Este cine era una delicia de lugar.
Se me hizo vicio. Era normal salir habiendo paladeado 6,7… Hasta diez vergas diferentes de todos los tipos y grosores. Varias veces tuve hasta 4 vergas paradas rozando mi boca para elegir cual deslechar primero y nada más veían brotar el primer chorro, se soltaba la ordeña masiva y me aventaban todos sus descargas de leche tibia y dulcecita en plena cara, misma que por supuesto no desperdiciaba y limpiaba cada gota con mis dedos sin poder saber de que verga provenía este o aquel sabor. Lastimosamente parece que ya es historia este cine.