañarlo. Yo primero me negué, pues tenía miedo, pero seguía teniendo morbo por su curiosidad hacia por mí. Seguimos caminando hacia la escuela y poco antes de llegar, me dijo que su casa quedaba cerca unas calles adentro, entre las calles bastante feas de esa colonia de Indios Verdes. Con mucho morbo, aunque también con mucho miedo, le dije que sí. Caminamos bastante rato por esas calles, como apenas serían entre las siete u ocho de la mañana, se veían pocas personas, hasta que llegamos a una casa también algo fea. Entramos, me llevó a la sala y en cuanto nos sentamos, me empezó a tocar y besar en el cuello y en la boca, y eso me comenzó a excitar mucho. Colocó mi mano sobre su entrepierna para sentir su verga dura, la cual no era muy larga, pero sí gruesa. Se la sacó y me dijo que se la mamara. Yo lo hice. Aún recuerdo que su sabor y su textura me gustaron mucho, por lo que le estuve chupando su verga por un buen tiempo. Después él me quitó mi uniforme de secundaria y luego se quitó su ropa. Me dijo que él me enseñaría cómo sentir placer y que lo que me haría me gustaría mucho. Me puso en cuatro en el sillón, me lamió mi culito unos minutos, lo cual me excito todavía más y luego comenzó a meterme su verga [sin condón, por cierto]. Aún recuerdo que tardó en entrar porque me dolía mucho y yo le dije que parara, pero él alzó la voz diciéndome que ya estábamos allí y que iba a dejarme coger, quisiera o no, porque era ‘un pinche putito que quería verga’. Poco a poco, su verga gruesa entró por mi culo, con mucho dolor, hasta que sentí el placer de tenerla adentro, y así, estuvo rompiéndome el culo [mi primera vez] por unos 15 minutos, de perrito, gimiendo y besándome, hasta que se vino dentro de mi [la primera preñada de mi vida]. En cuanto terminó, se limpió, vistió, me dijo que hiciera lo mismo y, casi casi, me corrió de la casa. Yo aún me sentía muy excitado, aunque con la idea de que había sido usado, pues sentía cómo su semen escurría dentro de mi calzón. Fui hasta mi secundaria, entré a la segunda hora, en el baño me limpié y allí quedó mi primera experiencia como estudiante que me volvió, como me dijo ese señor, ‘un pinche putito que quería verga’, pues de allí, tuve varias experiencias con tipos que me encontraba en el Metro o en el transporte que se me insinuaban, me llevaban a algún lugar y se las mamaba y me cogían, aunque aprendí que siempre hay que llevar preservativos… por suerte, aquel señor no me infectó de nada, pero sigue siendo una de la experiencias más excitantes que tuve como estudiante.
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